Tras los tropiezos del primer choque, Jair Bolsonaro se baja de los próximos debates presidenciales
Luego de los cruces agresivos y la evidente irritación del presidente en varios pasajes del primer encuentro, su equipo de campaña buscará “ambientes controlados” para hacer proselitismo
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BRASILIA.– Los tropiezos de Jair Bolsonaro en el debate presidencial de ayer, en el que mostró un tono agresivo contra una periodista, diluyeron la posibilidad de un nuevo choque entre el presidente brasileño y el exmandatario Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010) antes de la primera vuelta del 2 de octubre, pese a que existen dos cruces más, previstos para septiembre.
Bolsonaro mostró dos caras en el debate organizado por la emisora Bandeirantes y otros medios brasileños. Se mostró sólido y efectivo en uno de sus principales objetivos: asociar la administración del Partido de los Trabajadores (PT) a la corrupción, a partir de los escándalos revelados por la operación Lava Jato. Fue así como puso contra las cuerdas a Lula, al afirmar que su gobierno fue el “más corrupto de la historia de Brasil” y presentar la multimillonaria cifra del dinero de la corrupción en Petrobras devuelto a los cofres públicos, ante un líder del PT que se mostró huidizo e intentó desviar el asunto, llevando la discusión al terreno de la economía.
El exmandatario no supo responder de forma convincente sobre los desvíos, como lo había hecho en el programa político Jornal Nacional de Globo la semana pasada, y tuvo su peor momento con un silencio súbito cuando cuestionaba a Bolsonaro por la situación económica de Brasil, escena que en las redes le valió comparaciones con Joe Biden y sus confusiones en actos públicos.
Pero el presidente brasileño perdió el control y salió del libreto trazado por su comando de campaña al mostrarse irritado y agresivo con la periodista Vera Magalhaes, que le había preguntado a Ciro Gomes sobre la pandemia, marcando en su formulación el descreimiento de Bolsonaro por la ciencia para combatir el virus. La pregunta dio pie a uno de los momentos más tensos de la noche en San Pablo.
“Creo que usted duerme pensando en mí... tiene algún tipo de enamoramiento”, le dijo Bolsonaro a Magalhaes, tras calificarla como una “vergüenza para el periodismo brasileño”.
Bolsonaro criticó también con dureza a la senadora Simone Tebet, que según una encuesta cualitativa de Datafolha sobre 60 electores fue la vencedora de la noche mostrando “firmeza en sus palabras” y críticas tanto a Lula como a Bolsonaro.
El mandatario dijo que Tebet es una “vergüenza en el Senado”. “No vengas con esa historia de que yo ataco mujeres, de victimizarse”, le espetó Bolsonaro a Tebet, que había surgido en defensa de Magalhaes.
El desliz de Bolsonaro puede costarle caro a un presidente que intenta disminuir el rechazo entre el electorado femenino, uno de los segmentos más esquivos y donde más ventaja ostenta Lula.
A partir de ese antecedente, la campaña de Bolsonaro proyecta llevar al presidente a “ambientes controlados” antes de la primera vuelta, para evitar episodios como el cruce con Magalhaes, que, según entiende el marketing político, pueden llevar a un aumento del rechazo.
En la última encuesta de Datafolha, del 18 de agosto, Bolsonaro mostró un crecimiento de seis puntos entre las mujeres, de 21% a 27%. El equipo de campaña ha utilizado cada vez más la imagen de Michelle, la primera dama, para “humanizar” al presidente y ayudar a recortar una ventaja de 19 puntos en ese segmento, contra 15 en general, según la misma consultora.
Historial negativo
El mandatario acumula un historial de frases machistas y misóginas. En junio, un tribunal de San Pablo decidió mantener la condena por ofender la honra de la periodista Patrícia Campos Mello, de Folha de S. Paulo, a quien Bolsonaro acusó de buscar información exclusiva a cambio de sexo.
Debido a los riesgos que plantea la exposición en un debate, hasta media mañana del viernes pasado la decisión de Bolsonaro era no participar del evento organizado por Bandeirantes en San Pablo. Un asesor próximo al mandatario explicó a la nacion que primaba la idea de no exponerse a un “desgaste” inevitable debido a que el presidente se convertiría en “blanco preferencial” de los otros candidatos, como del izquierdista Ciro Gomes, del Partido Democrático Trabalhista y de la senadora Simone Tebet, del Movimiento Democrático Brasileño, en los bloques de interacción. Bolsonaro, sin embargo, cambió de parecer y dijo que pese a que sería “fusilado” estaba preparado para responder a todo.
Tras la primera aparición en el debate de anteayer, el presidente intentará priorizar en el resto de la campaña entrevistas en podcasts de gran audiencia y poca confrontación.
En el tramo final del debate, Bolsonaro volvió a usar a la Argentina como ejemplo del camino que podría tomar Brasil en caso de que la izquierda venza en octubre.
El ultraderechista recordó que el presidente Alberto Fernández visitó a Lula en la cárcel, cuando estuvo preso en Curitiba por corrupción, y dijo a los brasileños que “miren hacia dónde va la Argentina”, con “40% de la población en la miseria”.
Por el lado del comando de campaña petista, según supo la nacion, la decisión es que Lula participe en debates si Bolsonaro también lo hace. Caso contrario, evalúan, el expresidente y favorito en los sondeos tiene más para perder que para ganar, exponiéndose a cruces con el resto de los candidatos con una intención de voto sensiblemente menor.
El próximo encuentro está previsto para el 24 de septiembre, organizado por un pool de medios, entre ellos la CNN Brasil y Estado de S. Paulo. Pero tras el choque del domingo, la posibilidad de un segundo debate con Lula y Bolsonaro en los atriles parece lejana.
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