Un pueblo sin nombre
Perdidos en el centro del Sahara, entre el calor y las moscas, son víctimas de las fronteras artificiales, establecidas por los europeos en el medio de la nada.
El caso del país tubu es hoy como el de Ruanda, pero en pequeño, en el desierto y sin publicidad.
Un poco de historia: hace casi exactamente 30 años, en 196-1967, la aparición de una guerrilla en el Norte del Chad, en el centro mismo del Sahara, desconcertó por completo a la opinión internacional.
Secuestros y asesinatos de europeos hicieron muy peligrosa la región dominada por los efectivos del Frente Nacional de Liberación (Frolinat), formado por los tubu y sus aliados, las Fuerzas Armadas del Norte, compuestas por la pequeña minoría árabe del Chad. Ambos grupos, musulmanes.
El líder de los tubu era un noble, Goukouni Oueddei, hijo del tercer Drerdé del Tibesti (lo más parecido a un rey que tienen los tubu). El brazo derecho de Oueddei era Hissene Habré, un plebeyo, hijo de pastores, que había concluido estudios de derecho.
Miseria extrema
¿Qué había lanzado a la guerra al Frolinat de los tubu y sus aliados árabes? Veamos. Los tubu viven en uno de los lugares más miserables de la tierra, en pleno desierto y en condiciones tan extremas que uno de sus clanes comía moscas hasta principios de siglo.
Entre oasis y oasis hay arena, rocas, calor y verdaderos enjambres de moscas.
La única presencia humana era, en la zona, la de los tubu, nómades, libérrimos, amantes de largos viajes por el desierto para comerciar, saquear y hasta curiosear. Y de repente, los tubu se encontraron con la aparición, como hongos en medio de la nada, de puestos aduaneros y policiales que lkes impedían, por razones para ellos misteriosas, recorrer su propio país inhóspito.
Durante milenios habían tenido que vérselas con la naturaleza. Ahora se enfrentaban a un enemigo peor: la burocracia.
División arbitraria e incómoda
Se les exigía pagar impuestos y mostrar papeles. Todo, porque las potencias coloniales habían dividido su país entre otros cuatro: Libia, Níger, Sudan y Chad (Chad, donde está el 90% de los tubus).
Trabados para llegar a los mercados y para conseguir, según la zona, dátiles, trigo o sal, se encontraban prisioneros en una creación artificial -Chad- con una población cristiana o pagana a la que los tubu sólo conocían como traficante de esclavos.
La ignorancia mutua era tal que sólo en 1960, con la independencia de Chad, el presidente N`garta Tombalbaye (de la tribu sara, del Sur) hizo su primer contacto con los tubu, sus flamantes "compatriotas".
La presencia francesa en el Norte de Chad -precisamente territorio tubu-, que duró hasta 1964, impidió, desde el primer momento de la artificiosa creación del país, que las cosas se complicaran. Pero se fueron los blancos y vino la guerra.
Al presidente de Chad, Tombalyé, lo asesinaron en 1976. Un par de años más tarde la ofensiva del Frolinat llevó a la presidencia a Oueddei, el noble tubu.
En 1982, el brazo derecho de Oueddei, el plebeyo Habré que había estudiado abogacía, se apoderó de la presidencia con el apoyo norteamericano, sudanés, egipcio y, hasta cierto punto, francés.
Las fuerzas leales a Oueddi consiguieron apoyo de Libia, que ocupó la mitad norte de Chad, esto es todo el territorio tubu y algo más.
Los años siguientes fueron testigos de complicadísimos sucesos:
- Miterrand impulsó una misión militar francesa "de paz y derecho", comandada por los EE.UU., que permitió a Habré completar su control sobre el Sur del Chad.
- Aquella misión franco norteamericana había dado a Habré armas y apoyo técnico, pero Francia, empeñada en guardarse cartas en Africa, se reservó el control de la aviación militar.
