Coronavirus: trasladan a Donald Trump a un hospital militar por precaución
MILWAUKEE, Wisconsin.- Cuando falta poco más de un mes para las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el presidente, Donald Trump, dio positivo por coronavirus y fue trasladado "con síntomas leves" en el helicóptero presidencial a un hospital militar de Washington, un giro dramático que sacudió la campaña en el país, alteró a la Casa Blanca y conmocionó al mundo.
La enfermedad de Trump, quien además de internarse comenzó un tratamiento para reforzar su sistema inmune con un cóctel experimental de anticuerpos, vitaminas y zinc y ayer estaba "fatigado, pero de buen espíritu", según su médico, forzó a todo el arco político a improvisar un recálculo en la recta final hacia una elección que tanto republicanos como demócratas han enmarcado como la más importante en la historia de Estados Unidos. Trump caminó hasta el helicóptero en el jardín sur de la Casa Blanca vestido de traje, corbata azul y con su cara cubierta por un barbijo. Levantó el pulgar para los fotógrafos.
"Gracias a todos por su tremendo apoyo. Voy al hospital Walter Reed. Creo que estoy muy bien, pero vamos a asegurarnos de que todo funcione", dijo Trump en un video grabado antes de dejar la Casa Blanca.
Los médicos de Trump decidieron trasladarlo al hospital militar Walter Reed por precaución. "El presidente Trump permanece de buen humor, tiene síntomas leves y ha estado trabajando durante todo el día. Por precaución, y por recomendación de su médico y expertos médicos, el presidente trabajará desde las oficinas presidenciales de Walter Reed durante los próximos días", dijo en un comunicado la vocera presidencial, Kayleigh McEnany.
El periódico The Washington Post informó que Trump tenía "una fiebre baja, tos, y congestión nasal", entre otros síntomas.
La enfermedad de Trump cayó como una verdadera bomba en medio de la campaña presidencial en Estados Unidos, y llenó de incertidumbre al país ante el temor y las dudas sobre el estado de salud del mandatario, de 74 años y obeso, dos condiciones que lo colocan dentro de la población de riesgo del coronavirus. La Casa Blanca informó el viernes por la tarde que Trump recibió "una dosis única de 8 gramos de cóctel policlonal de anticuerpos Regeneron", y que además tomó vitamina D, zinc, melatonina, famotidina y una aspirina diaria. Luego anunció el traslado al hospital militar Walter Reed, que tiene una suite especial disponible para el presidente que cuenta con múltiples salas para que el mandatario pueda instalarse y trabajar desde ahí, y pueda transitar un tratamiento desde el hospital.
Tonight, @FLOTUS and I tested positive for COVID-19. We will begin our quarantine and recovery process immediately. We will get through this TOGETHER!&— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) October 2, 2020
"Anoche, Melania y yo dimos positivo al test de Covid-19. Comenzaremos nuestra cuarentena y nuestro proceso de recuperación de inmediato. ¡Superaremos esto juntos!", había anunciado Trump en Twitter, en la madrugada del viernes.
La noticia llegó cuando faltan tan solo 32 días para las elecciones presidenciales en las que Trump aparece en desventaja en los sondeos frente al candidato demócrata Joe Biden, quien se sometió a un test y dio negativo, al igual que su mujer, Jill Biden. Trump apostaba a dar vuelta la campaña con una maratón de actos de campaña en el medio oeste y el sur del país. Pero ahora la enfermedad lo obligará a permanecer en la Casa Blanca, en Washington. El gobierno federal debió improvisar un frenético operativo de rastreo y contacto para garantizar que ninguna persona que tuvo contacto con Trump haya contraído el virus.
La campaña demócrata suspendió los avisos negativos, y Biden ensayó un llamado a la unidad y le deseo una pronta recuperación a Trump.
"Este no puede ser un momento partidista. Debe ser un momento estadounidense. Tenemos que unirnos como nación", tuiteó Biden antes de que Trump fuera al hospital.
Trump aparece en desventaja en los sondeos frente a Biden. El magnate apostaba a dar vuelta la campaña con una maratón de actos de campaña en el medio oeste y el sur del país, las dos regiones donde se disputa este año la presidencia. Pero ahora la enfermedad lo obligará a permanecer en cuarentena en la Casa Blanca en Washington.
Trump había anunciado anoche que una de sus asesoras más cercanas, Hope Hicks, había dado positivo al test de Covid-19. Hicks ha acompañado a Trump en sus últimos viajes de campaña, incluido el viaje a Cleveland esta semana para el debate con Biden. Trump y Melania se sometieron anoche a un test de Covid-19, y el presidente anunció luego el resultado en Twitter esta madrugada. "Acabo de hacerme un test y veremos qué pasa", había dicho Trump en una entrevista con Sean Hannity, de Fox News.
Hope Hicks, who has been working so hard without even taking a small break, has just tested positive for Covid 19. Terrible! The First Lady and I are waiting for our test results. In the meantime, we will begin our quarantine process!&— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) October 2, 2020
Un presidente en cuarentena
La Casa Blanca no dijo cuánto tiempo Trump permanecerá en el hospital. La salud del mandatario ya era fuente de dudas e incertidumbre. El contagio trastocó la campaña de Trump, que había hecho hercúleos esfuerzos por sacar la pandemia del coronavirus de la agenda. Trump, sus colaboradores más cercanos y su equipo llevaban semanas intentando dar vuelta la página, y llevando la conversación hacia otros temas: la recuperación de la economía, la "ley y el orden", el futuro de la la Corte Suprema y el riesgo que podría suponer para el estilo de vida estadounidense una presidencia de Biden, a quien Trump ató al socialismo.
Ese libreto se estrelló contra el resultado positivo de Trump al test del coronavirus.
Estados Unidos es el principal país afectado del mundo por la pandemia, con más de siete millones de casos y más de 207.000 muertes confirmadas.
Paradójicamente, Trump había dicho en los últimos días que Estados Unidos estaba "dando la vuelta con la pandemia". Trump ha minimizado la gravedad del virus desde el inicio de la crisis de salud, comparó al coronavirus con la gripe, y ha dicho varias veces que "se va a ir", a contramano de lo que indican los científicos. Al principio, Trump se negó a usar barbijo, y presionó a los gobernadores a que levantaran restricciones para recuperar la economía, y en uno de sus últimos actos de campaña dijo que "afecta a casi nadie".
Con todo, el impacto final que tendrá una "sorpresa de octubre" a tono con 2020 es aún muy incierto. Jair Bolsonaro y Boris Johnson, dos lideres que también contrajeron el virus, lograron recuperarse y vivieron un rebote en su popularidad al superar la enfermedad. Pero Trump tiene más años que ambos, y una evidencia de la preocupación sobre su salud fueron las especulaciones acerca de una eventual transferencia del poder a su vicepresidente, Mike Pence.
Para sus más fieles seguidores, Trump es una figura casi biblíca. En sus actos de campaña se ven banderas donde Trump aparece como Rambo o montado arriba de tanques de guerra, y sus más fanáticos simpatizantes lo consideran un enviado de Dios.
"Y solo quiero decir que el fin de la pandemia está a la vista y el próximo año será uno de los mejores años en la historia de nuestro país", había dicho Trump, hace apenas unos días, en un mensaje pregrabado para la Cena Al Smith, un tradicional evento en Nueva York para recaudar fondos para organizaciones de caridad católicas.
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