Un argentino, en la elite de las FARC
Tiene 35 años y es ideólogo de la temida columna Teófilo Forero
Facundo Molares Schoenfeld, un joven de 35 años nacido en San Miguel, provincia de Buenos Aires, aún está lejos de tomar por asalto el poder y establecer un régimen comunista en un país latinoamericano, como lo hizo su héroe e inspirador, el argentino Ernesto "Che" Guevara. Sin embargo, sí tuvo sus propios "viajes de motocicleta": se movió por Ecuador, Cuba, Paraguay, Brasil, Perú, Chile y Bolivia, y finalmente optó por la selva colombiana, donde se transformó en el tercer extranjero que logró ingresar en la temida guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Los otros fueron la holandesa Tanja Nijmeijer y el chileno Manuel Olate Céspedes.
Hoy tiene un alto ascendente dentro de esta estructura rebelde: Molares, también conocido con el alias de "Camilo, el argentino", es uno de los cerebros de la columna móvil Teófilo Forero –el cuerpo de elite de las FARC– y se especializa en la infiltración de universidades. Su captura es requerida por la Fiscalía de Colombia, que lo acusa de los delitos de rebelión y asociación ilícita, y de administrar recursos relacionados con actividades terroristas, entre otros cargos.
Además, el jefe de la policía de Colombia, Oscar Naranjo, dijo que su fuerza está buscando más datos sobre Molares mediante contactos con Interpol y con las autoridades argentinas para saber si el guerrillero tiene antecedentes en otros países. De todos modos, fuentes judiciales de la Argentina dijeron a LA NACION que aún no hay un pedido de captura internacional contra Molares, para lo cual se requiere "un delito probado".
Aunque la infiltración parece ser la especialidad de "Camilo, el argentino", lo cierto es que es apenas una de las muchas tareas de la columna móvil a la que pertenece Molares. Conformada por los mejores guerrilleros y encargada de proteger al secretariado de las FARC, el órgano ejecutivo de la narcoguerrilla, tiene un campo de acción en todo el país, a diferencia de los bloques tradicionales de la fuerza rebelde, que operan en regiones específicas.
Desde su creación, en 1993, la columna secuestró aviones, atentó contra presidentes (en 2002 intentó infructuosamente acabar con la vida del entonces mandatario Alvaro Uribe), ejecutó y raptó a legisladores y gobernadores. También perpetró atentados con coches bomba en plena Bogotá, como el que hizo volar por los aires al exclusivo club El Nogal en 2003, dejando 36 muertos.
Según publicó el diario colombiano El Tiempo, Molares -hombre de confianza de Hernán Darío Velásquez Saldarriaga, alias "el Paisa", el jefe de la columna Teófilo Forero, considerado uno de los hombres más sanguinarios de Colombia- quedó al descubierto en febrero pasado.
Su presencia y actividad en Colombia fueron detectadas en un primer momento a principios de año gracias a datos suministrados por guerrilleros reinsertados y a informaciones obtenidas en la incautación de computadoras y dispositivos USB a los guerrilleros. Nada se supo de él hasta esta semana, luego de que fueron arrestados 10 estudiantes universitarios en Huila y Caquetá (sur de Colombia) por ser supuestos apoyos logísticos y políticos de la columna Teófilo Forero.
Los detenidos, uno de los cuales es el sobrino del jefe guerrillero Iván Márquez, miembro del secretariado, dijeron que recibían órdenes de Molares, que actúa como cerebro de la infiltración de la guerrilla en universidades y en las protestas que se producen en varias ciudades colombianas, como Bogotá, Cali, Medellín, Bucaramanga, Neiva y Florencia. Según las autoridades, "Camilo, el argentino" también está encargado de reactivar el Partido Comunista Clandestino de las FARC (PC-3) en el sur de Colombia.
