Trump presiona a Putin por una transición pacífica en Venezuela
WASHINGTON.- La llamada duró más de una hora, y en el abanico de temas sobresalió Venezuela. Días después de que fracasó la Operación Libertad, desplegada por la oposición para sacar del poder al régimen de Nicolás Maduro, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, discutió la crisis directamente con su par ruso, Vladimir Putin, luego de que Washington acusó al Kremlin de respaldar la férrea resistencia de Maduro.
Trump dijo que fue "una muy buena charla", y que Putin no quiere involucrarse "para nada" con la nación caribeña.
En medio de la escalada y ante la posibilidad latente de una intervención militar, Trump, según su vocera, presionó a Putin sobre "la necesidad de una transición pacífica".
"[Putin] no está mirando para nada involucrarse en Venezuela, aparte de que le gustaría que algo positivo ocurra en Venezuela. Me siento igual. Queremos enviar alguna ayuda humanitaria ahora mismo", dijo Trump a los periodistas, en el Salón Oval de la Casa Blanca, luego de la llamada telefónica con el jefe del Kremlin.
La comunicación ocurrió al cierre de una semana durísima en Venezuela, en la cual Estados Unidos acusó a Rusia de impedir que Maduro abandone el poder, y el régimen chavista desplegó una brutal represión en las calles del país para sofocar lo que tildó de un "golpe de Estado" liderado por el presidente encargado, Juan Guaidó.
Las declaraciones de Trump marcaron un agudo contraste respecto del contundente rechazo de su gobierno al férreo respaldo de Moscú a Caracas, y de Putin a Maduro, un lazo que abrió otro frente de tensión entre Estados Unidos y Rusia.
Además, reavivaron las acusaciones y sospechas que pesan sobre el presidente por su vínculo con el líder del Kremlin. Trump dijo que habló sobre la "farsa rusa" con Putin, en referencia al escándalo por la injerencia de Moscú en la elección presidencial de 2016. Cuando un periodista le preguntó si le dijo que no interfiera en los comicios estadounidenses, Trump respondió: "No discutimos eso".
Putin dijo que una interferencia en los asuntos internos en Venezuela y los intentos de "cambiar el poder por la fuerza en Caracas socavan las perspectivas de una recomposición política de la crisis", y que solo "los venezolanos tienen derecho a determinar el futuro de su país", según indicó el Kremlin.
Rusia, China y Cuba son los principales escudos internacionales del régimen de Maduro. El gobierno de Trump criticó en reiteradas ocasiones ese respaldo, al afirmar que le permitió al chavismo sostenerse en el poder e impidió una transición a una democracia.
En Venezuela hay unos 20.000 cubanos, según la Casa Blanca y la oposición venezolana, que operan para blindar a Maduro y responden a La Habana. El gobierno cubano lo niega.
A fines de marzo, Rusia envió un avión Antonov 124 con cientos de militares rusos. El consejero de Seguridad Nacional, John Bolton, calificó esa movida de "provocación".
"Rusia tiene que salir", dijo Trump en ese momento, al recibir en la Casa Blanca a la esposa de Guaidó, Fabiana Rosales.
El miércoles, cuando ya era evidente el fallido intento liderado por Guaidó para sacar a Maduro del Palacio de Miraflores, la Casa Blanca repitió en un comunicado que Rusia debía abandonar Venezuela y cesar su respaldo al régimen chavista.
Relaciones
El secretario de Estado, Mike Pompeo, reiteró luego ese mensaje en una llamada con el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov. El Departamento de Estado dijo que Pompeo "enfatizó que la intervención de Rusia y Cuba es desestabilizadora para Venezuela" y para la relación entre Washington y Moscú.
Un día antes, Pompeo había dicho que Maduro tenía un avión listo para abandonar Venezuela y volar a Cuba, pero que "los rusos indicaron que debía quedarse". Pero el Kremlin insistió en su postura: acusar al gobierno de Trump de meterse en los asuntos de otro Estado soberano y advertir sobre las "drásticas consecuencias" que tendrá la "continuación de pasos agresivos" por parte de la oposición liderada por Guaidó.
Ayer, casi a la par de las declaraciones de Trump en el Salón Oval, Bolton reiteró una vez más que Rusia y Cuba dejen de interferir en el futuro de Venezuela.
"Solo el pueblo venezolano puede determinar el futuro de Venezuela", tuiteó Bolton. "Maduro solo se está aferrando al poder gracias al apoyo de Rusia y Cuba, las únicas fuerzas militares extranjeras en Venezuela. Sin la interferencia extranjera, el proceso democrático en Venezuela estaría en marcha", agregó.
Pero Trump pareció ofrecer otro tono y otra lectura. Además de Venezuela y el escándalo de Rusiagate y la investigación del fiscal especial Robert Mueller, Trump dijo que también discutió con Putin la situación en Corea del Norte, Ucrania y el control de armas nucleares.
En Washington, hubo quienes vieron en el tono de las declaraciones de Trump una nueva luz de alerta a Maduro, al sugerir que la prolongada discusión con Putin puede ser, en realidad, un reflejo de que Moscú y Washington están avanzando hacia una solución para resolver la crisis.
La vocera presidencial, Sarah Sanders, reiteró la ya tradicional amenaza de Washington a Maduro: "Todas las opciones están sobre la mesa".
Ayer, Pompeo, Bolton y el secretario de Defensa interino, Patrick Shanahan, mantuvieron un encuentro en el Pentágono para discutir la crisis en Venezuela y las distintas opciones militares, según medios locales.
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