Un operativo de rescate en Argelia termina en tragedia: 30 rehenes muertos
El ejército lanzó un ataque para liberar a 190 secuestrados en una planta de gas, tomada por terroristas islámicos en represalia por la intervención francesa en Mali
ARGEL.- En una de las mayores crisis internacionales de rehenes en décadas, por lo menos 30 secuestrados murieron ayer en Argelia -cinco de ellos occidentales- por la ofensiva del gobierno para liberar a 190 personas en una planta de gas , tomada anteayer por terroristas islámicos en represalia por la intervención francesa en Mali.
Los detalles de la operación de rescate del ejército argelino, que duró ocho horas, y la cantidad de muertos aún no fueron confirmados oficialmente por las autoridades.
Según la agencia Reuters, entre las víctimas había ocho argelinos, dos japoneses, dos británicos y un francés. También habrían muerto 11 islamistas.
Además, se cree que los terroristas, vinculados a Al-Qaeda, y liderados por el argelino Mokhtar Belmokhtar (ver página 3), aún mantienen a rehenes en la planta, según informó la agencia estatal APS.
El ataque de las fuerzas argelinas, que se negaron a negociar con los extremistas, fue duramente cuestionado por la mayoría de los líderes occidentales, que no fueron informados de antemano del operativo de rescate ni tampoco del saldo final de víctimas.
Por su parte, el presidente francés, François Hollande, dijo que el drama de los rehenes mostró que tuvo razón en enviar 1000 soldados a Mali para respaldar al gobierno local, que lucha contra los extremistas islámicos, que ya controlan el norte del país.
El premier británico, David Cameron, que pospuso un esperado discurso de hoy sobre la relación de su país con Europa para centrarse en la crisis de los rehenes, advirtió que podían esperarse "más malas noticias" de Argelia.
El secuestro
La crisis comenzó anteayer cuando un grupo terrorista vinculado a Al-Qaeda secuestró a 40 extranjeros de distintas nacionalidades (japonesa, estadounidense, francesa, irlandesa, británica, noruega, etcétera) y a 150 argelinos en una planta de gas en In Amenas, en el este de Argelia y cerca de la frontera libia.
Los islamistas afirmaron haber tomado la planta de gas en respuesta al apoyo de Argelia a la intervención militar francesa en Mali, ya que el país magrebí autorizó a los franceses a sobrevolar su territorio.
La planta gasífera, que queda en el medio del desierto de Sahara, es operada por la empresa argelina Sonatrach con las compañías británica British Petroleum (BP) y noruega Statoil,
El ataque fue reivindicado por un grupo terrorista que se hace llamar "los que firman con sangre" (en árabe Al-Muthalimin) y es dirigido por Belmokhtar, quien en su momento se desvinculó de la rama de Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI).
Antes de tomar la planta de gas, los terroristas atacaron un ómnibus que transportaba a los empleados hacia el aeropuerto.
La escolta policial consiguió repeler el asalto, pero en el ataque murieron por lo menos un británico y un argelino, y otras seis personas resultaron heridas.
Luego del asalto al ómnibus, los terroristas tomaron la planta de gas y separaron a musulmanes y occidentales, autorizando a la mayoría de los primeros a moverse por el complejo, mientras que los segundos fueron encerrados, maniatados y filmados en cautiverio.
Un rehén no identificado, que habló con la cadena France 24 bajo anonimato, dijo que los prisioneros occidentales habían sido obligados a portar cinturones con explosivos y que sus captores los habían amenazado con hacer estallar la planta.
Los jihadistas afirmaron haber llegado de Mali (a más de 1200 kilómetros), pero el ministro del interior argelino, Dahou Ould Kablia, negó esta información y dijo que los terroristas habían entrado a Argelia por la frontera con Libia.
"Falta de claridad"
Por el momento, las consecuencias de la operación militar son confusas. El vocero del gobierno argelino, Mohammed Said, sostuvo que hubo "varios muertos y heridos" entre los rehenes y que muchos terroristas habían sido "neutralizados".
En la cercana ciudad de In Amenas, unos 1300 kilómetros al sur de Argel, fuentes extraoficiales describieron la situación en el hospital local como un "pandemonio" de heridos y rehenes que habían logrado escapar por sí mismos.
Por su parte, durante la mañana, los terroristas dijeron a la agencia de noticias mauritana ANI que 35 secuestrados y 15 captores murieron durante el bombardeo del ejército.
Estados Unidos dijo estar "profundamente preocupado por cualquier pérdida de vida inocente", pero no quiso evaluar el operativo hasta tener "claridad" sobre los hechos.
En tanto, Japón exhortó a Argelia a que cese inmediatamente la operación militar y Noruega expresó su malestar ante la falta de noticias.
Agencias Reuters, AFP, EFE y DPA
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