Ucrania publicó un video de la incursión en Kursk y mostró la rendición de soldados rusos

KIEV.- El Ejército de Ucrania publicó las primeras imágenes oficiales de la incursión de sus fuerzas en la región rusa de Kursk, una operación -todavía en curso- protagonizada por cientos de militares que atravesaron hace diez días la frontera a través de la región ucraniana de Sumy, acompañados de varias columnas de vehículos blindados y lanzacohetes, a una escala sin precedente desde el comienzo de la invasión rusa en febrero de 2022.

Las imágenes fueron publicadas por el Mando de las Fuerzas de Asalto Aéreo de las Fuerzas Armadas de Ucrania en su página de Facebook, donde hablan de la incursión que comenzó el 6 de agosto como “un día que quedará en la historia de la guerra ruso-ucraniana”.

Según la descripción del video, “más de cincuenta rusos fueron capturados” en las primeras horas de la operación, que encabezó un grupo de asalto ucraniano, con el apoyo de artillería y vehículos blindados pesados.

“Al encontrarse con un intenso fuego de artilleros ucranianos y ver tanques ucranianos en el territorio del puesto fronterizo, los rusos tomaron la decisión correcta: izar la bandera blanca y rendirse ante los soldados ucranianos, dirigiéndose con sus heridos hacia la frontera con Ucrania”, dice la explicación del video, que muestra algunas de esas escenas de rendición.

“La preparación cuidadosa, la planificación, el factor sorpresa y el silencio informativo fueron claves durante la fase inicial de la operación”, explicó el mando ucraniano en la publicación. “Ahora todo depende -añade- de la resistencia que sean capaces de desplegar los militares ucranianos, pertenecientes a todas las ramas de las Fuerzas Armadas, que están implicados en la operación”.

La incursión relámpago, la mayor que sufre Rusia por parte de un país extranjero desde la Segunda Guerra Mundial, se desencadenó el 6 de agosto, cuando miles de tropas ucranianas cruzaron la frontera occidental de Rusia en un gran bochorno para el ejército de Putin.

Las fuerzas rusas han sido incapaces hasta el momento de expulsar la incursión ucraniana, que habría entrado unos 30 kilómetros en territorio ruso. El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, aseguró que unas 80 poblaciones de la región están bajo control de sus fuerzas.

Mientras tanto, el asesor presidencial ucraniano Mikhail Podolyak afirmó el viernes que la incursión era necesaria para convencer a Moscú de que iniciara conversaciones “justas”, e insistió en que Ucrania no tenía ningún interés en ocupar Kursk.

“Tenemos que infligir derrotas tácticas significativas a Rusia”, escribió Podolyak en Telegram y X. “En la región de Kursk, vemos claramente cómo se utiliza objetivamente la herramienta militar para convencer a la Federación Rusa de que entre en un proceso de negociación justo”.

Altos cargos ucranianos han afirmado en repetidas ocasiones que la soberanía y la integridad territorial de Ucrania deben respetarse plenamente en cualquier acuerdo de paz. Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022 y ahora controla cerca del 18% de su territorio.

El rol de la OTAN

Por su parte, un influyente asesor del presidente ruso Vladimir Putin afirmó el viernes que Occidente y la alianza de la OTAN liderada por Estados Unidos habían ayudado a planear el ataque sorpresa de Ucrania, algo que Washington ha negado.

Estados Unidos y las potencias occidentales, deseosas de evitar una confrontación militar directa con Rusia, dijeron que Ucrania no avisó con antelación y que Washington no estaba implicado, aunque se informó de que en suelo ruso fue usado armamento proporcionado por Reino Unido y Estados Unidos.

El veterano e influyente halcón del Kremlin Nikolai Patrushev rechazó las afirmaciones occidentales en una entrevista concedida al diario Izvestia.

“La operación en la región de Kursk también se planeó con la participación de la OTAN y de los servicios especiales occidentales”, dijo, sin aportar pruebas. “Sin su participación y apoyo directo, Kiev no se habría aventurado en territorio ruso”.

Las declaraciones implicaban que la primera incursión reconocida de Ucrania en territorio soberano ruso conllevaba un alto riesgo de escalada.

Putin presidió una reunión del Consejo de Seguridad de Rusia, en la que participó Patrushev, y dijo que el debate se centrará en las “nuevas soluciones técnicas” empleadas en la operación militar.

Kiev dijo el jueves que instaló un comandante militar en la zona que controla, mientras Rusia intensificaba sus ofensivas en el este del país. Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso afirmó haber repelido una serie de ataques ucranianos a lo largo de la línea del frente de Kursk.

Aunque el ataque ucraniano puso de manifiesto los puntos débiles de las defensas rusas y cambió la narrativa pública del conflicto, las autoridades rusas afirmaron que la “invasión terrorista” de Ucrania no cambiaría el curso de la guerra.

Rusia ha estado avanzando durante la mayor parte del año en el sector oriental clave del frente de 1000 kilómetros y tiene una amplia superioridad numérica.

Tras más de 10 días de combates, Ucrania mantiene al menos 450 km2 de territorio, o menos del 0,003% de Rusia. Pero para Putin, la incursión cruza otra línea roja.

Estados Unidos, que ha dicho que no puede permitir que Putin gane la guerra, considera hasta ahora que la incursión sorpresa es una medida de protección que justifica el uso de armamento estadounidense, dijeron funcionarios en Washington. No obstante, también expresaron su preocupación por las complicaciones a medida que las tropas ucranianas se adentren más en territorio enemigo.

Un funcionario estadounidense, que habló bajo condición de anonimato, dijo que si Ucrania comenzaba a tomar aldeas rusas y otros objetivos no militares utilizando armas y vehículos estadounidenses, podría verse como un estiramiento de los límites que Washington ha impuesto, precisamente para evitar cualquier percepción de un conflicto directo OTAN-Rusia.

El Ministerio de Defensa ruso publicó imágenes en las que se ve a un avión no tripulado ruso destruyendo un vehículo blindado de combate Stryker de fabricación estadounidense en la región de Kursk.

Agencias DPA, AFP y Reuters

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