Uno de los restaurantes más emblemáticos de Nueva York se vuelve vegano

WASHINGTON.- Eleven Madison Park es uno de los mejores restaurantes de Nueva York, un emblema de la alta cocina de la Gran Manzana devenido en un ícono global. Como muchos otros restaurantes de la ciudad, pronto volverá a abrir sus puertas luego de meses de encierro forzado por la pandemia del coronavirus. Y lo hará con una novedad: eliminará de su menú las carnes y el pescado.

“A mediados del año pasado, cuando comenzamos a imaginar cómo sería EMP después de la pandemia, cuando comenzamos a pensar en la comida de manera creativa nuevamente, nos dimos cuenta de que no solo el mundo ha cambiado, sino que nosotros también hemos cambiado”, escribió Daniel Humm, el dueño y el chef del restaurante, en un comunicado publicado en su página web. “Siempre hemos operado con sensibilidad al impacto que tenemos en nuestro entorno, pero cada vez estaba más claro que el sistema alimentario actual simplemente no es sostenible, de muchas maneras”, justificó.

Con ese principio rector, Humm anticipó que Eleven Madison se convertirá en un restaurante vegano: ofrecerá un menú a base de vegetales, frutas, legumbres, hongos, granos y mucho más, pero no habrá ningún producto animal.

La movida de Eleven Madison dista de ser la primera por parte de una empresa o una marca reconocida en pos de un cambio en la industria alimenticia a favor del medio ambiente. Pero si representa un fuertísimo golpe de efecto por parte de una de las joyas culinarias de la ciudad. Eleven Madison es uno de los cinco restaurantes de la ciudad que han sido reconocidos con tres estrellas Michelin, y algunos de los platos más conocidos de su menú de degustación eran el pato glaseado o la langosta.

“Para nosotros es fundamental que, independientemente de los ingredientes, el plato esté a la altura de algunos de mis favoritos del pasado. Es un desafío tremendo crear algo tan satisfactorio como el pato glaseado con miel de lavanda o la langosta escalfada con mantequilla, recetas que perfeccionamos”, dijo Humm. “No voy a mentir, a veces me levanto en medio de la noche pensando en el riesgo que corremos al abandonar platos que alguna vez nos definieron”, agregó.

La decisión despertó el reconocimiento de activistas que buscan reformar la industria alimenticia para lograr que sea más sustentable, y creen que, dada la visibilidad y la fama del restaurante, conlleva un enorme peso simbólico. Otros reaccionaron con escepticismo al recordar que, a un costo aproximado de alrededor de 1000 dólares para dos personas, el impacto real de la decisión será ínfimo.

“Es hora de redefinir el lujo como una experiencia que tiene un propósito superior y mantiene una conexión genuina con la comunidad”, dijo Humm. “La experiencia de un restaurante es más que lo que está en el plato”, justificó el chef, quien se mostró entusiasmado con el nuevo menú, y la renovada filosofía de profundizar “nuestra conexión con nuestros hogares: tanto nuestra ciudad como nuestro planeta”.

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