Una ciudad pacífica en estado de shock
ESTOCOLMO (DPA).- "Corran, corran!", gritó la policía a quienes estaban en la calle comercial de Drottninggatan. En el corazón de Estocolmo, la zona se llena los viernes a la tarde de personas de compras para el fin de semana y de turistas de paseo. Poco antes de las 15 locales, un camión se lanzó contra la multitud y desde ahí hacia el centro comercial de la cadena Ahléns.
Poco después, imágenes de la televisión mostraban a la gente que huía aterrorizada. "Fue terrible. Había mucha sangre en la calle, personas tiradas por todas partes", relató una testigo a la televisión sueca entre lágrimas.
"Una mujer estaba allí con su bebe en brazos y parecía paralizada", dijo otro testigo. Cuatro personas murieron y numerosas resultaron heridas. Pero por el momento no está claro cuántas. "Si hubiera llegado un minuto más tarde, me habría atropellado. Vi a personas que luego murieron", dijo la sueca Sandra Japundzic Lindquist a la radio Ekot.
Clientes y vendedores de un negocio de ropa junto al centro comercial se quedaron esperando durante horas en el local hasta tener más noticias sobre el agresor. Finalmente, en horas de la noche fue detenido un sospechoso.
Ya cayendo la noche, las calles de la capital sueca, habitualmente muy concurridas, estaban vacías. Podían verse las cintas que cortan las calles y detrás, socorristas y personal policial con chalecos fosforescentes amarillos. También ambulancias con sus luces de emergencia y bomberos y policías recorriendo la zona.
Desde el cielo, las nubes grises acompañaban el malestar. El fin de semana, que esperaban con alegría los habitantes de esta ciudad habitualmente pacífica y segura, se tiñó de muerte y dolor.
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