"El PC-3 es la estrategia civil de las FARC -dijo a LA NACION desde Bogotá el analista político colombiano Francisco Miranda-. Son personas que trabajan en distintos sectores sociales, como estudiantes, maestros, profesores universitarios y empresarios que mantienen una fachada de actividades civiles y realizan una militancia política para las FARC."
"También proveen información a la guerrilla y generan apoyo logístico y de retaguardia, lo que implica, por ejemplo, conseguir medicinas y víveres para los frentes y bloques de las FARC que combaten en la parte rural del país", añadió.
Ahora bien, ¿quién es Molares? Según un comunicado oficial colombiano, integró en la Argentina "el Partido Comunista y el movimiento estudiantil y participó en sindicatos y juventudes comunistas por casi 11 años".
Sin embargo, fuentes del Partido Comunista Argentino (PCA) -cuyo secretario general, Patricio Echegaray, se entrevistó en 2005 con el entonces número dos de las FARC Raúl Reyes- afirmaron ayer a LA NACION desconocer que Molares haya pasado por esa organización.
Según El Tiempo, Molares ingresó al país legalmente en 2002, patrocinado por Javier Calderón, un jefe guerrillero que ingresó en forma constante a la Argentina a fines de los 90 para contactarse con organizaciones militantes nacionales.
Tal es así que Calderón, cuya presencia en el país preocupó al Gobierno en ese entonces y también a legisladores de la oposición, era considerado uno de los "embajadores" de la Comisión Internacional de las FARC que funcionó hasta 2002 en Paraguay, Uruguay y la Argentina.
Ese "embajador", cuyo verdadero nombre es Jairo Alfonso Lesmes Bulla y que fue arrestado en Colombia en 2008, habría recomendado el ingreso de Molares en la guerrilla más antigua de la región.
En una primera etapa, habría sido rechazado por el extinto "Mono Jojoy", el temido jefe militar de las FARC abatido el año pasado, quien lo consideró un infiltrado. Pero Molares insistió y finalmente consiguió ingresar en la cuarta compañía de la Teófilo Forero. Incluso, según El Tiempo, Raúl Reyes, abatido en Ecuador en 2008, recibió cuatro años antes mails desde la Argentina en los que le hablaban del interés de Molares de alistarse en la guerrilla.
En uno de ellos se cita a supuestas fuentes del PCA que afirman que Molares "no es un enemigo".
"La dirección del partido en la Argentina me pide le informe que un compañero, se llama Facundo Molares, quien fuera secretario de organización de juventud en Buenos Aires, se fue con la intención de ingresar en las FARC", afirma. "El PCA quiere informarle que el compañero no es un enemigo", añade. Ya en la guerrilla, tal habría sido la identificación de Molares con "el Paisa", líder de la Teófilo Forero, que hasta habría cambiado su apariencia para parecerse a él, según afirma el mismo diario: "El Argentino, que vestido de camuflado apareció en la liberación del concejal Armando Acuña a principios de este año [...], ya no tenía el cabello largo con el que llegó al país y su look , más guerrero [sic] y rapado, es una especie de clon del Paisa".
Diferencias
El caso de Molares difiere bastante del de los otros extranjeros de las FARC. Por caso, el chileno Olate Céspedes se encuentra en su país y Santiago negó su extradición en los últimos meses porque, a su juicio, su vinculación con las FARC no fue convenientemente acreditada por la fiscalía colombiana.
En el caso de la holandesa Nijmeijer -cuyo diario de combate, en el que denunció maltratos, fue secuestrado a la guerrilla y conmovió a toda Colombia en 2007-, las diferencias con Molares pasarían más por la visión de cada uno respecto del movimiento guerrillero.
Si bien Nijmeijer sigue, al igual que Molares, combatiendo en las FARC, forma parte de "una juventud europea que a veces ve a la guerrilla colombiana como si se tratase de Robin Hood", dijo Miranda.
En cambio, Molares "no viene a Colombia porque la izquierda en el Cono Sur esté oprimida. Yo veo en su participación una apuesta clara a la violencia y al terrorismo", añadió el especialista.
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