La OMS alerta que la variante delta está camino de convertirse en la dominante a nivel global
La versión supercontagiosa del virus, que se detectó el año pasado en la India, complica la salida de la pandemia en varias regiones
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WASHINGTON.- El coronavirus tiene la costumbre de desbaratar hasta los planes mejor pensados. Ahora, la variante delta, la versión supercontagiosa del virus que se detectó el año pasado en la India, vino a cambiar las reglas del juego justo cuando el mundo iba hacia la puerta de salida de la pandemia.
La científica jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Soumya Swaminathan, advirtió el viernes que la variante delta se está convirtiendo en la dominante de la enfermedad a nivel global. ”La variante delta está en camino de convertirse en la dominante a nivel global por el aumento de su transmisibilidad”, dijo en una conferencia de prensa.
Esta semana, durante la cumbre del G-7, el primer ministro británico, Boris Johnson, anunció que el largamente planificado levantamiento de todas las restricciones en Inglaterra, previsto para el 21 de junio, se postergará cuatro semanas más, debido a la rápida propagación de esa variante, que actualmente representa el 90% de los nuevos casos en Gran Bretaña.
“Ya conocemos la lógica perversa del crecimiento exponencial de los casos”, dijo Johnson al mencionar el aumento de casos, y agregó que postergando la reapertura hasta el 19 de julio se salvarían miles de vidas.
La mejor evidencia de esa lógica perversa se manifestó hace apenas cuatro semanas, cuando la India sufrió los devastadores efectos de un brote de la variante delta. Y si bien los nuevos casos diarios en la India han bajado desde su pico -récords diarios de 400.000 casos a principios de mayo-, siguen siendo alarmantemente altos, con alrededor de 62.000 nuevos contagios reportados este último miércoles.
Durante su parte informativo online del miércoles, Maria Van Kerkhove, jefa técnica de la Organización Mundial de la Salud (OMS), dijo que la variante delta ha sido detectada en más de 80 países alrededor del mundo y que los expertos en salud pública están monitoreando de cerca la aparición de cualquier nueva mutación.
La semana pasada, los funcionarios de Estados Unidos dijeron que la variante delta representa el 6% de los nuevos casos de ese país, y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) la agregaron a su lista de “variantes de preocupación”.
Tal vez la delta todavía no haya trastocado los planes de reapertura de Estados Unidos, pero sumada al lento avance de la vacunación de las últimas semanas, algunos expertos reclaman cautela.
“Quienes viven en lugares del país con bajos niveles de vacunación, o quienes no están vacunados, son claramente vulnerables, porque la variante delta es básicamente un Covid con anabólicos”, dice Andy Slavitt, alto exasesor de respuesta al coronavirus del gobierno de Biden.
El gran problema es que el coronavirus se ha extendido tanto que tiene muchas oportunidades de mutar, tantas como personas sin inmunidad se va encontrando a su paso. La OMS lleva rastreadas más de 50 cepas diferentes. Aunque la mayoría no son más preocupantes que las existentes, cuatro han sido etiquetadas como “de especial preocupación”, una de los cuales es la B.1.617.2, nombre científico de la variante delta.
Más infecciosa
Los investigadores están estudiando de cerca la variante delta desde octubre pasado, cuando fue detectada por primera vez en la India. Pronto descubrieron que delta tiene dos mutaciones en la proteína espicular que permite al coronavirus adherirse a las células sanas. Esas mutaciones potenciaron su infecciosidad.
Según las autoridades del Reino Unido, la delta es un 60% más contagiosa que la alfa, la variante detectada por primera vez en Gran Bretaña. También hay algunos estudios que sugieren delta causa mayores tasas de hospitalización, aunque la evidencia al respecto es aún muy limitada.
La buena noticia es que las vacunas siguen siendo efectivas para proteger de la variante delta a los que tienen ambas dosis de la vacuna.
Los estudios del Reino Unido muestran que las vacunas Pfizer-BioNTech y AstraZeneca-Oxford son altamente efectivas para proteger contra el desarrollo sintomático de la enfermedad cuando se administra el régimen completo de dos dosis (con tasas de eficacia del 88% y 60%, respectivamente). Sin embargo, con una sola dosis, la eficacia de ambas vacunas cae al 33%.
Por eso ahora los gobiernos presionan para asegurarse de que la población reciba ambas dosis. En Gran Bretaña, donde en un principio el gobierno había preferido postergar la aplicación de la segunda dosis, ahora se alienta a los residentes a completar su esquema de vacunación.
Y ya se están viendo algunos resultados: Gran Bretaña ha inmunizado completamente a casi el 45% de su población, un poco por encima de Estados Unidos.
Aunque la aparición de la variante delta es producto de un proceso natural, hay factores artificiales que contribuyeron a su propagación. En Gran Bretaña, la decisión de priorizar la primera dosis puede haberse convertido en un búmeran. Muchos críticos del gobierno también dicen que las restricciones a los viajes desde la India se implementaron demasiado tarde, por especulación política.
Incluso en la India, la propagación generalizada de la variante delta, hace tres meses, puede haberse debido a una combinación de factores: relajamiento de las restricciones por parte del gobierno y un arranque lento de la vacunación. Aún hoy, la India le ha aplicado ambas dosis a solo el 3,5% de su población, en parte debido a los graves problemas de suministro global.
La variante delta es un bache en la ruta de escape de la pandemia. Y tal vez Gran Bretaña no sea el primer país que tiene que levantar el pie del acelerador de la reapertura para redoblar la vacunación con la esperanza de pasar a la delantera.
Pero también deberá darse un debate más amplio, no solo sobre cómo frenar la propagación a corto plazo de la variante delta dentro de las fronteras nacionales, sino fundamentalmente sobre cómo frenar la propagación global, para impedir de antemano la proliferación de variantes aún peores.
Los casos están aumentando en muchas partes del mundo. En toda África, se produjo un aumento del 44% en el número de casos semanales, dijeron el miércoles los funcionarios de la OMS. Hasta mayo, según Nacione Unidas, ese continente había recibido menos del 2% del suministro mundial de vacunas.
Aunque en la cumbre del G-7 las naciones ricas se comprometieron a avanzar en el reparto de dosis, los expertos creen que no será suficiente para zanjar la brecha, y es justamente ese déficit el que puede dar lugar a la aparición de variantes aún más nocivas que la delta.
Como dijo el miércoles Van Kerkhove, de la OMS: “Lo que tenemos que evitar es que el virus se modifique tanto que volvamos a quedar en el punto de partida. Y para eso hay que frenar al máximo los contagios ahora”.
The Washington Post y agencia Reuters
Traducción de Jaime Arrambide
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