Triunfo para Bolsonaro en el Congreso: avanza la reforma jubilatoria
RÍO DE JANEIRO.- Tras una agotadora sesión que incluyó larguísimos discursos, tumultos, coloridas manifestaciones y concesiones de último momento, la Cámara de Diputados aprobó hoy en primer turno la aguardada reforma previsional impulsada por el equipo económico neoliberal del gobierno de Jair Bolsonaro , con la que se espera que Brasil recupere la confianza de los inversores y vuelva a crecer.
- Cumprimento a Câmara dos Deputados, na pessoa do seu Presidente @RodrigoMaia, pela aprovação, em 1° turno (379x131), da PEC da Nova Previdência. O Brasil está cada vez mais próximo de entrar no caminho do emprego e da prosperidade. [R] [R][R]&— Jair M. Bolsonaro (@jairbolsonaro) July 10, 2019
Por tratarse de una enmienda constitucional, el proyecto debe aún ser sometido a una segunda votación en Diputados y a dos más en el Senado; en todos los casos se requiere que sea respaldado por 3/5 de cada cámara, y la aprobación final no se espera sino hasta después del receso legislativo, del 18 de julio al 1º de agosto. Hoy, la iniciativa recibió 379 votos a favor de los 513 diputados, un margen ampliamente superior a los 308 que necesitaba. Fue la primera gran victoria de Bolsonaro en el Congreso, incluso a pesar de sus interferencias, que generaron un clima de constante enfrentamiento entre el Ejecutivo y el Legislativo.
La propuesta, que puede ser alterada en el Senado, establece una edad mínima general, tanto para empleados estatales como privados, para acceder a la jubilación, hasta ahora inexistente en Brasil: 62 años para las mujeres y 65 para los hombres, con un tiempo mínimo de contribución de 30 y 35 años respectivamente. Con este cambio básico, el gobierno pretender poner freno al creciente déficit fiscal y ahorrar al menos 300.000 millones de dólares en la próxima década.
Del proyecto original diseñado por el equipo del ministro de Economía, Paulo Guedes, fue retirada la incorporación al actual modelo de reparto de un sistema de capitalización individual, como el que existe en Chile. Asimismo, en las últimas horas y por presión de Bolsonaro y su ultraderechista Partido Social Liberal (PSL), se suavizaron las condiciones para los agentes de seguridad, quienes podrán jubilarse a los 52 años en el caso de las mujeres y a los 53 años los hombres, con 25 y 30 años de contribuciones respectivamente.
"Tengo un optimismo muy grande con la aprobación de esta reforma que no es perfecta, pero es muy buena. Es un paso importante para que el Parlamento demuestre a la sociedad que va a continuar votando proyectos para que podamos reducir la desigualdad y volver a generar empleo en el país", señaló el presidente de la Cámara baja, Rodrigo Maia, del partido Demócratas (DEM), aliado al gobierno, aunque ha protagonizado duros en choques con Bolsonaro.
Desde que asumió el poder, el mandatario criticó a las fuerzas tradicionales del Congreso por ser representantes de la "vieja política", inclinadas a prácticas oscuras que fomentaban la corrupción. Bolsonaro había prometido que se rendiría a esos impulsos del pasado, pero tan solo esta semana, para asegurarse un respaldo sólido a la reforma previsional, el gobierno liberó unos 1500 millones de dólares en fondos presupuestarios para distritos de diputados que estaban indecisos.
"Eso se llama compra de votos. Esta votación está contaminada", denunció el legislador Iván Valente, del izquierdista Partido Socialismo y Libertad (PSOL).
La maratónica sesión de hoy, de más de 12 horas, se dio en un ambiente caldeado, con intentos de obstrucción por parte de las fuerzas de izquierda, encabezados por el Partido de los Trabajadores (PT). Los opositores llevan calcomanías y carteles que decían "No" y "Fin de la previsión social", mientras que los diputados que apoyaban la iniciativa ondeaban banderitas brasileñas. En varios momentos durante la jornada hubo hostilidades verbales y físicas entre legisladores y simpatizantes en las galerías, que llevaron a la intervención de las fuerzas de seguridad del Congreso para acabar con la confusión.
Al final de la tarde, los mercados reaccionaron con optimismo ante la perspectiva de una aprobación de la reforma. La Bolsa de San Pablo subió un 1,23% y cerró a su máximo histórico de 105.815 puntos, mientras que el dólar se depreció un 0,99% frente al real y acabó con una cotización de 3,75 reales por unidad, su valor más bajo desde febrero.
Entusiasmado con el escenario que se abre por delante, el ministro Guedes convocó para mañana a una reunión con sus principales asesores para definir una agenda positiva para los próximos meses que recupere la confianza de los inversores internacionales en Brasil y saque al país del virtual estancamiento económico en el que se encuentra, con una tasa de desempleo del 12,3% (13 millones de desocupados). En el primer trimestre, el PBI se contrajo un 0,2% y los números parciales indican que el segundo trimestre no fue mucho mejor. Los analistas financieros, que antes de la asunción de Bolsonaro esperaban un crecimiento de la economía en torno al 3% para este año, ya redujeron sistemáticamente sus proyecciones y ahora prevén una mínima expansión del 0,8%.
La expectativa ahora es que con el impulso que de la reforma previsional el gobierno pueda aprobar pronto también cambios en el engorroso sistema tributario, impulsar una serie de privatizaciones y reducir la burocracia en el aparato estatal.
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