Una identidad falsa y simpatía por el extremismo: avanza la investigación contra el joven que atacó a Salman Rushdie
Hadi Matar fue acusado de intento de asesinato y agresión en segundo grado; en las redes mostraba interés por la Guardia Revolucionaria de Irán y llevaba una licencia de conducir con el nombre de un líder del Hezbollah
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NUEVA YORK.- Hadi Matar, el sospechoso del ataque contra Salman Rushdie en un evento realizado el viernes en el estado de Nueva York, fue acusado de intento de asesinato luego de aplicarle aproximadamente diez puñaladas al escritor y ahora está detenido sin posibilidad de fianza, informó este sábado la oficina del fiscal del condado de Chautauqua, mientras los investigadores intentan comprender sus motivaciones para perpetrar el atentado.
En el tribunal, los fiscales dijeron también que el ataque fue premeditado y dirigido específicamente contra el autor. Matar viajó en ómnibus al sitio de la conferencia en el oeste de Nueva York y compró una entrada que le permitió asistir a la charla que Rushdie iba a dar el viernes por la mañana, según los fiscales.
Matar, un hombre de 24 años de Fairview (Nueva Jersey), fue procesado por los cargos de intento de asesinato en segundo grado y de agresión en segundo grado, dijo el fiscal del condado, Jason Schmidt, en un comunicado.
Schmidt afirmó que los organismos policiales, incluidos los de Nueva Jersey, están trabajando para comprender la planificación y la preparación que precedieron al ataque y determinar si deben presentarse cargos adicionales.
El motivo del ataque no estaba claro e intentan establecerlo, segín el jefe de la policía estatal, Eugene Staniszewski. Los investigadores tratan de determinar si el sospechoso actuó solo.
Rushdie, el autor de origen indio que pasó años escondido después de que Irán instó a los musulmanes a matarlo por su novela Los versos satánicos, fue apuñalado en el cuello y el torso en el escenario de una conferencia el viernes, tras lo cual fue sometido a una larga cirugía.
El escritor y ensayista, de 75 años, sufrió heridas en el hígado, en los nervios de un brazo y en un ojo, y está conectado a un respirador artificial, dijo su agente, Andrew Wylie. Agregó que es probable que pierda el ojo herido.
Tras conocerse el nombre del agresor, comenzó a dibujarse su perfil, que según se supo simpatizaba en las redes sociales con el extremismo chiíta -la religión dominante en Irán- y con el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, un grupo armado de elite iraní.
Se sabe también que Matar nació en Estados Unidos de padres libaneses que emigraron de Yaroun, un pueblo fronterizo del sur de Líbano. El joven nació una década después de la publicación de Los versos satánicos.
Su última dirección registrada fue en Fairview, un barrio del condado de Bergen situado al otro lado del río Hudson, frente a Manhattan. Agentes del FBI fueron vistos entrando anoche en su casa. Según declaró un vecino a The New York Times, eran entre diez y quince oficiales, que se quedaron hasta alrededor de la 1.30 de la madrugada.
Antes, en una conferencia de prensa, oficiales habían anunciado que planeaban obtener órdenes de allanamiento para revisar una mochila y dispositivos electrónicos que se encontraron en la institución donde ocurrió el ataque.
Identidad falsa
Al parecer, el sospechoso estaba en posesión de una licencia falsa a nombre de Hassan Mughnyah, el mismo apellido del líder militar de la agrupación armada chiíta Hezbollah que fue asesinado por el Mossad israelí en 2008.
Un funcionario del Hezbollah dijo que el grupo no “sabe nada” sobre el sospechoso y declinó hacer comentarios.
Matar, al igual que otros asistentes, había obtenido un pase para entrar a la Institución Chautauqua, donde se produjo el ataque justo antes de una presentación de Rushdie, según comentó Michael Hill, presidente de la institución.
El abogado del sospechoso, el defensor público Nathaniel Barone, dijo que todavía estaba reuniendo información y declinó hacer comentarios.
El apuñalamiento repercutió desde la tranquila ciudad de Chautauqua hasta la ONU, que emitió un comunicado en el que expresaba el horror del secretario general, Antonio Guterres, y subrayaba que la libertad de expresión y de opinión no debe enfrentarse a la violencia.
Dudas por la seguridad
Un policía estatal y un ayudante del sheriff del condado fueron asignados a la conferencia de Rushdie. Según las autoridades, ambos, con un perro, corrieron a la escena aproximadamente un minuto después del ataque.
Sin embargo, tras el ataque, algunos asistentes se preguntaron por qué no había una seguridad más estricta para el evento, dadas las décadas de amenazas contra Rushdie y una recompensa por su cabeza de tres millones de dólares.
Al menos 45 personas murieron en incidentes vinculados al libro, incluidas 12 personas en la ciudad natal de Rushdie, Bombay. En 1991, un traductor japonés del libro fue apuñalado a muerte y un traductor italiano sobrevivió a un ataque con cuchillo. En 1993, el editor noruego del libro recibió tres disparos y sobrevivió.
“Independientemente de que el intento de asesinato haya sido o no ordenado directamente por Teherán, lo que sí es casi seguro es que esto es resultado de 30 años de incitación por parte del régimen a la violencia contra este celebrado autor”, dijo la Unión Nacional por la Democracia en Irán (NUFDI, por sus siglas en inglés), un grupo opositor con sede en Washington.
Agencias AP, Reuters y The New York Times
LA NACION
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