Una pelea familiar agita la política colombiana
En las elecciones de 2014, Santos podría enfrentarse con su primo hermano, crítico del presidente y que es apoyado por Uribe
Empeñado en pasar a la historia como el hombre que acabó con medio siglo de violencia política en Colombia, el presidente Juan Manuel Santos colecciona enemigos entre sus antiguos aliados. Primero fue su predecesor en el cargo, el ciberlocuaz Álvaro Uribe, que lleva meses fustigándolo por haberse sentado a negociar con las FARC. Y ahora le llueven las afrentas desde su propia familia.
Francisco Santos, ex vicepresidente de Uribe y posible candidato presidencial en los comicios de 2014, acaba de publicar un libro en el que califica al mandatario -su primo hermano- de "hombre sin convicciones".
La disputa político-familiar no ha hecho más que empezar. Santos, el presidente que prefería no bajar al lodazal de los agravios, ahora no se anda con remilgos y no tardó en contestar a su primo: "Tiene sida en el alma", le espetó.
El jefe de Estado colombiano estaba dolido con los comentarios que le dedicó su primo en el libro Rebelde con causa . Para Francisco, conocido popularmente como Pacho, el presidente traicionó la causa uribista desde el primer día de su mandato. "Desconoce la lealtad", remató.
Es más que probable que los dos Santos compitan en la carrera hacia la presidencia que culminará en las elecciones del próximo 25 de mayo. Una campaña que, a juzgar por los contendientes, promete ser entretenida. A Pacho lo avala Uribe, un ex presidente con un alto índice de popularidad y que recientemente lanzó un nuevo movimiento político: Uribe Centro Democrático. Lejos de abandonar la arena política como otros ex mandatarios, Uribe buscará un escaño como senador en las elecciones legislativas de marzo.
De momento, Pacho Santos lanzó su precandidatura dentro del uribismo junto a otros dos aspirantes. Su condición de ex vicepresidente durante los ocho años del gobierno de Uribe (2002-2010) lo sitúa como el dirigente con más posibilidades para optar a la presidencia por ese nuevo partido político.
Juan Manuel Santos, por su parte, está todavía deshojando la margarita sobre la reelección, pero en los mentideros políticos colombianos nadie duda de que el mandatario anunciará su candidatura el próximo 25 de noviembre (la fecha límite). "El presidente ha dado muchas señales de que aspirará a la reelección, lo hizo en público y en privado, señalando ya a algunos de sus futuros colaboradores", señaló desde Bogotá el analista político Francisco Miranda.
Debilitado por el reciente paro agrario y por la lentitud con la que avanza el diálogo con la guerrilla de las FARC en La Habana, el presidente vive sus horas más bajas, con una popularidad por los suelos (menor al 30%).
El próximo presidente de Colombia saldrá previsiblemente de esa lucha cuerpo a cuerpo entre dos facciones de la derecha colombiana (el Partido de la U, que ahora lidera Juan Manuel Santos, y el Centro Democrático de Uribe) encabezadas por dos Santos. Las encuestas sitúan al presidente con una ligera ventaja frente a su primo hermano, por lo que cobra fuerza el escenario de una segunda vuelta electoral.
"El espectáculo de dos primos hermanos, vistos por la gente como representantes de la oligarquía más privilegiada y muy bogotana, podría generar en amplios sectores de clase media y baja y en varias regiones una reacción adversa, que podría ser caldo de cultivo para que se abriese paso una aventura populista", advierte el analista Mauricio Vargas, que no ve por ahora ninguna figura que pueda aprovechar esa coyuntura.
Pero más allá de quién se llevará el gato al agua, Vargas subraya la preocupación manifiesta del presidente Santos ante la posibilidad de enfrentarse contra su primo en la campaña electoral: "No tanto porque Pacho Santos le pueda ganar -señala el analista-, sino porque éste lo atacaría de manera inclemente, incluso con asuntos relacionados con negocios familiares".
El apellido Santos está ligado al poder en Colombia por lo menos desde 1938, cuando Eduardo Santos asumió como presidente. Su hermano Enrique tuvo dos hijos, Enrique y Hernando, padres a su vez de Juan Manuel y de Pacho, respectivamente.
Posiblemente, Eduardo Santos vislumbró que el linaje al que pertenecía seguiría influyendo durante décadas en la vida política colombiana. Lo que seguramente nunca imaginó es que, para mantenerse en el poder, un Santos tendría que devorar (políticamente) a otro Santos.
Presión del gobierno en el diálogo de paz
- El gobierno de Colombia se mostró ayer preocupado por el "lento avance" del diálogo de paz que lleva a cabo desde hace casi un año con las FARC, a las que responsabilizó de dilatar las conversaciones, y le pidió al grupo guerrillero avanzar con más celeridad y demostrar con hechos su voluntad de lograr un acuerdo que termine con el conflicto armado.
- El jefe negociador del gobierno, Humberto de la Calle, acusó a la guerrilla de "confundir" a los colombianos y de dilatar las negociaciones de paz en La Habana con "decenas de propuestas".
- "Es momento de avanzar con mayor celeridad en el proceso si queremos un país sin conflicto y cumplir con las expectativas de paz de los colombianos", expresó De la Calle.
- El gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) iniciaron hace 11 meses en Cuba una negociación con la que intentan acabar con una guerra que dejó más de 200.000 muertos y millones de desplazados.