Un destino predilecto para los argentinos
Tailandia es visitada al año por 30 millones de turistas de todo el mundo
Playas de postal, templos budistas, naturaleza exuberante, un pueblo amable y la dosis justa entre modernidad y exotismo hacen de Tailandia uno de los destinos preferidos para los turistas de todo el mundo, con números de visitantes que hasta ahora no dejaban de crecer año tras año.
Según datos del Departamento de Turismo tailandés, el país recibió 30 millones de visitantes en 2015, y para este año tenía previsto recibir otros 35 millones.
Un poco más del 50% de visitantes extranjeros provienen del nordeste de Asia (siendo la mayoría chinos), mientras que los europeos ocupan el segundo puesto en cuanto a lugar de procedencia.
Para los argentinos, que también viajan hasta más de 24 horas para aterrizar en suelo tailandés, el antiguo reino de Siam representa la puerta de entrada al sudeste asiático y a vecinos como Laos, Camboya o Malasia.
Según datos de la embajada de Tailandia en Buenos Aires, alrededor de 30.000 argentinos ingresan en Tailandia por año. Los ciudadanos de nuestro país no necesitan visa para ingresar.
Sí en cambio es obligatorio presentar ante las autoridades el certificado de la vacuna contra la fiebre amarilla.
Los destinos que eligen son Bangkok y las playas del sur, especialmente los que viajan de luna de miel.
En líneas generales, Bangkok suele ser el punto de largada del circuito para todos los turistas. En la capital tailandesa conviven enormes centros comerciales con mercados flotantes, templos, palacetes, el espectacular Gran Palacio Real y un tránsito caótico.
Los lugares elegidos
Más allá de esta gran ciudad, los turistas enfilan hacia las playas de Hua Hin (elegidas tradicionalmente por la realeza y donde explotaron algunas de las bombas en las últimas horas), la paradisíaca isla de Phuket (también blanco de los atentados), Ko Samui (otra isla con playas de arena fina y aguas turquesa) o Chiang Mai (en el Norte, famoso por sus templos budistas y por el parque de elefantes).
También las islas de Phi Phi son uno de los refugios más buscados por el turismo, sobre todo desde que saltaron a la fama por ser el escenario de la película La playa, una de las producciones en las que participó Leonardo DiCaprio que más rápido pasó al olvido.
De hecho, el creciente aluvión de visitantes tiene en jaque al frágil ecosistema del archipiélago, con anclas de barcos y buceadores que han destruido los arrecifes de coral, además de lanchas de motor que contaminaron el ambiente marino.