Un canadiense, detrás del secuestro
El primer ministro de Argelia señaló que un ciudadano de ese país coordinó el ataque y que los terroristas tenían un conocimiento detallado de la planta de gas
ARGEL.- Dos días después de terminada la peor crisis internacional con rehenes en décadas, el primer ministro argelino, Abdelmalek Sellal, ofreció ayer detalles de la toma de la planta de gas en el Sahara, y afirmó que entre los militantes había un canadiense, que además habría coordinado el ataque.
"Había un canadiense entre los militantes. Él estaba coordinando el ataque", dijo el premier en una conferencia de prensa.
La toma de rehenes que duró cuatro días y que terminó con la intervención de las fuerzas especiales argelinas finalmente dejó un saldo de 37 extranjeros de ocho nacionalidades muertos, además de un argelino y 29 integrantes del comando salafista fallecidos. Otros tres de los rebeldes fueron capturados con vida, después de que la planta de gas cercana a la frontera con Libia fuera recuperada el sábado pasado.
En tanto, el Departamento de Estado norteamericano confirmó ayer que tres estadounidenses se cuentan entre los trabajadores extranjeros que murieron en el ataque.
Algunos datos todavía eran difíciles de confirmar, debido a que aún había cuerpos calcinados que impedían realizar con éxito las tareas de reconocimiento. En tanto, las fuerzas argelinas seguían patrullando la zona, a 1300 kilómetros de la capital del país.
Sellal informó también que "numerosos extranjeros fueron abatidos de un disparo en la cabeza" y que los atacantes llevaban preparando el asalto desde hacía dos meses, que tenían un plano detallado del complejo gasístico, así como armamento pesado y sofisticado.
"Los primeros datos de los interrogatorios de los terroristas capturados con vida confirman que los asaltantes salieron hace dos meses de la ciudad de Aguelhok, en el norte de Mali, se desplazaron a Níger, se reagruparon en Libia y lanzaron su ataque", indicó el premier.
Según Sellal, los terroristas pertenecían todos al grupo "Los que firman con sangre", de Mokthar Belmokthar, uno de los fundadores de Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI). Con la toma de la planta, buscaban presionar para que Francia pusiera fin a su ofensiva contra los combatientes islamistas en la vecina Mali.
El primer ministro argelino dijo también que inicialmente los atacantes habían tratado de secuestrar un ómnibus que transportaba a trabajadores extranjeros a un aeropuerto para tomarlos como rehenes. "Ellos comenzaron a disparar y recibieron una firme respuesta de los soldados que escoltaban el vehículo; fracasaron en su intento", explicó.
Ayer se conocieron también nuevos relatos de sobrevivientes argelinos, quienes revelaron que los asaltantes recibieron ayuda de personas que se encontraban en el interior de la planta. "Tenían cómplices en el lugar, ya que conocían las habitaciones de los expatriados y todos los detalles del funcionamiento de la base", relató uno de los testigos.
El sangriento episodio constituyó un revés a la confianza en la seguridad de la industria de la energía argelina, vital para el desarrollo del país. Además, puso el foco de la atención en los militantes islamistas que operan en la región del Sahel.
Una toma mortal
El ataque a la planta de gas dejó decenas de muertos
67 MUERTOS
- Extranjeros
El asalto dejó 37 extranjeros muertos de ocho nacionalidades; aún hay diez desaparecidos - Argelinos
Un ciudadano local falleció en la toma de rehenes - Militantes
29 integrantes del comando islamista murieron y tres fueron capturados
Agencias Reuters, AFP, EFE y ANSA
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