Una protesta multisectorial llamó a “defender la democracia” en Brasil ante los ataques de Bolsonaro
Una multitud acompañó la lectura de un acta que denunció la ofensiva del presidente ultraderechista contra el sistema electoral, cuando faltan menos de dos meses para los comicios; adhirió el sector empresarial
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BRASILIA.- Representantes del empresariado, sindicatos, juristas, artistas y miembros de la sociedad civil brasileña levantaron este jueves la voz contra los ataques del presidente Jair Bolsonaro a las instituciones, en un inédito acto apartidario en San Pablo donde fueron leídos dos documentos que condenan las amenazas de ruptura institucional y que piden respeto a las elecciones de 2022.
Fue la más enfática y multisectorial reacción de la sociedad civil contra los constantes ataques de Bolsonaro a las urnas electrónicas, cuando faltan menos de dos meses para la primera vuelta. “Queremos elecciones libres y tranquilas, un proceso electoral sin fake news, postverdades o intimidaciones”, dijo Carlos Gilberto Carlotti Junior, rector de la Universidad de San Pablo y uno de los encargados de la lectura.
La carta, compartida en Internet en los últimos días, contó con más de 900.000 adhesiones, entre ellas de algunas celebridades como la cantante pop Anitta, el cantautor Caetano Veloso y la actriz Fernanda Montenegro. Además, nueve presidenciables, entre ellos el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva, firmaron el manifiesto.
Unas 800 personas acompañaron la lectura del manifiesto y de una segunda carta elaborada por la Federación de Industrias de San Pablo (FIESP). “Dictadura nunca más”, se leía en una de las banderas colgadas en el patio de la Facultad de Derecho. Miles de personas siguieron la lectura de la carta en la parte externa del edificio, en el Largo de San Francisco, en el centro paulista, a través de una pantalla gigante.
“Asistimos recientemente a delirios autoritarios que pusieron en riesgo la secular democracia norteamericana. Allá los intentos de desestabilizar la democracia y la confianza del pueblo en la integridad de las elecciones no tuvieron éxito. Acá, tampoco tendrán”, rezó uno de los fragmentos más aplaudidos de la carta, que no mencionó directamente al presidente.
El apoyo de la Federación Brasileña de Bancos (Febraban) y la poderosa FIESP a los actos fue visto por muchos observadores como un revés para Bolsonaro, ya que buena parte de la comunidad empresarial lo apoyó en la elección de 2018. Al finalizar el acto, los asistentes gritaron “Fuera, Bolsonaro” y “Dictadura nunca más”.
Sin ofrecer pruebas, Bolsonaro ha reforzado los ataques al sistema de votación electrónica, vigente desde 1996, y al Tribunal Superior Electoral. “Respete el voto”, se leía en un inflable con forma de urna electrónica, afuera de la Facultad de Derecho.
La fecha del acto estuvo cargada de simbolismo. Los organizadores trazaron paralelos con una manifestación realizada en 1977, durante la última dictadura militar, cuando fue leído en esa misma universidad un manifiesto en defensa de la democracia. Los actos de San Pablo se replicaron en otras ciudades, como Río de Janeiro y Brasilia.
Avance autoritario
“La gran novedad del acto es que parte del propio sector productivo o intelectuales que en 2018 apostaron por Bolsonaro o prefirieron mantenerse al margen en la definición de la elección, hoy están diciendo que no importa lo que diga la izquierda. Interesa defender la democracia y están dejando claro que van a rechazar cualquier avance autoritario”, dijo a LA NACION Leandro Consentino, politólogo del Insper de San Pablo.
Bolsonaro menospreció esta semana las manifestaciones al asegurar que “quien quiere ser democrático” no necesita firmar una “cartita”. El presidente repite con frecuencia, sin aportar pruebas, que el sistema electoral brasileño no es confiable y levanta sospechas sobre los resultados de 2014 y 2018.
El mes pasado convocó a embajadores extranjeros en Brasilia para hablar sobre la supuesta vulnerabilidad de las urnas. La Argentina no estuvo invitada. La representación de Estados Unidos en Brasilia reaccionó calificando las elecciones brasileñas como “modelo para todo el mundo”.
El mandatario ultraderechista ha alegado fraude en las últimas dos elecciones, inclusive en la que resultó electo en 2018. Además, suele apuntar a jueces de la corte electoral como parciales, deslizando que podrían favorecer el retorno de la izquierda al poder.
Lula, favorito en las encuestas, apareció con 47% de intención de voto contra 29% de Bolsonaro en el último sondeo de la consultora Datafolha, publicado el 28 de julio. En el equipo de campaña de Bolsonaro admiten que Lula marcha primero, aunque por una distancia cercana a siete puntos, según sondeos propios.
Paulo Calmon, profesor de Ciencias Política de la Universidad de Brasilia, dijo que la manifestación de este jueves puede robustecer el rechazo a Bolsonaro y sus aliados entre electores indecisos, preocupados por los arrebatos autoritarios. “La movilización incluyó a representantes de diferentes partidos, demostrando que existe una fuerte coalición pro-democracia”, dijo Calmon.
Analistas y observadores temen que el eventual descrédito del presidente en las urnas lo lleve a emular el libreto del expresidente estadounidense Donald Trump en Estados Unidos, cuando acusó un supuesto fraude y sus seguidores, furiosos, invadieron el Capitolio.
El acto “fue el mensaje más contundente de la sociedad civil para Bolsonaro, por el carácter multifacético y de varias ideologías y grupos: no vamos a aceptar cualquier tipo de ruptura constitucional y si lo intenta, no lo va a conseguir”, concluyó Consentino.
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