Trump cede ante un reclamo judicial de la CNN, pero impone a la prensa un código de conducta
La cadena desistió de la puja después de que se le restituyó el pase de prensa a Jim Acosta; a cambio, para abordar al presidente, recibió una carta con nuevas reglas, extensivas a todos los corresponsales
WASHINGTON.- La Casa Blanca desactivó la pelea judicial con la cadena de televisión CNN al devolverle la credencial a su corresponsal jefe, Jim Acosta. Sin embargo, profundizó la tensión en su relación con la prensa al imponer nuevas reglas para las conferencias de prensa del presidente, Donald Trump , que había reclamado, días atrás, más "decoro" por parte de los periodistas.
Luego de nuevos tironeos entre el gobierno de Trump y la cadena televisiva por la credencial de Acosta, la secretaria de Prensa, Sarah Sanders, anunció que habían tomado la decisión de restaurar el pase de prensa a Acosta, que había sido desterrado luego de un crudo ida y vuelta con Trump en una conferencia de prensa posterior a las elecciones legislativas.
Pero esa decisión, dijo Sanders, está sujeta al cumplimiento de cuatro reglas que la Casa Blanca puso, por primera vez, por escrito y luego distribuyó al cuerpo de prensa en un correo electrónico y en una carta a Acosta y a la CNN. Los periodistas solo podrán hacer una pregunta, solo podrán hacer repreguntas "a discreción del presidente o de otro funcionario que tome preguntas" y luego deberán ceder la palabra.
"Ceder la palabra incluye, cuando se aplique, entregar físicamente el micrófono al personal de la Casa Blanca" para que lo use el próximo periodista, indicó Sanders.
Durante su cruce con Trump, Acosta había retenido el micrófono para insistir en sus preguntas. Una pasante de la Casa Blanca intentó en un par de ocasiones quitárselo, hasta que finalmente Acosta cedió y se lo entregó. La vocera presidencial indicó que cualquier intento por violar estas reglas puede resultar en la "suspensión o revocación" de las credenciales de prensa.
Trump, que suele fustigar a los periodistas, a quienes ha nombrado "el enemigo del pueblo", y a la prensa crítica, había anticipado la semana pasada que quería imponer algunas reglas para garantizar el "decoro". Sanders, que volvió a criticar a Acosta, dejó la puerta abierta a más reglas: dijo que puede ser necesario un conjunto de normas "más elaborado y abarcativo" para el ida y vuelta en el avión presidencial o en los jardines de la Casa Blanca, uno de los lugares donde Trump siempre se detiene a responder preguntas, en lo que se ha convertido en informales y periódicas conferencias de prensa.
Las nuevas reglas profundizaron la tensión con el cuerpo de corresponsales, que cubre el gobierno más mediático en la historia de Estados Unidos. Hubo periodistas que notaron que las normas de las conferencias de prensa estuvieron siempre recostadas en la tradición y que ahora, por primera vez, un gobierno norteamericano había puesto por escrito la amenaza de anular credenciales a menos que se cumplieran.
"El presidente Trump cree firmemente en la primera enmienda [que garantiza la libertad de expresión] y en una prensa libre, y es el presidente más accesible de la historia moderna", indicó Sanders, que luego apuntó: "Sería una gran pérdida para todos si, en lugar de confiar en el profesionalismo de los periodistas de la Casa Blanca, nos viéramos obligados a diseñar un código de conducta largo y detallado para los eventos de la Casa Blanca".
La CNN decidió dar de baja su demanda contra el gobierno de Trump tras la decisión oficial. "Hoy, la Casa Blanca restauró completamente el pase de prensa de Jim Acosta", confirmó la CNN en un comunicado. "Nuestra demanda ya no es necesaria. Esperamos continuar cubriendo la Casa Blanca", agregó.
A la par de este último punto de fricción, y en otro giro de 180 grados con la tradición, la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca anunció que el orador principal en su tradicional cena el año próximo será el escritor Ron Chernow, reconocido por sus biografías de presidentes. La asociación solía invitar a comediantes, que daban un monólogo repleto de dardos contra el presidente. Este año, la humorista Michelle Wolf repartió críticas a Trump, sus funcionarios y la prensa por igual.
"Mientras celebramos la importancia de los medios de comunicación libres e independientes para la salud de la república, espero escuchar a Ron ubicar este momento inusual en el contexto de la historia estadounidense", dijo Olivier Knox, presidente de la asociación y corresponsal de SiriusXM.
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