Un avión privado logró llegar al espacio
El SpaceShipOne alcanzó una altitud de casi 101 kilómetros; ahora deberá repetir la hazaña con dos pasajeros
MOJAVE.-En lo que marcó un verdadero hito en la historia de la exploración espacial, el avión cohete estadounidense SpaceShipOne (SS1) concretó ayer el primer vuelo al espacio enteramente financiado con capitales privados.
Unos 90 minutos después de desprenderse del fuselaje del avión de propulsión a chorro White Knight, el SS1 alcanzó la increíble altura de 100,095 kilómetros sobre el desierto de Mojave, en el estado norteamericano de California, según datos de radar.
Luego de permanecer alrededor de tres minutos en el espacio exterior, la nave planeó suavemente de regreso a la Tierra, hasta que finalmente aterrizó a las 8.15 (hora local), en medio de los aplausos y la ovación de cientos de periodistas y más de 10.000 aficionados.
"Es una imagen extraordinaria, Mike", dijo la misión de control al experimentado piloto del SS1, Michael Melvill, de 62 años, cuando la nave planeaba en lentos círculos cerca del aeropuerto de Mojave, unos 160 kilómetros al norte de Los Angeles.
Más tarde, ubicado en la pista de aterrizaje junto al avión, un emocionado Melvill sostuvo que el viaje fue "una experiencia casi religiosa".
"Pude ver la curvatura de la Tierra. Tuve una vista maravillosa desde los 95 o 100 kilómetros de altura", dijo Melvill, que incluso tuvo tiempo para abrir un paquete de confites y observar cómo quedaban suspendidos en el interior de la cabina debido a la falta de gravedad.
La aventura que cambió para siempre los límites de la aeronavegación comercial, abriendo la posibilidad de que se desarrolle el turismo espacial, había comenzado a las 6.45 (local), cuando el exótico White Knight despegó en un vuelo en espiral que demoró una hora en alcanzar una altura de alrededor de 13.800 metros.
Al llegar a ese punto, el White Knight liberó al SpaceShipOne, hasta ese momento adosado a su fuselaje. Fue entonces cuando Melvill encendió el cohete -alimentado por una mezcla de caucho y óxido nitroso- para que el SS1 pudiera ascender hasta la atmósfera superior a una velocidad de Mach 3, equivalente a unos 3380 kilómetros por hora.
Una vez cumplido el objetivo, las alas del SS1 giraron unos 70° para guiar a la nave de regreso a la Tierra, de modo que el fuselaje frenara el descenso en la atmósfera superior.
Desde la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés), el astronauta Mike Fincke opinó que el paso dado por el SpaceShipOne fue "fantástico".
"En cierta forma, estamos todos juntos en este asunto, con la esperanza de que la humanidad pueda salir del planeta y explorar las estrellas", reflexionó en nombre de la tripulación de la ISS.
Melvill sólo lamentó que el ingeniero aeronáutico Burt Rutan -diseñador del SS1 y del White Knight- y el multimillonario cofundador de Microsoft Paul Allen -que aportó los más de 20 millones que costó la misión- no pudieron acompañarlo en el vuelo inaugural.
Rutan, un pionero de la aviación y dueño de la empresa Scaled Composites Development -en la que Melvill se desempeña como vicepresidente y piloto de pruebas-, dijo que lo más notable del vuelo fue que, tras ascender a la atmósfera superior, el avión logró retornar a la Tierra sin ningún problema.
En cambio, los transbordadores espaciales requieren amplios mecanismos de control por computadoras a fin de mantener la estabilidad durante el reingreso en la atmósfera.
La recompensa
Ahora, Rutan y los integrantes de su equipo son los favoritos para ganar los diez millones de dólares del Premio Ansari X, cuyo objetivo es impulsar el desarrollo comercial de los vuelos espaciales.
Para lograrlo, deberán repetir la hazaña de ayer aunque esta vez el SpaceShipOne deberá llevar tres personas. Otros 26 proyectos -entre ellos el argentino Gauchito (ver aparte)- están registrados en la competencia.
También la NASA está interesada en el proyecto, según Michael Lembeck, director de la Oficina de Exploración de Sistemas de la agencia espacial estadounidense. La NASA no ha realizado vuelos espaciales desde el accidente que el 1° de febrero de 2003 se cobró la vida de los siete tripulantes del transbordador Columbia.
"Necesitamos personas como Burt Rutan que tengan ideas innovadoras que nos llevarán a la luna y a Marte", sostuvo.
En su larga carrera como piloto, Melvill estableció varios récords nacionales y mundiales de altitud y velocidad a bordo de más de 100 tipos diferentes de aviones y helicópteros. Nacido en Sudáfrica, pero con residencia en California desde la década del setenta, ya cumplió 6460 horas de vuelo y también construyó dos aviones.
Su socio Rutan alcanzó la fama cuando ganó el Collier Trophy, por el diseño del avión Voyager, que en 1986 logró dar la vuelta al mundo sin escalas y sin reabastecerse de combustible.
El nuevo desafío de este ingeniero es demostrar que los vuelos espaciales no constituyen un monopolio de los gobiernos. "Los vuelos en órbita llegarán antes de lo que nos imaginamos. Queremos que nuestro hijos puedan ir a otros planetas", señaló.
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