Tras siete años de asilo, Assange fue detenido y EE.UU. busca extraditarlo
Autorizada por Quito, la policía británica lo arrestó en la embajada ecuatoriana en Londres, donde estaba refugiado desde 2012; Washington quiere juzgar al hacker australiano por la publicación de miles de documentos clasificados
LONDRES.- Después de casi siete años de asilo en la embajada de Ecuador en Londres, el fundador de WikiLeaks , Julian Assange , no necesitó que lo expulsaran:la policía británica entró ayer poco después de las 9 (hora local) y se lo llevó detenido por la fuerza, luego de que Quito dio su autorización. Ahora, el hacker australiano, de 47 años, enfrenta un pedido de extradición para ser juzgado en Estados Unidos por "conspiración para cometer piratería informática".
Desencajado, con el pelo y la barba blancos y una extrema palidez producto de años sin ver el sol, Assange salió esposado custodiado por oficiales vestidos de civil y fue subido a una camioneta cerca de las 10. En la mano derecha llevaba el libro que había leído en sus últimas horas de libertad: El Estado de Seguridad Nacional, del ensayista norteamericano Gore Vidal.
"Puedo confirmar que Assange está en este momento custodiado por la policía y que fue presentado a la Justicia", informó el ministro del Interior británico, Sajid Javid.
En ese momento, el tribunal de Westminster lo inculpaba por haber violado su libertad bajo fianza el 29 de junio de 2012, cuando decidió refugiarse en la legación ecuatoriana para escapar a un pedido de extradición de Suecia. Si es condenado, podría ser pasible de 12 meses de prisión. La primera audiencia judicial para definir su situación está prevista para el 2 de mayo.
Scotland Yard afirmó, por su parte, que la Policía Metropolitana (MPS) tenía "la obligación de ejecutar la orden de arresto lanzada por la corte de Westminster" y que "fue invitada a penetrar en la embajada por su embajador, después de que el gobierno de Ecuador retiró el asilo" a Assange.
El ingreso de la policía a una sede diplomática extranjera -episodio poco frecuente- se produjo después de que Quito levantó la protección diplomática y lo despojó de la nacionalidad ecuatoriana, ambas acordadas en 2012 por el entonces presidente Rafael Correa.
Su sucesor, Lenín Moreno , así lo confirmó en Twitter: "En una decisión soberana, Ecuador retiró el asilo a Assange, después de sus repetidas violaciones a las convenciones internacionales y protocolos".
"Esto demuestra que en Gran Bretaña nadie está por encima de la ley", dijo la premier Theresa May ante el Parlamento. Todos los miembros del gobierno repitieron ayer esa frase.
La Policía Metropolitana de Londres detuvo al australiano, de 47 años, en la embajada ecuatoriana, situada en el 3 de Hans Crescent, un edificio de ladrillos a la vista y ventanas blancas del elegante barrio de Knightsbridge, donde, además de departamentos particulares, también se encuentra la embajada de Colombia.
Assange llegó allí hace casi siete años para evitar su extradición a Suecia, donde las autoridades querían interrogarlo por una acusación de violación y otra de acoso sexual. Apenas conocida la noticia de la detención, Elisabeth Massi Fritz, abogada de una de las dos acusadoras de Assange en Suecia, reclamó la reapertura del caso que había sido cerrado en mayo de 2017 por la fiscalía.
El Ministerio del Interior confirmó casi de inmediato que Estados Unidos reclama la extradición de Assange, acusado de conspirar con el exanalista militar norteamericano Chelsea Manning, que robó 750.000 documentos clasificados que luego entregó a WikiLeaks para que los publicara. Esa operación fue definida por el Departamento de Justicia norteamericano como "una de las mayores filtraciones de información clasificada de la historia de Estados Unidos".
La Justicia norteamericana también lo responsabiliza de haber organizado las filtraciones de WikiLeaks sobre las guerras de Afganistán e Irak y por la difusión de los correos electrónicos de la Secretaría de Estado y, en particular, de los mails personales de la demócrata Hillary Clinton.
La perspectiva de su extradición desencadenó ayer una batalla entre defensores de derechos civiles y responsables políticos en Gran Bretaña. Su eventual condena podría llevar a Assange durante cinco años a una prisión en Estados Unidos.
La detención también fue saludada a través de Twitter por el canciller británico, Jeremy Hunt: "Assange no es un héroe y nadie está por encima de la ley. Se escondió de la verdad durante años. Gracias a Ecuador por su cooperación con el Ministerio de Relaciones Exteriores para lograr que se enfrente con la Justicia". Hunt agregó que Quito asumió una valiente decisión. "No estamos diciendo que Assange es culpable o inocente, eso lo decidirá la Justicia. Pero no es aceptable que alguien escape de ella y lo haga durante tanto tiempo", concluyó.
WikiLeaks acusó al gobierno de Ecuador de "violar las leyes internacionales". Un día antes, el sitio había acusado al gobierno de Moreno de organizar una "extensa operación de espionaje" contra Assange, durante la cual filmaron reuniones que mantuvo con abogados y con un médico en el último año.
Los simpatizantes del fundador de WikiLeaks también manifestaron su indignación desde las primera horas de la mañana en los alrededores de la embajada de Ecuador.
"Julian no ha visto la luz durante más de seis años. Sacarlo brutalmente en pleno día fue una crueldad. Sabíamos que esto podía pasar durante el fin de semana pasado, probablemente en plena noche. Por eso lo que sucedió es todavía más terrible", dijo una joven mujer con un enorme cartel que decía "Libertad para Julian".
Actividad
Según los fieles de Assange, la policía había incrementado su actividad en torno de la embajada durante el fin de semana. Dos oficiales armados entraron en el edificio el sábado y habitantes del condominio aseguraron que otros vestidos de civil se apostaron en el exterior dos días.
La abogada de Assange, Jennifer Robinson, denunció el carácter político de la detención: "Desde 2010 advertimos que Assange sería extraditado y juzgado en Estados Unidos por las publicaciones de WikiLeaks. Hoy quedó demostrado que teníamos razón. Esto establece un peligroso precedente para todos los medios y periodistas en Europa y el resto del mundo. También significa que cualquier periodista puede ser extraditado a Estados Unidos por publicar información veraz" sobre ese país, dijo en la puerta del juzgado en Londres. En una condena explícita a Ecuador, Robinson calificó la detención de su cliente como una "vulgar entrega" a Estados Unidos.
Entre los centenares de reacciones que suscitó la detención de Assange, una de las más duras fue la que formuló Correa, exiliado en Bélgica: después de calificar a su sucesor de "traidor" por haber permitido el arresto de Assange, indicó que se trataba de "uno de los actos más atroces de servilismo, vileza y venganza". Al comentar los argumentos invocados por el actual jefe de Estado para justificar su decisión, Correa concluyó: "Decisión soberana, ¡vaya manera de llamar a la mayor canallada y cobardía!".
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