Un póster de la película El Padrino y otros hallazgos en las guaridas del capo de la Cosa Nostra detenido después de 30 años
Estaba colgado en el salón de su último escondite, donde también se hallaron cuentas, apuntes y documentos; en su vida de fugitivo Matteo Messina Denaro gastaba 10.000 euros por mes
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ROMA.– Amante del lujo, la grandes marcas y las mujeres, Matteo Messina Denaro, el hombre más buscado de Italia que fue capturado el lunes pasado después de 30 años en la clandestinidad, vivía con orgullo eso de ser el capo de todos los capos, probablemente el último, de la Cosa Nostra, la mafia siciliana.
Tanto es así que en el escondite donde vivió en los últimos meses en un departamento del pueblo de Campobello di Mazara, fue hallado un póster de El Padrino, el personaje interpretado por Marlon Brando en la famosa película de Francis Ford Coppola.
Enmarcado, el póster con el rostro de don Vito Corleone se encontraba en el salón de la guarida, donde también fueron hallados perfumes caros, zapatos y ropa de marca, pastillas de viagra, preservativos y, en su escritorio, una agenda, carpetas, apuntes.
Matteo Messina Denaro, el último gran padrino de la Cosa Nostra, tenía en su refugio un póster de Marlon Brando en ‘El Padrino ‘de Coppola. pic.twitter.com/VeFZdZfdUu
— Daniel Verdú (@DaniVerdu) January 19, 2023
El hombre más buscado de Italia y condenado en ausencia a al menos 20 penas de prisión perpetua por los magnicidios de los jueces antimafia Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, en 1992, entre otros homicidios y atentados, en su vida de fugitivo gastaba 10.000 euros por mes. Se trataba bien, no había renunciado a la bella vita, salía a comer en restaurantes buenísimos y a comprarse ropa de marca en Palermo, tal como destacó el diario La Repubblica, que precisó que evidentemente el padrino se sentía seguro en Campobello di Mazara.
En este pueblo que queda muy cerca de Castelvetrano, donde nació, en provincia de Trapani, en efecto, en los últimos días fueron encontradas por los carabineros otras dos guaridas. Una de ellas tenía un búnker detrás de un ropero, donde se encontraron joyas de un valor aproximado de un millón de euros. La otra guarida, la tercera, es un departamento vacío donde Messina Denaro - capturado el lunes pasado al ingresar a una clínica privada de Palermo donde se estaba tratando un cáncer de colon-, vivió hasta junio del año pasado.
El capo mafia –encerrado ahora en una cárcel de máxima seguridad de l’Aquila–, era ordenado. Meticulosamente guardaba documentos, recibos, cuentas y un diario donde apuntaba todo. De hecho, se hallaron números, siglas y post-it que podrían ser, según los investigadores, un código, como tuvo en su momento Bernardo “Binnu” Provenzano, su antecesor al frente de la cúpula de Cosa Nostra.
Aunque aún no fue hallado el tesoro más preciado, es decir, el archivo que los magistrados buscan, donde estarían los documentos que guardaba el capo de todos los capos de la Cosa Nostra que le declaró la guerra al Estado, Salvadore Totó Riina, sobre los que hablaron colaboradores de la justicia. “Todo ha sido entregado a Matteo Messina Denaro”, dijo el arrepentido Antonino “Nino” Giuffré, ex miembro de la cúpula.
Los investigadores están tratando de derrumbar ese paredón de omertá, es decir, de silencio mafioso, que reina en Sicilia, donde la caída de Messina Denaro significó un antes y un después en la lucha contra la criminalidad organizada.
Pero en Castelvetrano, donde nació el capo y donde aun viven su madre y una de sus hermanas, la gente está dividida. Dio mucho que hablar, en efecto, un hombre que, entrevistado por un programa televisivo de Rai3, dijo que había sido “un error” la detención de Messina Denaro. “Siempre estuvo acá y para mí fue un error arrestarlo, durante 30 años todos se beneficiaron: ¿ahora ya no es bueno esto?”, se preguntó.
“Aquí el mito de Matteo Messina Denaro lo hemos vivido porque fue una autoridad a nivel psicológico. Poderoso e invisible, intocable hasta el lunes, el padrino supo transmitir una imagen de gran hombre de poder criminal y patrimonial”, admitió a La Stampa Paolo Pace, neuropsiquiatra infantil y de la adolescencia al frente de la Unidad Operativa de Castelvetrano. “Él era como la panacea y su figura aleteaba en los discursos de muchos adolescentes”, reconoció.
No por nada apenas hubo treinta personas, ayer, en una manifestación en favor de la legalidad y contra la mafia convocada por Giuseppe Cimarosa, un sobrino de Messina Denaro, frente a uno de los escondites hallados del hombre que usaba el alias de Andrea Bonafede.
“¿Poca gente? No sé qué decir, probablemente aquí las personas le tienen miedo”, explicó Cimarosa, hijo de Rosa Filardo, prima de primer grado de Messina Denaro y cuyo padre, Lorenzo, antes de morir en 2017, colaboró con la justicia.
Director de teatro ecuestre, Cimarosa siempre le dijo no y habló en contra de la criminalidad organizada enquistada en su tierra y en su familia: “Rebelarse a la mafia y celebrar este arresto es un deber de los sicilianos honestos”, dijo. Y en esa manifestación con tan sólo treinta personas y muchos periodistas, destacó que “quizás, la gente ahora necesita un poco de tiempo para razonar y encontrar un poco de coraje”. “Entiendo que para mucha gente es un poco difícil exponerse, pero es necesario –agregó–. La mafia basa su fuerza en el miedo de la gente”.
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