El 11 de enero de 2020, los medios estatales chinos informaron sobre la primera muerte oficial por coronavirus. El hombre de 61 años que falleció era un cliente habitual del mercado de Wuhan, según reportó la comisión de Salud de aquella ciudad del centro de China, donde presuntamente se originó el primer brote de la enfermedad en diciembre del año pasado.
A 260 días del primer deceso, aún sin vacuna ni una cura efectiva, el mundo superó el millón de muertos por el Covid-19. Aunque la cifra –que equivale a casi un tercio de la población uruguaya y casi el triple de los habitantes de Islandia– es impactante, muchas más personas mueren a raíz de otras enfermedades cada año.
Las patologías cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo y en 2017 se cobraron la vida de 17,79 millones de personas, según el estudio The Global Burden of Disease, publicado ese año en la revista médica The Lancet. Respecto a las enfermedades infecciosas más letales, figuran las respiratorias (3,91 millones), las infecciones del tracto respiratorio inferior (2,56 millones), las afecciones diarreicas (1,57 millones) y la tuberculosis (1,18 millones). Las enfermedades digestivas aparecen entre las más graves con 2,38 millones, pero solo en algunos casos se originan por un virus o bacteria.
Sin embargo, aún no terminó el año y el coronavirus ya superó en número de decesos al SIDA, que en 2019 ocasionó la muerte de aproximadamente 690.000 personas en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud, aunque en su pico máximo, en 2004, las muertes superaron los tres millones.
"Pienso que vamos a ser capaces de disponer de una vacuna eficaz, con lo que esperaría que luego de eso, el Covid-19 no sea una causa relevante de muerte, como el VIH, la malaria o TBC para los que no se dispone de una vacuna. En eso, soy optimista", afirmó a LA NACION Juan Pablo Torres, infectólogo y académico de la facultad de Medicina de la Universidad de Chile.
La letalidad del coronavirus
Como sucede con otras enfermedades, la letalidad del coronavirus –la proporción de personas que mueren entre los infectados en un período y área determinados– varía de país en país, e incluso de ciudad en ciudad, aunque el promedio mundial es del 3% aproximadamente.
El país con más muertes per cápita por coronavirus del mundo es San Marino; le siguen Perú, Bélgica, Andorra, España, Bolivia, Brasil, Chile y Ecuador. En términos absolutos, después de Estados Unidos, se ubican Brasil, la India, México, Reino Unido, Italia, Perú, Francia, España e Irán. En tanto, el país con la tasa de letalidad más alta del planeta es Yemen (28,9%), según datos de la Universidad Johns Hopkins.
La Argentina es el decimocuarto país con más muertes por coronavirus del mundo y ocupa la posición 21 en decesos per cápita. Con la nueva herramienta de gestión de sistemas informáticos, la provincia de Buenos Aires tiene a partir de ahora un índice de letalidad por coronavirus del 3,2% y el país, del 2,70%.
¿Cómo pueden evolucionar estos índices en el mundo? "En base a lo que se ha observado en pandemias anteriores, es esperable que sigan ocurriendo más muertes, en especial si la respuesta inmune generada por el virus no se asocia a una protección contra la enfermedad duradera en el tiempo. Por eso, la necesidad de contar con una vacuna segura y eficaz es indispensable para acortar esta evolución esperada, que puede ser de varios años si se espera el curso natural, con subidas y bajadas en el número de muertes hasta que posteriormente el virus pasa a ser endémico, con una circulación mantenida, pero en general a un bajo nivel", explicó Torres.
Alemania, Gran Bretaña, Estados Unidos, China y Rusia son las potencias con proyectos más competitivos en la carrera por encontrar una vacuna, pero hasta el momento no hay fechas concretas para que puedan ser suministradas a la población.
Respecto a la proyección, y ante la consulta de AFP sobre la posibilidad de llegar a los 2 millones de fallecimientos, Michael Ryan, director de situaciones de emergencia de la OMS, respondió: "Si no hacemos todo lo posible, ese número no es solamente posible sino desgraciadamente muy probable". Y remató: " El tiempo de actuar es ahora".
El día más trágico
Todavía resta mucho por conocer sobre el virus. Entre las evidencias, ya demostró en todo el planeta que golpea con mayor virulencia a los mayores de 60 años y a los pacientes con enfermedades preexistentes como diabetes e hipertensión. También se constató que la incidencia es mayor en los hombres.
Desde el inicio de la pandemia, los números de fallecidos son catastróficos. El peor día tuvo lugar el 29 de abril: durante esa jornada se reportó el pico de muertes con 10.485 decesos.
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