Un socialista apasionado que llevaba la política en su ADN
Rio de janeiro
La familia era la raíz de la vida política de Eduardo Campos. Su sueño de llegar a la presidencia se vio frustrado trágicamente. Eduardo Henrique Accioly Campos, o "Dudu", nació y creció con el ADN político de su abuelo, Miguel Arraes, político emblemático del nordeste brasileño y de la izquierda de su país.
Campos tenía una relación afectiva con la cultura nordestina. Uno de sus más activos seguidores murió hace poco más de un mes: el escritor Ariano Suassuna. En una entrevista de junio pasado, Suassuna hablaba con orgullo de padre de su informal ahijado. Secretario de Estado durante la gestión de Campos, Suassuna calificó al candidato del Partido Social Brasileño (PSB) como "el político más brillante" que conoció en su vida". Era joven: Campos había cumplido 49 años el fin de semana. El accidente que le costó la vida pasó un 13 de agosto, el mismo día en que falleció su abuelo Miguel Arraes, en 2005.
La política corría por sus venas desde muy chiquito. Como todo joven comprometido, Campos llegó a la política a través del movimiento estudiantil. Ocupó secretarías en el gobierno de su abuelo. Y no era un hombre de familia sólo en lo político. Se casó con su primera novia, Renata, también economista y auditora del Tribunal de Cuentas del estado, con quien tuvo a sus cinco hijos. El más chico, Miguel, tiene apenas ocho meses. Es una familia reservada, discreta. Siempre al margen de la política, siempre entre bastidores, siempre reservada. Pero la discreción no le impedía a Renata participar de cada una de las decisiones políticas de su marido. Los aliados políticos la consideran la persona más influyente en la carrera de Campos. Compañera en casa y en la política.
Nacido en Recife, Campos era hijo de la diputada Ana Arraes y del escritor Maximiliano Campos. Estudió economía en la Universidad Federal de Pernambuco, institución que presidió como director académico desde 1985. A partir de entonces, la carrera que lo llevó hasta la campaña presidencial que comenzará este mes fue vertiginosa.
El trabajo con su abuelo
Todavía joven, decidió cancelar una maestría que pensaba hacer en Estados Unidos para participar de la campaña por la reelección de su abuelo Arraes como gobernador de Pernambuco. A partir de allí, quedó a la vista la pasión que sentía por su carrera. Sería jefe de gabinete de su abuelo. En 1990, ya estaba afiliado al PSB, al que se mantuvo fiel a lo largo de su vida.
En 1994, llegó al Congreso Nacional, para el que fue electo con 133.000 votos. En 1998, fue el diputado más votado de Pernambuco, con 173.657 sufragios. Además de adversario político, fue un fiel amigo del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva. En esta campaña electoral llegó a decir que no criticaría a su amigo, aunque estuviesen en trincheras políticas opuestas.
Con el líder petista tuvo una alianza que duró 11 años. La crisis comenzó en septiembre pasado, cuando el PT abandonó el gobierno de los socialistas en Pernambuco. Las críticas de la precampaña y esa incipiente batalla electoral que Campos empezó a librar siempre fueron contra Dilma y contra el gobierno petista. A Lula lo entristeció el quiebre con su amigo, que integró su gobierno en los inicios, como ministro de Ciencia y Tecnología.
Tal vez por su temperamento afable, Campos también era amigo desde siempre de su otro adversario puntual, el candidato presidencial del PSDB, Aécio Neves. En una entrevista en la que intentaba trazar un perfil de su amigo, Suassuna llegó a decir que convertir a Lula en adversario directo de Campos sería dramático para ambos.
De una vida financiera acomodada, Campos rechazó la comparación con los caudillos nordestinos que siempre dominaron la política de la región. Era visto por sus amigos como un político con vocación de poder. O, más exactamente, como la tercera vía del poder: estaba entre el socialismo extremo y el liberalismo que marca las políticas ligadas al PSDB.
La fórmula con Marina
Desde principios de año, tenía a su lado a la senadora Marina Silva. Una fórmula electoral polémica desde el principio. La ex ministra, enemiga acérrima de la agroindustria, mantenía rispideces con Campos y desacuerdos sobre algunos estados, como en San Pablo: el PSB había decidido apoyar la reelección del gobernador "tucano" (como se llama a quienes integran el PSDB) Geraldo Alckmin, que irá de vice en la boleta. Pero buscaban por todos los medios entenderse, a pesar de la fuerte resistencia de las bases de Marina Silva por la manera en que el PSB presentó su estrategia política al país.
Campos buscaba alcanzar en el resto del país la misma popularidad que tenía en Pernambuco. El desafío del candidato era convertirse en una figura de alcance nacional.
Para generar esa empatía, el año pasado se la pasó recorriendo el país. Le hubiesen tocado dos minutos en los programas de televisión, contra 12 de Dilma y seis de Aécio Neves. Su patrimonio declarado ante la justicia electoral fue de 547.000 reales.
Durante sus siete años como gobernador de Pernambuco, Campos se destacó por sus obras de infraestructura, como la ferrovía Transnordestina, y la recuperación de la ruta BR-101. Las cuentas públicas del candidato fueron subidas a Internet, al sitio Transparência, uno de los más respetados del país. En su gobierno también se redujeron los índices de violencia: el número de homicidios cayó un 39,1% desde el inicio de un programa para combatirlos. Durante esta corta campaña venía alertando sobre los cambios necesarios en la política económica, apostando al punto débil de la gestión de Dilma: el bajo crecimiento del país.
Otras tragedias que golpearon campañas
Luis Carlos Galán
El candidato del Nuevo Liberalismo se encaminaba a un seguro triunfo en las presidenciales colombianas de 1989, cuando fue asesinado por sicarios del Cartel de Medellín el 18 de agosto de ese año.
Luis Donaldo Colosio
Elegido a dedo por el PRI para suceder en la presidencia mexicana a Carlos Salinas de Gortari, Colosio fue asesinado el 23 de marzo de 1994 en Tijuana, pocos días después de prometer que no habría impunidad para los políticos corruptos.
Benazhir Buttho
La popular líder paquistaní y ex primera ministra murió en un sangriento atentado en Rawalpindi, el 27 de diciembre de 2007, antes de comenzar un acto de campaña en el que buscaba apoyos para las elecciones generales de 2008.
Lino Oviedo
El general golpista paraguayo murió tras la caída del helicóptero que lo llevaba de vuelta a Asunción después de presidir un acto de campaña en Concepción, la noche del 2 de febrero de 2013. Oviedo buscaba llegar al poder en los comicios presidenciales de abril.
Traducción de Jaime Arrambide
Maiá Menezez
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