Unas elecciones regionales agregan más dudas al futuro político de Merkel
PARÍS.- El futuro político de la canciller alemana , Angela Merkel , se ensombreció ayer un poco más con el serio retroceso sufrido ayer por la Unión Demócrata Cristiana (CDU), en las elecciones regionales de Hesse. La misma suerte sufrió el Partido Socialdemócrata (SPD), que amenazó con abandonar la coalición y dejar al gobierno en minoría.
La CDU de Merkel reunió apenas 27,9% de votos (-10,4 puntos con respecto a 2013), mientras que el SPD se hundió a 19,9% (-10,8%), según las primeras cifras. El tercer lugar fue logrado por los Verdes, con 19,5% (+8,4%), resultado que confirma el acelerado ascenso que registran en todo el país desde la elección nacional de octubre de 2017. Tanto la CDU como el SPD sufrieron los peores resultados desde 1946 en el land de Hesse, donde está ubicada Fráncfort, la capital financiera del país.
El partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) cosechó 12,1% de los votos (+8,1%). De esa manera pudo completar su implantación nacional, pues Hesse era el último land que le quedaba por conquistar para tener escaños en los 16 estados del país. El partido Die Linke (La Izquierda) obtuvo 6,6% (+1,4%) y los Liberales del FDP, 7,5% (+2,5%).
La fragmentación de los resultados prefigura una fase de dificultades para la formación del gobierno y abre un abanico de posibilidades de coalición. El primer ministro de Hesse, Volker Bouffier, que gobernó el land desde 2013 en coalición con los Verdes, podría verse obligado a abrir el juego regional al SPD o a los liberales.
Las proyecciones de bancas disponibles anoche permitían pensar en todo caso que la coalición CDU-Verdes dispondría aún de una mayoría de un voto en el Parlamento. Lo peor parece en consecuencia haber sido evitado por los conservadores, que no deberían perder el control del land. Una derrota de esa magnitud sin duda habría marcado el fin de la era Merkel, desencadenando un inmediato viento de sublevación en su partido.
El problema es mucho más grave a nivel nacional, sobre todo después de la grave amenaza lanzada por la presidenta del SPD, Andrea Nahles: "El conflicto permanente que existe en el gobierno", explica, a su juicio, "los deplorables resultados obtenidos por los dos partidos de la coalición federal" en las últimas elecciones regionales.
Nahles reclamó a Merkel una "hoja de ruta" sobre un paquete urgente de medidas a adoptar en los próximos 11 meses para mejorar la situación de la sociedad alemana. El pacto de gobierno firmado en 2017 por la CDU y SPD prevé que, al promediar el mandato de cuatro años de la Legislatura, la Groko (gran coalición) debe reunirse en septiembre de 2019 para realizar un primer balance. "En ese momento decidiremos si nuestro lugar está en este gobierno", señaló Nahles.
Los últimos reveses podrían poner en peligro las posibilidades de Merkel de lograr su reelección como líder de la CDU en diciembre.
El mensaje de las urnas traduce en gran parte la irritación de los alemanes, expresada en una encuesta realizada el mismo día de la votación de Hesse: 86% de la opinión pública se proclama "insatisfecha" con la acción del gobierno de Merkel y 79% estima que la coalición en Berlín se "ocupa más de sus conflictos internos que de los intereses de la población".
La historia dirá si el futuro de Merkel se jugó en parte en Hesse. Es cierto, en todo caso, que los electores de ese pequeño estado regional de 4,4 millones de habitantes, extremadamente dinámico, situado en el corazón de Alemania, lanzaron ayer una seria advertencia a la canciller, apenas dos semanas después de la primera señal de alerta registrada en Baviera contra la CSU, el ala dura de la alianza conservadora. Esta vez fue la CDU, su propio partido, quien recibió la intimación.
Otras noticias de Angela Merkel
Más leídas de El Mundo
"Nos engañó". Angela Merkel en el Purgatorio: su partido reniega de la excanciller y el país revisa su legado
Denuncia penal contra el chofer. Murió una pasajera que viajaba en el colectivo que chocó contra la rambla en Montevideo
"Por ustedes no es". La emoción de la reina Letizia al hablar con los afectados por las inundaciones en Valencia
Tras ser abucheado. Sánchez reconoció el “sufrimiento” de los damnificados por las inundaciones pero condenó la “violencia”