Un avión ruso se estrelló en Ucrania y dejó 170 muertos
Un rayo alcanzó la nave y causó su caída; entre las víctimas hay 37 niños
SUKHA BALKA, Ucrania.- Un avión ruso Tupolev-154 (Tu-154) se incendió y estrelló ayer al este de Ucrania, aparentemente después de haber sido alcanzado por un rayo, en un accidente en el que murieron las 170 personas que se encontraban a bordo, entre las cuales había 37 niños.
Las autoridades rusas descartaron inmediatamente la posibilidad de que el avión, que volaba entre la localidad turística de Anapa, en la costa del Mar Negro y San Petersburgo, la segunda ciudad rusa, hubiera sufrido un ataque terrorista. "No fue un atentado", dijo Leonid Blyayev, director interino del Ministerio de Situaciones de Emergencia en San Petersburgo.
El accidente se produjo poco después de que se desbaratara en el Reino Unido un complot para hacer estallar aviones de línea en vuelo hacia Estados Unidos, lo que derivó en un incremento exponencial de los recaudos de seguridad de las aerolíneas.
En el momento del siniestro -el mayor en cuanto a víctimas que afectó a la insegura aviación rusa en los últimos 10 años y el tercero en lo que va del año- dominaba la zona una fuerte tormenta, con relámpagos y ventarrones, dijeron fuentes oficiales rusas en la ciudad ucraniana de Donetsk, ubicada a 640 kilómetros de Kiev, la capital, y a 45 kilómetros al sur de la localidad de Sukha Balka, donde cayó la aeronave.
"Desafortunadamente, creemos que nadie sobrevivió", dijo la vocera del Ministerio de Situaciones de Emergencia, Irina Andriyanova.
"La nave con seguridad fue alcanzada por rayos", dijo Andriyanova en televisión. "Luego de caer, se despedazó y estalló en llamas", añadió.
Sin embargo, el Ministerio de Situaciones de Emergencia ucranio dijo que el avión sufrió un incendio en su interior antes de caer, afirmó su vocero Igor Krol.
Vasily Nalyotenko, vicedirector de Pulkovo Airlines, la firma que operaba la nave de diseño soviético Tu-154, dijo que había 170 personas a bordo, entre ellas 10 miembros de la tripulación y 39 niños.
"Se emitió un S.O.S. desde 11.700 metros y luego nuevamente a los 3000 metros", dijo Anatoly Samoshin, otro vicedirector de la aerolínea. "Hubo una frase incomprensible. No entendimos qué se dijo. A los 3000 metros finalizaron las comunicaciones", agregó.
Ayer los equipos de rescate enfriaban los pequeños restos ardientes de la aeronave repartidos a lo largo de un barranco y un bosque en las afueras de la aldea de Sukha Balka, al este de Ucrania. Un motor quemado yacía en el campo y trozos del fuselaje con los colores de Pulkovo, que es la cuarta aerolínea de Rusia, resaltaban en un claro.
En el aeropuerto de San Petersburgo, psicólogos y médicos atendieron a los allegados a las víctimas, a los que les midieron la presión arterial y les repartieron calmantes. Una escena similar se vio en el aeropuerto de Anapa. El avión Tu-154, que data de los tiempos de la Unión Soviética, es el "caballo de batalla" de la mayoría de las aerolíneas que operan en los ex estados soviéticos. "El Tu-154 es un avión muy robusto. Se necesitaría de mucho daño para que no sobreviviera", dijo desde Londres el especialista David Learmount.
De 1000 aeronaves de este modelo fabricadas cuando aún existía la Unión Soviética, unas 28 se perdieron por accidentes, en una estadística normal por la cantidad, años de servicio y tecnología de este tipo de avión, que entró en servicio en 1972. Sin embargo, el Tu-154 opera en regiones con un control de tráfico aéreo que dista del ideal y con condiciones climáticas extremas.
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