Ucrania convocó al nuncio para protestar por los dichos del Papa sobre la “bandera blanca”
El ministerio de Relaciones Exteriores mandó a llamar al representante diplomático de la Santa Sede en Kiev para expresarle su decepción por las palabras del Pontífice; más críticas de parte de aliados pese a que el Vaticano aclaró que nunca se pidió una rendición, sino negocaciones para una tregua
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ROMA.- La declaración del papa Francisco, que dijo que Ucrania debería tener el “coraje de la bandera blanca y negociar” la paz con Rusia, no sólo siguió este lunes cosechando duras críticas, sino que causó un preocupante cortocircuito diplomático con Kiev.
En lo que significó una vuelta de tuerca, en efecto, Ucrania convocó al nuncio apostólico [embajador del Vaticano], en señal de protesta por esta frase que fue pronunciada en una entrevista mucho más amplia, donde uno de los ejes era el color blanco, que el Papa le concedió a un medio suizo el 2 de febrero pasado en el Vaticano, cuyos fragmentos fueron adelantados el sábado pasado.
“Visvaldas Kulbokas fue informado de que Ucrania está decepcionada con las palabras del pontífice sobre la ‘bandera blanca’ y la necesidad de ‘demostrar coraje y negociar’ con el agresor”, declaró el ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado. La diplomacia ucraniana acusó al papa de “legalizar la ley del más fuerte” y de animarlos a “seguir ignorando el derecho internacional”.
“El jefe de la Santa Sede debería haber enviado señales a la comunidad internacional sobre la necesidad de unir inmediatamente fuerzas para asegurar la victoria del bien sobre el mal, y lanzar un llamamiento al agresor, no a la víctima”, consideró Kiev, que no tuvo en cuenta que el Vaticano ya el sábado salió a aclarar que el Papa nunca pidió una rendición de Ucrania, sino que estaba planteando la necesidad de un alto el fuego y de negociaciones.
Monseñor Kulbokas, el nuncio convocado, ya este lunes tuvo una reunión con el jefe del departamento europeo de la cancillería ucraniana, que le transmitió los motivos de la protesta, según pudo saber LA NACION.
Ya antes de este gesto diplomático inequívoco, que significa malestar, sumándose a muchos otros indignados en Ucrania con las expresiones del Pontífice, el presidente, Volodimir Zelensky, le había reprochado a Francisco intentar mediar “entre quien quiere vivir y quien quiere destruirnos”.
“Le doy las gracias a los capellanes ucranianos que están con el ejército, con las Fuerzas de Defensa. Están en el frente, protegiendo la vida y la humanidad y apoyando con sus oraciones, palabras y actos. Eso es lo que hace la iglesia, estar con la gente, no en algún lugar a 2500 kilómetros mediando virtualmente entre quien quiere vivir y quien quiere destruirnos”, denunció Zelensky el domingo en su discurso nocturno diario.
Russian murderers and torture chambers are unable to march further into Europe because they are being held back by Ukrainians holding arms under the blue and yellow flag.
— Volodymyr Zelenskyy / Володимир Зеленський (@ZelenskyyUa) March 10, 2024
There used to be many white walls of houses and churches in Ukraine, but they have now been burned and… pic.twitter.com/PI5d5EPrY1
En la entrevista en el banquillo de la Radio Televisión Suiza (RTS), ante una pregunta sobre qué pensaba de quienes en Ucrania “piden el valor de rendirse, de mostrar la bandera blanca, mientras otros dicen que esto legitimaría a los más fuertes”, Francisco respondió: “Creo que es más fuerte quien ve la situación, quien piensa en el pueblo, quien tiene el coraje de la bandera blanca y negociar”. El Papa dijo también que “hoy se puede negociar con la ayuda de las potencias internacionales”, que “la palabra negociar es una palabra valiente” y pronunció otra frase que cayó como una bomba en Kiev: “cuando ves que estás derrotado, que las cosas no van bien, debes tener el valor de negociar. Te da vergüenza, pero ¿con cuántos muertos acabará? Negociar a tiempo, buscar algún país que medie. Hoy, por ejemplo, en la guerra de Ucrania, hay muchos que quieren mediar. Turquía, se ha ofrecido para ello. Y otros. No te avergüences de negociar antes de que empeore”. También destacó que “negociar nunca es rendirse”, sino que “es el coraje de no llevar al país al suicidio” y recordó el sufrimiento de los ucranianos durante la época de la Unión Soviética.
Las palabras papales, que evidentemente, si bien mal interpretadas por algunos, pusieron al centro del debate la necesidad de negociaciones, un tema hasta ahora fuera de discusión, recibieron este lunes críticas también de parte del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, que aseguró que “no es el momento de hablar de rendición de parte de los ucranianos” ya que “sería una tragedia para ellos y un peligro para todos nosotros”. “Si queremos encontrar una solución negociada duradera y pacífica, debemos lograr que haya respaldo militar a Ucrania”, agregó.
El canciller alemán, Olaf Scholz, ante una pregunta sobre el mismo tema, afirmó que no estaba de acuerdo con las declaraciones del Papa. “Con respecto a la guerra de agresión rusa contra Ucrania, la posición de Alemania es muy clara: Kiev tiene derecho a defenderse y puede contar con nuestro apoyo”, aseguró. Los obispos alemanes, por su parte, si bien tildaron de “infeliz” la formulación del Papa, aclararon, en línea con el Vaticano, que el Pontífice hablaba de una disponibilidad a las negociaciones y no de una rendición.
“Respaldamos el derecho a defenderse de Ucrania, respaldamos el plan de paz que Ucrania querrá implementar y sus esfuerzos para el fin del conflicto, pero hasta que esto ocurra es necesario que Vladimir Putin baje las armas y deje el territorio ucraniano y hasta ahora no vemos ninguna señal en este sentido”, afirmó, en tanto, el vocero del Departamento de Estado norteamericano, Matthew Miller, tras ser interpelado sobre el mismo argumento.
A la catarata de comentarios, por segundo día consecutivo también se sumó el Kremlin, cuyo vocero, Dmitry Peskov, consideró “bastante comprensible” el llamado del Papa a negociaciones para ponerle fin a la guerra en Ucrania. “Por desgracia, tanto las declaraciones del Papa como las reiteradas declaraciones de otras partes, incluida la nuestra, han recibido recientemente negativas absolutamente duras”, agregó.
La convocación del nuncio en Kiev por parte de la diplomacia ucraniana para protestar por el escándalo de la “bandera blanca”reflejó claramente el alcance de la enésima malinterpretación de las palabras del papa Francisco que, volvieron a explicar fuentes vaticanas a LA NACION, jamás pidió la rendición de Ucrania, sino que reclamó, como hace desde el primer día de la invasión, negociaciones para detener esa “locura” de la guerra. “Él sufre y está profundamente preocupado por la pérdida de vidas que está habiendo en Ucrania y que seguirá habiendo... Hay muchísima gente joven que están mandando al frente, en ambos lados”, dijo a LA NACION una fuente bien informada del Vaticano. “Es consciente del revuelo por sus palabras -agregó-, pero no se arrepiente para nada, las volvería a decir, porque insiste en que es urgente que haya negociaciones, no directas, sino con la ayuda de un intermediario que podría ser Turquía, para que se detenga este derramamiento de sangre que sólo beneficia a los vendedores de armas”.
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