Una salida inédita que puede llevar al mismo resultado
ROMA.- Un clima de campaña electoral comenzó a reinar ayer en Italia. Aunque Mattarella intentó llamar a los partidos a un acto de responsabilidad y les pidió sostener un "gobierno neutral" o de "servicio" que duraría tan solo hasta diciembre, todo indica que, por primera vez en la historia, los italianos volverán a las urnas por segunda vez en el mismo año. ¿Qué pasará entonces? Se vote en julio, quizás el 22 como dicen algunos, o en octubre; el gran temor es que, existiendo la misma ley electoral que determinó la ingobernabilidad actual, pueda pasar exactamente lo mismo.
Aunque un temor aún mayor es que la xenófoba y populista Liga Norte de Matteo Salvini, que en los dos últimos meses se convirtió en uno de los grandes protagonistas políticos y que sorprendió en marzo pasado con un 17%, arrase aún más. En recientes sondeos, el heredero del "senatur" Umberto Bossi, resultó con una muy alta popularidad, mayor a la de su adversario del Movimiento Cinco Estrellas (M5E), Luigi Di Maio.
Si ambos fracasaron en los últimos meses en ponerse de acuerdo y vieron esfumarse su sueño de conquistar el sillón de Palazzo Chigi, la sede del gobierno, ahora la opción de elecciones anticipadas, algo más concreto que nunca, volvió a encender sus ambiciones.
Di Maio apunta a saltar del 32% al 40% de los votos. Y Salvini, un antieuropeísta, antiinmigrante, a seguir sacándole votos a la Forza Italia del anciano y decaído Berlusconi. En las elecciones regionales que hubo el 29 de abril pasado en Friuli-Venezia Giulia, al nordeste de Italia, la Liga Norte arrasó y al M5E le fue muy mal. Para algunos analistas eso demostró que a muchos no les gustó cómo se manejó Di Maio, de 31 años, en las inútiles negociaciones de los últimos meses. De líder "antisistema", Di Maio tuvo una metamorfosis notable y se transformó en un clásico político, "ni de derecha ni de izquierda", como suele repetir. Y desconcertó a sus votantes al manifestarse abierto a cocinar un acuerdo en "el horno" de la centroderecha -expresión que él mismo inventó- o en "el horno" del Partido Democrático (PD).
Para el PD, el escenario de elecciones anticipadas es como el apocalipsis. La única fuerza europeísta, de centroizquierda y bien vista por la Unión Europea y los mercados, que gobernó los últimos cinco años, necesita tiempo para recuperarse de la peor derrota sufrida en la historia, en marzo pasado. El PD se encuentra dividido y confundido, y no tendría tiempo como para resurgir de sus cenizas. Aunque ayer ya se hablaba de una posible candidatura a primer ministro del jefe de gobierno saliente Paolo Gentiloni, personalidad de bajo perfil y bastante popular entre los italianos, a diferencia del expremier Matteo Renzi, para muchos el gran culpable de la debacle.
Mattarella advirtió sobre los riesgos implícitos en la opción de las elecciones anticipadas: podría aumentar el IVA al no poder votarse a tiempo una crucial ley de presupuesto y estabilidad, y también podrían volver los ataques especulativos contra el país. Italia tiene una deuda pública equivalente al 131% de su PBI y es el país que menos crece de los 28 de la Unión Europea (+1,5% este año, que podría reducirse a +1,2 el año que viene). Como advirtió la semana pasada la UE, la incertidumbre podría hacer reflotar el fantasma de la desconfianza de los mercados y del tan temido spread. Pero los partidos parecían no pensar eso. Entre ellos ya reinaba un clima de campaña.
Temas
Otras noticias de Elecciones en Italia
Más leídas de El Mundo
Nueva fase. El juego político en las potencias mundiales que explica la última escalada en la guerra de Ucrania
Tensión en Ucrania. EE.UU. y países europeos cierran sus embajadas en Kiev ante el riesgo de un “ataque aéreo significativo” de Rusia
Quién es Carlo Acutis. El “influencer de Dios” al que el Vaticano hará santo tras atribuirle el milagro de curar a una joven costarricense
Derrumbe. Es uno de los hombres más ricos del mundo y perdió 12.500 millones de dólares en un día por una trama de sobornos