Un ícono cultural de los 80

Con sus políticas intransigentes, su determinación férrea, sus peinados abombados y su bolso de mano, la líder británica fue una fuente inagotable para comediantes, dramaturgos, novelistas y hasta compositores que la amaron o, en la mayoría de los casos, la odiaron

• Sátiras
  
  Las políticas de libre mercado de Thatcher desataron una ola de furia creativa de sus detractores, una generación entera de comediantes británicos. Un segmento famoso mostraba a Thatcher y a sus ministros reunidos para una cena. Ella pedía un bife. "¿Y no va a pedir verduras?", preguntaba la moza. "Comerán lo mismo que yo", respondía ella
• Oposición musical
  
  El pop fue político en los tiempos de Thatcher, cuando la severa división social de los 80 encendió una llama de furia musical. Elvis Costello incluso llegó a imaginar la muerte de Thatcher en "Tramp the Dirt Down", en la que decía: "Cuando por fin te entierren me pararé sobre tu tumba y aplastaré la tierra abajo’’. El ex vocalista de The Smiths, Morrissey, fue aún más lejos al fantasear con "Margaret en la guillotina"
• Inspiración literaria
  
  Thatcher fue mencionada en varias novelas que se desarrollan o fueron escritas en la década de 1980. En el libro de Salman Rushdie de 1988 Los versos satánicos aparecía como el personaje de la "Señora Tortura"
• Figura en cine y teatro
  
  La transformación de Thatcher en un personaje de teatro y cine comenzó poco después de que asumió el poder. En la versión más aclamada y reciente, Meryl Streep encarnó a la envejecida política en La dama de hierro

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