Una última visita que conmovió al mundo
La imagen del Papa en un hospital pediátrico con chicos desnutridos movilizó a la gente
ROMA (De nuestra corresponsal).-La imagen del Papa junto a chicos desnutridos en un hospital pediátrico de Bangui, el único de República Centroafricana, conmovió ayer al mundo. Y el mismo Francisco quedó evidentemente impresionado por la visita.
Durante la conferencia de prensa que concedió en el vuelo de regreso a Roma, al condenar nuevamente el sistema económico actual donde en el centro de todo está el dinero, contó que cuando visitó ese lugar, sintió "dolor, un gran dolor".
"En terapia intensiva no tienen instrumentos para el oxígeno. Había muchos niños desnutridos, muchos. Y la doctora me dijo: «Pero de éstos, la mayoría se va a morir, porque tienen malaria fuerte o están desnutridos». El Señor, pero no quiero hacer una homilía, el Señor reprobaba siempre al pueblo de Israel, palabra que adoramos, la idolatría. Y la idolatría es cuando un hombre, una mujer, pierde la carta de identidad de ser hijo de Dios y prefiere buscarse un dios a su medida. Éste es el principio. Si la humanidad no cambia, continuarán las miserias, tragedias, guerras, los niños que mueren de hambre , las injusticias. ¿Qué piensa este porcentaje mínimo que tiene en manos el 80% de la riqueza del mundo? Y esto no es comunismo, esto es verdad y no es fácil verla", dijo Francisco.
Injusticia
Cuando un periodista le cuestionó haber hablado poco del tema del sida, la mayor causa de muerte en el continente africano, y le preguntó si no había llegado la hora de que la Iglesia Católica cambiara su postura ante el preservativo, el Papa, ofuscado, respondió que hay problemas mucho más graves e importantes que ése.
"La pregunta me parece demasiado pequeña", dijo. "Me parece también una pregunta parcial. Sí [el preservativo], es uno de los métodos. La moral de la Iglesia se encuentra en este punto frente a una perplejidad, el quinto o el sexto mandamiento: defender la vida, o que la relación sexual esté abierta a la vida. Pero no es ése el problema. El problema es más grande. Esta pregunta me hace pensar a los que le preguntaron a Jesús una vez: «Dime, maestro, ¿es lícito curar el sábado? Es obligatorio curar». Pero la desnutrición, la explotación de las personas, el trabajo esclavo, la falta de agua potable. Ésos son los problemas. No hablemos si se puede usar tal curita o tal otra para una pequeña herida. La gran herida es la injusticia social, la injusticia del ambiente, la injusticia de la explotación y la desnutrición. Eso es. A mí no me gusta bajar a reflexiones tan casuísticas cuando la gente muere por falta de agua y de hambre, de hábitat. Cuando todos estén curados, o cuando no estén estas enfermedades trágicas que hace el hombre, tanto por la injusticia social como para ganar más plata pienso en el tráfico de armas, cuando no existan estos problemas, se puede hacer esta pregunta. ¿Es lícito curar el sábado? ¿Por qué se siguen fabricando las armas y traficando las armas? Las guerras son el motivo de mortalidad más grande, yo diría. Pero no pensar si es lícito o no ilícito curar el sábado. Yo diré a la humanidad: hagan justicia. Y cuando todos estén curados, cuando no haya injusticias en este mundo, podremos hablar del sábado", concluyó Francisco, de regreso de su gira por el centro de África.
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