Una semana después, Perú sigue sin saber quién será el nuevo presidente
El conteo de las actas contabilizadas quedó estancado en un 99,935% desde el sábado; aún no se sabe cuándo se va a informar el resultado oficial
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LA NACION
LIMA.- Tras haber pasado una semana desde el 6 de junio, cuando en Perú se dirigieron a las urnas a elegir su próximo presidente en la segunda vuelta, los peruanos esperan hoy la confirmación oficial de los resultados electorales de un escrutinio marcado por la polarización, que muestra al maestro de izquierda Pedro Castillo con una estrecha ventaja sobre la derechista Keiko Fujimori.
El recuento, estancado desde el sábado en el 99,935% de las actas contabilizadas, daba por ganador al candidato socialista de Perú Libre con el 50,14% de las preferencias, una ventaja de menos de 50.000 votos sobre su rival, quien ha incrementado las tensiones con acusaciones de fraude electoral.
Castillo ya celebró su victoria y aseguró que el pueblo “ya tomó su propio camino”, a pesar de los intentos de Fujimori de anular algunos votos, lo que retrasó la confirmación oficial de los resultados.
Aún no está claro cuándo el organismo electoral del país anunciará formalmente al ganador, aunque el exprofesor ha pedido que el recuento se cierre rápidamente para acabar con la incertidumbre.
El sábado, Fujimori insistió en que hubo “fraude” y “manipulación en mesa” en el ballottage presidencial. La aspirante comunicó una vez más que “la izquierda internacional (...) quiere torcer la voluntad popular”.
“Queremos informar al mundo hechos muy graves que vienen sucediendo en esta última etapa de proceso electoral”, dijo en conferencia de prensa ante medios internacionales, donde aseguró que su partido Fuerza Popular tiene como objetivo que “Perú no se convierta en Venezuela”. La candidata prometió que va a “reconocer los resultados, pero hay que esperar el final”.
El partido de Castillo rechazó las acusaciones de fraude y los observadores internacional del proceso en Lima tales como la Misión de Observación Electoral (MOE) de la Organización de Estados Americanos (OEA) han dicho que las elecciones se llevaron a cabo de forma limpia.
De confirmarse, la victoria de Castillo supondría un gran impulso para la izquierda en la región. El socialista procede de una zona pobre del norte de Perú y ha motivado a los votantes rurales, enojados por sentirse relegados en el crecimiento económico del país.
Los crecientes niveles de pobreza y desigualdad también motivaron cuestionamientos a las élites políticas tradicionales, que se intensificaron por el brote de coronavirus más letal por cantidad de habitantes en el mundo y que azotó a la economía, impulsada mayormente por la minería.
En la última semana se realizaron marchas de partidarios de ambos candidatos en Lima. Algunos adherentes de Castillo han llegado a la capital desde zonas rurales para protestar, mientras que los partidarios de Fujimori respaldan sus acusaciones de fraude.
Agencia Reuters
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