Un nuevo shock para Corea del Sur: otro expresidente fue condenado por corrupción

SEÚL.- El expresidente surcoreano Lee Myung-bak (2008-2013) fue condenado hoy en Seúl a 15 años de cárcel por corrupción y desvío de fondos, y se convirtió en el segundo exmandatario del país en ser condenado este año por cargos similares y en el cuarto que es condenado tras su mandato.

Seis meses después de la sentencia contra la ex presidenta Park Geun-hye, Lee, de 76 años, fue declarado culpable por corrupción y desvío de fondos por un tribunal del distrito central de Seúl. "Tomando todo en cuenta, un severo castigo es inevitable para el acusado", declaró el juez en una audiencia transmitida por televisión.

La justicia lo consideró culpable de recibir sobornos del grupo Samsung para que otorgue el perdón presidencial al presidente del conglomerado surcoreano Lee Kun-hee, que había sido condenado por evasión fiscal.

Lee Myung-bak dijo estar "aterrado" por esas acusaciones y afirmó que había otorgado el perdón al presidente de Samsung, que era entonces miembro del Comité Olímpico Internacional (COI) para que pudiese defender la obtención de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2018, que se llevaron a cabo en febrero en Pyeongchang.

El tribunal anunció su decisión, pero el expresidente que llegó a la política luego de una larga carrera en Hyundai, no asistió a la lectura del veredicto. Además de la pena de cárcel, el exmandatario fue condenado a pagar una multa de 13.000 millones de wones (unos 10 millones de euros).

El político conservador no acudió a la lectura del fallo a modo de protesta, aunque sus abogados alegaron también motivos de salud. Lee Myung-bak, que fue detenido en marzo, calificó a las acusaciones en su contra como una "venganza política" del actual Gobierno de izquierda liberal liderado por Moon Jae-in.

En agosto, un tribunal de apelaciones condenó a 25 años a su sucesora conservadora Park por corrupción y otros delitos. A diferencia de Lee, la exmandataria fue destituida a fines de 2016 por el Parlamento cuando todavía estaba en el cargo.

En Corea del Sur los expresidentes terminan generalmente detenidos una vez que dejan el cargo, con frecuencia luego de una alternancia en el poder. Tanto es así que los cuatro exmandatarios aún con vida fueron condenados. Lee es el último de los dirigentes de Corea del Sur en completar la lista, al haber resultado implicado en una investigación criminal sobre comisiones y sobornos que ascienden a millones de dólares.

Anteriormente, otros expresidentes, Chun Doo-hwan y Roh Tae-woo, habían sido condenados en la década de 1990 por traición y corrupción. En cuanto al predecesor de Lee, Roh Moo-hyun, se suicidó al ser citado en un caso de corrupción.

Agencias DPA, AFP y AP

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