Elecciones en España: tras la debacle de la izquierda, Pedro Sánchez patea el tablero y adelanta los comicios generales
“Asumo en primera persona los resultados y creo necesario dar una respuesta y someter nuestro mandato democrático a la voluntad popular”, dijo el presidente
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BARCELONA.-El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, reaccionó de manera inesperada y contundente a su derrota sin paliativos en las elecciones municipales y autonómicas de ayer en España. En su primera aparición pública tras el fiasco, anunció su intención de adelantar las elecciones generales, previstas el mes de diciembre, para el próximo 23 de julio.
Su decisión se interpreta como un intento de forzar la movilización de la izquierda en torno al Partido Socialista ante la expectativa o el temor de que la ultraderecha de Vox entre en la Moncloa en coalición con el Partido Popular, gran triunfador de los comicios, percibidos como una primera vuelta de las generales.
Estas eran las primeras elecciones del líder popular, Alberto Núnez Feijóo, desde que asumiera las riendas de la formación hace un año. El balance no podía ser más positivo: el PP ha ganado, ha crecido nueve puntos, y se ha llevado la mayoría de las autonomías y capitales de provincia en juego.
Después de recibir críticas por su ausencia la noche de la derrota, Sánchez quiso dar la cara y actuar de manera rápida ante la crisis que provocaba en su gobierno de coalición. “Asumo la responsabilidad en primera persona. El sentido del voto traslada un mensaje que va más allá [de estas elecciones]”, dijo en una comparecencia institucional desde la Moncloa.
Sánchez ha justificado su decisión en la necesidad de clarificar el panorama político español ante la asunción de España el próximo mes de julio de la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea. El presidente también mencionó el escenario especial que representa la guerra de Ucrania, y que obliga a que despejar dudas dudas de forma inmediata sobre “la voluntad de los españoles, las políticas que quiere aplicar el gobierno y qué fuerzas deben liderar esta nueva fase.
Pedro Sánchez convoca elecciones generales para el 23 de julio: "He tomado esta decisión a la vista de los resultados de las elecciones celebradas ayer" pic.twitter.com/8ZBEYRO62c
— EL MUNDO (@elmundoes) May 29, 2023
“El único método infalible para solucionar estas dudas es la democracia, y lo mejor es que los españoles tomen la palabra para definir el rumbo político del país”, concluyó el líder socialista. Se espera que mañana, en un Consejo de Ministros extraordinario, se formalice la disolución de las Cámaras y la convocatoria electoral en un fecha extraña, cuando buena parte de los españoles está ya de vacaciones, o preparando las valijas para hacerlo.
Una de las claves de la decisión puede residir en el intento de evitar las turbulencias en el seno de los partidos que suelen desencadenar las derrotas electorales. El PSOE perdió buena parte de su poder autonómico y local, como los gobiernos de Aragón, Islas Baleares y la Comunidad Valencias, además de la ciudad de Sevilla. Como la campaña giró en torno a cuestiones de política nacional, era de esperar que los “barones” autonómicos desalojados del poder sacaran los puñales en los cónclaves internos del PSOE. De hecho, anoche se llegó a especular con la posibilidad de que Sánchez no fuera el candidato en diciembre.
Las razones
Con su decisión, Sánchez ha cortado de raíz todas estas elucubraciones. También un escenario de pesadilla de seis meses de debilidad, con los medios de la derecha envalentonados, y las discrepancias aflorando en el seno del PSOE, y también del propio gobierno de coalición. De hecho, las peleas entre los socios del Ejecutivo, el Partido Socialista y el izquierdista Unidos Podemos en asuntos como la llamada ley del “solo sí es sí” contra la violencia sexual, parecen haber sido una de las causas de la desmovilización el electorado de izquierda.
Uno de los principales asuntos que se deberá dilucidar en los próximos días es qué sucede con el espacio a la izquierda del PSOE. Unidas Podemos se enfrentaba a una escisión con la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, desafiando el control que ha mantenido Pablo Iglesias en este espacio. Ambos proyectos se presentaron por separado en las elecciones, y el resultado ha sido desolador, mucho peor que el del PSOE.
En muchas instituciones, los candidatos apoyados por Díaz y también los de Iglesias no han podido ni tan siquiera entrar en las instituciones. Ahora tendrán solo diez días para resolver sus diferencias y elaborar listas conjuntas antes de que se cierre el plazo establecido por la ley.
“Frente a la España negra de Feijóo, salimos a ganar. La gente nos está esperando”, ha declarado Díaz en un mensaje en su cuenta de Twitter. Por su parte, la secretaria general de Unidas Podemos, Ione Belarra se ha mostrado dispuesta a negociar de forma inmediata la creación de una coalición junto a la plataforma Sumar, de Yolanda Díaz. Si no logran restañar heridas, el PSOE aspirará a concentrar todo el voto de la izquierda, quizás uno de los objetivos de la apresurada convocatoria.
Así pues, España se adentra en unas semanas de alto voltaje político que estarán marcadas por el enfrentamiento entre los bloques de derecha e izquierda, Este es el último giro de guión de una política española que parece querer emular las emociones fuertes de las series de política de las plataformas televisivas de entretenimiento como Netflix. En juego el destino del país al que se le presentarán dos modelos opuestos en un momento de grandes incertezas económicas y políticas también en el tablero europeo y mundial.
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