- Habré, para mantener el control de las tribus sureñas nombró comandante del ejército a un musulmán de esa región, Idrissi Devy.
- Drevy traicionó a habré y apoyó a un jefe sureño separatista, Oumar, pero fracasó y debió huir a su país natal, Sudán (ejemplo de las absurdas fronteras legadas por Europa).
- Sin embargo, en 1990, Drevy insistió y logró derrocar a Habré. Drevy fue apoyado por Francia, que había decidido quetarle a Habré su apoyo aéreo.
- Libia, empero, siguió ocupando el Norte de Chad, aliada con los tubu. Francia negoció con el presidente libio, Muhammar Khadaffi, y el año último logró que las fuerzas libias se retiraran casi por completo del territorio tubu de Chad.
Verdaderos intereses
¿Por qué tantos países intervinieron en las complejas intrigas de una nación pequeña y pobrísima como la tubu?
Es que, al encontrarse situadas en el desierto norteño del Chad, así como en las tierras tropicales del Sur, se halla precisamente en el centro vital de Africa, por donde cruzan todas las rutas. Es decir, el país tubui está en una posición de gran interés estratégico.
Alguien tenía que pagar la factura de semejantes intereses, y le tocó hacerlo a los tubu.
Las tribus del Sur del Chad, por fin con las manos libres, comenzaron una "limpieza étnica" (no una matanza genocida) en territorios de los tubu. Estos huyeron, en lamentables condiciones, masivamente a Níger y en parte a Libia.
No hay cifras ciertas, pero son numerosas las denuncias de violaciones a los derechos humanos de los tubu. Ellos no han dicho aún su última palabra.
De blasones, camellos y asnos
Los tubus son amantes del arte del blasón al que llaman arbi. No tienen, por supuesto, escudos de armas pero sí símbolos familiares propios de cada clan. Estos símbolos son aplicados al ganado y corresponden a la familia del padre. A veces, como en Occidente, incorporan el blasón materno o de alguna antepasada más lejana pero, por respeto al padre, no se suele hacer en vida de éste. En general, se acostumbra, por otra parte, marcar con el blasón paterno a los camellos y con el materno a los asnos.
"Esta marca de la que los tubu se muestran muy orgullosos, la dibujan por doquier, sobre las rocas, en el mango de su látigo y durante las charlas la dibujan con los dedos sobre la arena" (Chapelle).
Gracias a estos blasones singulares -que usan también otros pueblos de Africa- es posible ubicar a los propietarios de las bestias y también, dado que son invariables -como en Occidente- reconstruir la historia y movimento de los clanes.
Misterio étnico
Los tubus son un pueblo negro que habita en el centro del Sahara y cuya existencia se remonta a miles de años. Jean Chapelle, viejo conocedor del desierto, y autor del mejor libro sobre ellos, indica que vienen de una mezcla antiquísima entre blancos y negros. Su tipo es curioso: su piel es oscura pero no tienen pelo crespo, sus pómulos son salientes, su nariz recta y puntiaguda y sus labios ligeramente gruesos pero no trompudos. No se dan nombre a sí mismos -cada tribu usa el propio- y el de tubu, utilizado por la mayoría de sus vecinos, ha sido adoptado entre los estudiosos.
No se conoce en verdad su historia, excepto los relatos genealógicos, que no pasan de 400 años, aunque se cree que los etíopes trogloditas de Heródoto serían tubus. Ocupan un territorio inmenso, un cuadrado casi tan grande como la Argentina y han intervenido con frecuencia en la vida de sus vecinos. Pueblo duro en extremo, aventureros tubu han fundado dinastías y reinos en varios países vecinos. De una de ellas, convertida al Islam en el siglo XI, se cree que descienden los Derdés del Tibesti. El testimonio del italiano Petragnani que pasó cuatro años cautivo y que narra el embalsamamiento de los modestos sultanes de Taizerbo -así los llama- conservados en una sala digna "de museo egipcio" originó la famosa novela de Pierre Benoit "La Atlántida".
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