Tras una mala elección, Sanna Marin quedó a un paso de perder el poder en Finlandia
El partido de la primera ministra finlandesa se posiciona en el último lugar de las elecciones parlamentarias; la centro- derecha obtuvo el primer puesto, seguida de la extrema derecha
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PARIS – El Partido Socialdemócrata (SDP) de la primera ministra, Sanna Marin, llegó en tercer lugar en las elecciones legislativas de este domingo en Finlandia. En unos comicios extremadamente reñidos, la derecha conservadora Coalición Nacional de Petteri Orpo obtuvo el primer puesto, seguida por la extrema derecha anti-inmigración del Partido de los Finlandeses.
Con 96% de los votos escrutados, el centro-derecha obtenía 20,7% de las boletas, la extrema derecha 20,1% y 19,7% para los social-demócratas. El centro-derecha Coalición Nacional obtendría así el mayor número de bancas, con 48 diputados, delante del Partido de los Finlandeses (46) y el SDP (43) de Sanna Marin, que perdería así su puesto de primera ministra, estimó esta noche la radiotelevisión Yle, generalmente muy cercana al resultado final de las elecciones.
No obstante, Sanna Marin pidió a los finlandeses esperar los resultados definitivos.
“Esperemos el final del recuento. Pero, desde ya, estoy muy agradecida por todos los votos que fueron escrutados hasta el momento”, declaró la joven premier al llegar al Parlamento para la velada electoral.
“Tenemos que esperar. Pero parece un buen comienzo. Un muy buen comienzo”, dijo a su vez Patteri Orpo tras los primeros resultados, que lo anunciaban codo a codo con Sanna Marin.
“El suspenso durará largo tiempo”, también declaró Riikki Purra, dirigente del Partido de los Finlandeses.
La ajustada batalla por el puesto de primer ministro era esperada por todos, con un trio que avanzó con las mismas intenciones de voto durante toda la campaña.
El candidato del partido que llega en primer lugar hereda tradicionalmente el puesto de primer ministro en Finlandia, a condición de poder reunir una mayoría en el Parlamento.
“Sería una enorme victoria”, afirmó Petteri Orpo, que hizo la campaña en primera posición en los sondeos, antes de derrumbarse en el sprint final.
En todo caso, los tres partidos que parecen haber terminado esta elección codo a codo, progresan en relación a las elecciones de 2019, con un récord para los nacionalistas anti-Unión Europea del Partido de los Finlandeses.
Esperando beneficiarse con la ola nacional-populista que atraviesa Europa, la extrema derecha esperaba lograr un primer puesto inédito en su historia o, al menos, batir su propio récord de 19,05% de votos, obtenido en 2011, hazaña que parece haber logrado.
Estas elecciones legislativas en ese país de 5,5 millones de habitantes coinciden con el ingreso oficial de Finlandia a la OTAN, la semana que viene. Una ceremonia a la que podrá asistir Sanna Marin, ya que la formación de alianzas gubernamentales en ese país suele tomar semanas, incluso meses.
Inmensamente popular en el exterior y también en su propio país, la joven premier de 37 años se impuso en estos tres años de gobierno como una auténtica “rock star”. Pero su personalidad moderna y desprejuiciada también provoca críticas de los sectores más conservadores de la sociedad. La principal acusación durante esta campaña fue la elevada deuda pública (72% del PIB) y la inflación, consecuencia ambas de las dos grandes crisis que tuvo que enfrentar su gobierno: la pandemia de Covid y la invasión de Ucrania por Rusia.
Instalado desde hace más de 20 años en la vida política finlandesa, el Partido de los Finlandeses nunca llegó primero. Muy ofensivo en las redes sociales, llega sin embargo primero en intenciones de voto entre los jóvenes. El electorado de derecha cuenta en el país con una sobre-representación de hombres, mientras que las mujeres votan mucho más a la izquierda y por Sanna Marin.
La jefa de gobierno más joven del mundo cuando llegó al poder en 2019, Marin fue admirada por su gestión de la pandemia, por el proceso de adhesión a la OTAN y por su posición decidida e inflexible contra la vecina Rusia, con la cual su país comparte 1340 kilómetros de frontera.
“Antes la gente se burlaba de nuestro pequeño país y consideraban nuestro partido completamente pasado de moda. Pero Sanna Marin nos devolvió el orgullo”, confía Mo Shimer, un militante de SDP de 26 años a la televisión. Pero muchos no piensan lo mismo.
“Aun siendo excepcionalmente popular, Sanna también suscita oposición. Y la división política aumentó en estas últimas semanas”, analiza el politólogo Juho Rahkonen del Instituto E2.
Una vez conocidos los resultados definitivos, comenzará el tiempo de las negociaciones partidarias, con el objetivo de formar una nueva coalición de gobierno. Según los analistas, esta vez habría dos posibilidades: un gobierno formado por los conservadores y el Partido de los Finlandeses, o bien una alianza entre conservadores y social-demócratas.
En cualquiera de esos casos, los integrantes de la futura alianza deberán hacer importantes concesiones. Pues, si los social-demócratas y los conservadores divergen en cuanto a la política económica, estos últimos difieren del Partido de los Finlandeses que se opone a la Unión Europea, rechaza los objetivos climáticos y se niega a flexibilizar la política migratoria.
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