En Reino Unido, una mujer se encuentra en medio de una batalla legal para ser reconocida de forma definitiva como madre de su hijo, que nació del vientre de su pareja
- 3 minutos de lectura'
“Solo puede haber una madre” en el certificado de nacimiento. Eso es lo que un funcionario de una oficina de registro en Cambridge, Reino Unido, le dijo a Sarah Osborne cuando su pareja dio a luz. Después de negarle el derecho de aparecer como madre en la partida de nacimiento, Osborne se vio obligada a adoptar a su propio hijo. Ahora el Tribunal Superior de Reino Unido ha revocado la adopción y anulado el certificado de nacimiento original.
Además la corte sentenció que debe ser reconocida como progenitora. El Consejo del Condado de Cambridgeshire afirmó que es consciente de las consecuencias que tuvieron los hechos. Después del fallo, Osborne, de 48 años, dijo que estaba “encantada y ansiosa por ser registrada como madre de mi hijo”.
En el momento del nacimiento, en 2014, la ley era clara en cuanto a que las parejas de mujeres del mismo sexo que tuvieran un hijo a través de la fecundación in vitro, y en la que ambas dieran su consentimiento para ser consideradas como progenitoras, deberían aparecer en el certificado de nacimiento del niño.
Pero cuando Osborne y su pareja, Helen Arnold, fueron a registrar el nacimiento en la Oficina de Registro de Cambridge, le dijeron que ella no podía ser incluida en el certificado de nacimiento. El registrador afirmó que a menos que Sarah fuera el padre, y ella “claramente no lo era”, entonces su nombre no se podía poner en el certificado de nacimiento.
“La actitud irrespetuosa, indignada e impertinente del registrador me hizo sentir estúpida por pedir o esperar aparecer como progenitora”, dijo Sarah, “como si yo fuera un extraño cualquiera de la calle”.
Cuando el niño tenía 6 meses, a la familia se le dijo que Sarah tenía que llevar a cabo una adopción y en 2015 se organizaron varias reuniones con trabajadores sociales para evaluar su idoneidad para ser madre. Le dijeron que adoptar a un niño “no debía tomarse a la ligera” y que tenía que completar una verificación de antecedentes penales y solicitar una orden judicial, que llegó en noviembre de 2015.
Segundo hijo
No fue hasta que la pareja tuvo un segundo hijo en 2018, y Osborne fue registrada como madre, que se dieron cuenta de que algo en el procedimiento había sido erróneo. “Sarah nunca debería haber tenido que adoptar a nuestro hijo”, dijo Helen.
“Siempre hemos sido las madres de nuestros hijos y es indignante que hayamos pasado por el doloroso y humillante proceso de que Sarah tenga que adoptar”. El abogado de la familia, Jeremy Ford de The Cambridge Family Law Practice, elogió a las mujeres por renunciar a su derecho al anonimato y “traer este problema a la atención nacional, ya que puede haber otras parejas que hayan sufrido la misma injusticia”.
Un portavoz del Consejo del Condado de Cambridgeshire dijo: “Esperamos que la sentencia de hoy proporcione un camino claro a seguir, para permitir que se tomen las medidas legales necesarias para lograr un registro de nacimiento que nombre a ambas partes como progenitoras”.
“Reconocemos el impacto que esto ha tenido en la familia y agradeceríamos la oportunidad de trabajar con la Oficina de Registro General en una revisión para tratar de evitar que cualquier familia o autoridad local vuelva a estar en una situación similar”, agregó.
Temas
Otras noticias de BBC MUNDO
En tres años. Tres claves de la reforma con la que España quiere regularizar a 900 mil migrantes
Quién es Carlo Acutis. El “influencer de Dios” al que el Vaticano hará santo tras atribuirle el milagro de curar a una joven costarricense
Trabada en el Senado. Por qué EE.UU. es el único país del mundo que se niega a ratificar la Convención de los Derechos del Niño
Más leídas de El Mundo
Nueva fase. El juego político en las potencias mundiales que explica la última escalada en la guerra de Ucrania
Tensión en Ucrania. EE.UU. y países europeos cierran sus embajadas en Kiev ante el riesgo de un “ataque aéreo significativo” de Rusia
Desregulación y ajuste. El abrupto giro a la derecha de Nueva Zelanda tras tener uno de los gobiernos más progresistas del mundo
1000 días de guerra. Ucrania, agotada: “Quizás vale la pena decir de acuerdo, tomen esta parte, pero déjennos en paz”