Un ataque inspirado en la islamofobia de EE.UU.
Breivik seguía de cerca las ideas de la ultraderecha norteamericana
WASHINGTON.- Los islamófobos de Estados Unidos son objeto estos días de un minucioso escrutinio público después de que saliera a la luz que el autor confeso del doble ataque en Noruega, Anders Behring Breivik, se inspiró en su incendiaria retórica.
El manifiesto de 1500 páginas del ultraderechista noruego, que defendió operaciones "brutales y sobrecogedoras" para frenar la "colonización islámica en marcha de Europa", demuestra que Breivik seguía de cerca el acalorado debate sobre el islam en Estados Unidos.
El texto, que plagia también el manifiesto escrito en 1995 por el terrorista norteamericano Ted Kaczyinski (conocido como Unabomber), cita en más de 60 ocasiones al autor y bloguero Robert Spencer, que cree que el islam tradicional contiene "elementos violentos y de supremacía".
Además de Spencer, el ultraderechista noruego se inspiró en islamófobos como Daniel Pipes y Pamella Geller, que sostiene que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, es hijo ilegítimo de Malcolm X, el legendario activista negro que se convirtió al islam y murió asesinado en 1965.
El propio título del documento, "2083. Declaración de independencia europea", parece haberse inspirado en el blog estadounidense "Las puertas de Viena", que hace referencia al asedio sufrido por la ciudad en 1683 por parte del Imperio Otomano.
La batalla, de la que en "2083" se cumplirán 400 años, marca el comienzo del declive del Imperio Otomano en Europa y supuso, a los ojos de Breivik, un triunfo clave del cristianismo europeo contra la influencia islámica.
El que Breivik encontrara inspiración "intelectual" a este lado del Atlántico preocupa a los expertos antiterroristas, que creen que Estados Unidos no presta suficiente atención al radicalismo de derecha.
Extrema derecha
"Llevo haciendo este trabajo 20 años y nunca había visto una amenaza tan grande como ahora", dijo Daryl Johnson, ex analista del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, que dirige ahora una consultora especializada en la extrema derecha.
Johnson mencionó, en ese sentido, que los ataques a pequeña escala de grupos ultraderechistas contra mezquitas, oficinas del gobierno y otros objetivos en todo el país están aumentando.
"Muchos de esos sucesos sólo llaman la atención a nivel local y no nacional", señaló el experto, que cree que el gobierno norteamericano está demasiado concentrado en el terrorismo islámico.
"Hay cientos de expertos que analizan la amenaza musulmana y sólo unas docenas especializados en terrorismo no islámico", dijo Johnson, autor de un informe de 2009 que indicaba que la victoria del primer presidente negro y la recesión podían incrementar la amenaza ultraderechista.
El informe, muy criticado por los conservadores en el Congreso, se retiró rápidamente de circulación y llevó al Departamento de Seguridad Nacional a reducir de seis a dos el número de analistas especializados en militancia no islámica.
"Creo que nos cuesta trabajo admitir que tenemos un problema en nuestra propia casa", indicó Johnson, quien cree "muy probable" que Estados Unidos sufra un atentado similar al de Oslo.
Devin Burghart, vicepresidente del Instituto para la Investigación y Educación sobre Derechos Humanos con sede en Seattle, se muestra también alarmado con la tendencia.
Burghart dice no tener dudas de que el joven noruego de 32 años encontró su munición ideológica en Estados Unidos.
Pero el experto va más allá, al referirse a una "red transatlántica de islamófobos y racistas". Mencionó, en ese sentido, las conexiones de Breivik con el grupo de extrema derecha británico Liga de la Defensa Inglesa (EDL) y los foros virtuales neonazis suecos.
"Eso muestra que tenemos que prestar más atención a esa red transatlántica de odio y fanatismo", dijo Burghart, que tachó de "irresponsable" el que grandes canales de televisión, como Fox News, den espacio a ideas radicales como las de Geller.
Al igual que Johnson, Burghart cree que la posibilidad de un atentado como el de Noruega en Estados Unidos es real, dada "la retórica que deshumaniza a los inmigrantes y a los musulmanes".