Un récord de 4,5 millones de norteamericanos renunciaron a sus trabajos en noviembre
La cifra es superior a los 4,2 millones de octubre y es la más alta en dos décadas; está muy por encima del promedio desde que hay registros, que ronda entre los dos y tres millones
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WASHINGTON.- Alrededor de 4,5 millones de trabajadores estadounidenses renunciaron a sus trabajos en noviembre de 2021, una cifra que no solo bate récords, sino que es interpretada de manera positiva por el mercado laboral, en tanto evidencia una fuerte recuperación económica tras la recesión sufrida los últimos dos años por la pandemia del coronavirus.
En su encuesta mensual sobre vacantes y rotación laboral, el martes el Departamento de Trabajo de Estados Unidos informó, además, que los empleadores ofrecieron 10,6 millones de puestos vacantes en noviembre, por debajo de los 11,1 millones de octubre, números que siguen siendo altos en comparación con los estándares históricos.
El sondeo también reflejó que en noviembre se contrataron a 6,7 millones de personas, frente a los 6,5 millones de octubre.
Según Nick Bunker, el director de investigación de Indeed Hiring Lab -un equipo internacional de economistas que analiza el mercado laboral a nivel global- las renuncias de noviembre se concentraron en el rubro de hotelería y gastronomía, y se trató de empleos con bajos salarios.
“Muchos renuncias significan un mayor poder de negociación de los trabajadores, lo que probablemente se traducirá en fuertes ganancias salariales”, dijo. “El crecimiento de los salarios fue muy fuerte en 2021, y ... podríamos ver más de lo mismo en 2022″, agregó.
Bunker advirtió que los números recopilados datan de antes de que la variante ómicron del Covid-19 se expandiera en Estados Unidos, y que la tendencia podría ser afectada por la nueva cepa. “Si bien cada ola sucesiva de la pandemia causó menos daño económico, todavía existe un riesgo para el mercado laboral debido al aumento actual de casos”, dijo.
La disparada de casos ha obligado a las aerolíneas a cancelar vuelos, a las empresas a retrasar los planes de vuelta a la oficina y a los distritos escolares a volver temporalmente a la enseñanza virtual. Bajo este contexto, algunos especialistas afirman que la última oleada de Covid-19 prolongará la incertidumbre económica, aunque es demasiado pronto para predecir cómo se verá afectada a la inflación, el gasto o la disponibilidad de empleo.
Preocupación por la inflación
Lo que sí se supo, a partir de una encuesta realizada a 5365 adultos para The New York Times por la consultora Momentive, es que la inflación es una de las principales preocupaciones de los estadounidenses. Casi nueve de cada diez encuestados dicen estar al menos “algo preocupados” por la inflación, y seis de cada diez están “muy preocupados”.
El estado de alerta traspasa las fronteras generacionales, raciales e incluso partidistas: el 95% de los republicanos, el 88% de los independientes y el 82% de los demócratas hacen referencia al asunto.
“Prácticamente el único grupo de personas que dice estar mejor ahora que hace un año es el de las personas que han recibido un aumento de sueldo que iguala o supera la inflación”, explicó Laura Wronski, investigadora científica de Momentive.
Pero no son muchos: solo el 17% de los trabajadores afirma haber recibido aumentos que se ajustan a la inflación del último año, la mayor parte del resto afirma haber recibido aumentos inferiores a la subida de los precios o no haber recibido ningún aumento y el 8% de los encuestados dice haber sufrido un recorte salarial.
En efecto, según datos oficiales, el índice de precios del consumidor de Estados Unidos subió un 6,8% en noviembre -un máximo de casi cuatro décadas-, en tanto los ingresos medios por hora aumentaron un 4,8%.
“Gran Renuncia”
Aún así, existe una franja de personas que sí experimentó un rápido crecimiento salarial y abandonó voluntariamente sus puestos de trabajo en noviembre, al conseguir mejores oportunidades.
Se trata de 4,5 millones de trabajadores. Esta cifra es superior a los 4,2 millones de octubre y es la más alta en las dos décadas de registro que lleva el Gobierno. La tasa de abandono ha sido especialmente importante en la hostelería y otros sectores de bajos salarios, donde la fuerte demanda ha dado a los trabajadores la posibilidad de buscar un empleo más remunerado.
En abril de 2020, a pocos meses de haber iniciado la pandemia, se registró el pico más bajo de renuncias en los últimos ocho años, con 2,11 millones de empleados que decidieron dejar su trabajo, más de la mitad de quienes hoy eligen hacerlo.
El promedio de renuncias se ha mantenido durante las últimas dos décadas entre los dos y los tres millones mensuales, y desde la baja tasa registrada a comienzos de 2020, ha escalado exponencialmente hasta los números de hoy.
Bunker, de Indeed Hiring Lab, explicó en qué consiste la llamada “Gran Renuncia”. Según dijo el consultor, “esta historia se refiere a que los trabajadores con salarios más bajos encuentran nuevas oportunidades en un mercado laboral que se reabre y las aprovechan”.
Aunque la economía se perfile en repunte, solo el 21% de los adultos encuestados dijo que sus finanzas estaban mejor que hace un año, lo que supone un descenso con respecto al 26% de la pregunta formulada un año antes, y la confianza general de los consumidores se encuentra en el nivel más bajo en casi cinco años.
Ese contraste subraya el extraño y contradictorio momento al que se enfrenta la economía estadounidense después de dos años de trastornos económicos inducidos por la pandemia.
Cierres iniciales
El mercado laboral estadounidense se está recuperando de la breve pero intensa recesión del coronavirus del año pasado. Cuando se descubrió el virus, los gobiernos ordenaron cierres inmediatos, los consumidores se quedaron en casa y muchos negocios bajaron la persiana o recortaron horas de actividad.
Frente a la crisis, los empleadores eliminaron más de 22 millones de puestos de trabajo en marzo y abril de 2020, y la tasa de desempleo se disparó al 14,8%.
Pero la inversión gubernamental masiva y el lanzamiento de vacunas hicieron que la economía comenzara a repuntar.
Tras desplomarse en las primeras semanas de la pandemia, el gasto de los consumidores se recuperó rápidamente y acabó alcanzando niveles récord, impulsado por cientos de miles de millones de dólares en ayudas federales. Las empresas, golpeadas por los repentinos reveses, se esforzaron por mantener el ritmo de la demanda, lo que provocó atascos en la cadena de suministro, escasez de mano de obra y aumento de los precios.
En esta línea de crecimiento entorpecido, los empleadores han agregado 18,5 millones de puestos de trabajo desde abril de 2020, lo que aún deja a Estados Unidos con 3,9 millones de puestos de trabajo por debajo de lo que tenía antes de la pandemia. La tasa de desempleo ha caído hasta el 4,2%, cerca de lo que los economistas consideran pleno empleo.
Agencia AP y The New York Times
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