Ucrania sufre la falta de municiones: las gasta mas rápido de lo que Occidente puede producirlas
Para construir nuevas fábricas y escalar su producción, los productores de armas exigen grandes órdenes de compra a largo plazo y con garantía de pago; reunión de los ministros de Defensa de la UE
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BRUSELAS.– Ucrania está tan desesperadamente necesitada de municiones que sus fuerzas disparan muchos menos proyectiles de artillería de los que podrían utilizar en otras circunstancias, dice el ministro de Defensa ucraniano.
Pero así y todo los está gastando mucho más rápido de lo que Occidente puede producirlos o suministrarlos, y fabricar más proyectiles cuesta caro. Para construir nuevas fábricas y escalar su producción, los productores de armas exigen grandes órdenes de compra a largo plazo y con garantía de pago, y de todos modos esas fábricas recién entrarían en funcionamiento dentro de dos o tres años, o incluso más.
Con la esperanza de resolver estos problemas, los ministros de Defensa de la Unión Europea (UE) se reunieron en Estocolmo para evaluar la propuesta de usar el presupuesto de la UE para ordenar la compra de un millón de proyectiles para Ucrania, por un costo estimado de 4000 millones de euros.
Es una abordaje que Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, equiparó con el utilizado por Europa para asegurarse la provisión de vacunas a principios de la pandemia de Covid-19: aunar recursos para ofrecer más dinero por adelantado y así alentar a los fabricantes “a invertir ya mismo en nuevas líneas de producción de los productos estandarizados que Ucrania necesita con desesperación”.
Con eso en mente, la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, con el apoyo de Von der Leyen y del jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, presentaron su ambiciosa propuesta de comprar un millón de proyectiles para Ucrania.
Aparte de eso, Borrell propuso gastar 1000 millones de euros en los próximos meses para reembolsarle a los países que donaron municiones de artillería a Ucrania, y a la vez está presionado a los miembros de la UE para que hagan nuevas órdenes de compra para reponer los faltantes de sus propios arsenales y ampliar su stock, que ya está en niveles riesgosamente bajos.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, les dijo a los países miembros de la alianza atlántica que por ahora no se preocupen por la caída de sus propias reservas de armas y se olviden momentáneamente de los requisitos de la OTAN al respecto, ya que podrán reponer los faltantes más adelante. Pero el mes pasado también advirtió que “el tiempo de espera para la entrega de municiones de gran calibre aumentó de 12 a 18 meses”.
Inicialmente, el desafío de Ucrania era conseguir suficientes municiones de la era soviética para usar con las armas de su obsoleto arsenal. Pero en los últimos tiempos los países europeos están enviando armas occidentales modernas, que usan municiones de 155 milímetros, un tamaño diferente.
En una reciente carta a sus homólogos de la UE, el ministro de Defensa de Ucrania, Oleksiy Reznikov, argumenta que los esfuerzos para contener los actuales ataques rusos en Donbass se ven obstaculizados por la falta de municiones, y que Kiev necesitaba, como mínimo, 250.000 proyectiles de artillería por mes. También expresó que sus fuerzas estaban disparando apenas 120.000 por mes.
Pero las 12 empresas de 10 países de la UE que fabrican este tipo de proyectiles de artillería solo pueden producir 650.000 al año, y además esa cifra incluye otros tipos de municiones escasas, como las rondas de 120 milímetros que usan los tanques alemanes Leopard 2 y las rondas de 105 milímetros que usan los antiguos Leopard 1.
Estados Unidos ya envió a Ucrania alrededor de un millón de proyectiles de 155 milímetros de sus stocks, y los está reponiendo parcialmente con compras a Corea del Sur, que se niega a venderle directamente a Ucrania.
Esfuerzo
Pero Estados Unidos tampoco fabrica muchos proyectiles de 155 milímetros y está tratando de escalar su producción. Para los próximos meses pretende aumentarla de 14.400 a 20.000 rondas mensuales, con planes de fabricar 90.000 rondas al mes para 2025.
Todos esos números empalidecen frente a las verdaderas necesidades de Ucrania, por no hablar de la cantidad de proyectiles que Rusia dispara contra Ucrania, estimada en 10.000 por día, aunque a veces llega al doble, señala Borrell.
Rusia enfrenta su propia escasez de municiones, sus fábricas trabajan a destajo, y también ha tenido que reducir el número de proyectiles que dispara. A mediados del año pasado, en la región de Donbass, los rusos descargaban entre 40.000 y 50.000 proyectiles de artillería por día, mientras que los ucranianos disparaban entre 6000 y 7000.
Ucrania también necesita municiones para su flota de tanques T-72 de la era soviética, que las empresas occidentales no producen.
François Heisbourg, analista de defensa francés, elogió la idea de la compra conjunta de la UE, pero advirtió que aunque esté el dinero, Ucrania o sus proveedores occidentales tal vez no accedan a esas armas y municiones a tiempo.
“Llegar están llegando, pero no lo suficientemente rápido”, dice Heisbourg. “No es una cuestión de recursos o de dinero. Los 1000 millones de euros no son el problema, sino poner en marcha esas fábricas, y eso lleva tiempo”.
También preocupa que más allá de las coincidencias sobre la urgente situación, la burocracia de la UE termine demorando las cosas, señala Christian Mölling, director del Centro de Seguridad y Defensa del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores.
Según Mölling, sería mucho mejor y más rápido darle el dinero a Ucrania para que encargue las municiones que necesita directamente, sin pasar por Bruselas. “La UE debería hacer lo que mejor sabe hacer: dar dinero y no involucrarse en la burocracia de la compra de municiones”, apunta Mölling.
Las municiones no son el único problema, ya que también escasean repuestos, mantenimiento y personal capacitado, las mismas necesidades que se multiplicarán con la llegada de los avanzados tanques occidentales. “El flujo de suministros tendría que ser infinito”.
Mölling sugiere que la UE y sus Estados miembros podrían ayudar liberando las complicadas restricciones políticas –como las licencias de exportación para envíos de armas a Ucrania, que tienen como objetivo evitar que las armas caigan en las manos equivocadas–, y las regulaciones climáticas y de otro tipo sobre la producción de municiones.
Camille Grand, exsecretaria general adjunta de inversiones en defensa de la OTAN, dijo que el 80% de los proyectiles de 155 milímetros pueden dispararse con cualquier arma occidental, a pesar del requerimiento de certificación.
Según Grand, aumentar la producción en un 50% sería fácil con más turnos de trabajo, por más que a veces haya problemas de suministro de insumos claves. Pero aclara que para aumentar la producción en un 300% harían falta ingentes inversiones para construir más fábricas.
“El problema más urgente es la entrega de municiones, especialmente de proyectiles de 155 milímetros”, les dijo Borrell a los cancilleres de la UE. “Si fallamos en eso, el desenlace de la guerra está en peligro”.
Steven Erlanger
Traducción de Jaime Arrambide
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