Toledo juró ante los dioses incas
Asumió en un colorido rito en Machu Picchu; prometió luchar como "guerrero" contra la pobreza
CUZCO.- Como presidente del Perú, en su primer día de ejercicio, Alejandro Toledo, el Cholo o Pachacutec, cumplió su primera promesa de campaña: reeditó el camino del Inca, con un bastón y un tobillo maltrecho, y ofrendó su gobierno a los espíritus incaicos de las montañas al ser juramentado en las alturas del Machu Picchu.
De 55 años y origen andino, Toledo cumplió más que nunca ayer con su papel de Pachacutec Inca Yupanqui, aquel inca guerrero y conquistador con quien se lo compara.
"Mi objetivo central será crear trabajo. Seré un guerrero frontal contra la pobreza en el Perú, particularmente en el Perú Posible", anunció a voz en cuello, mientras su potente discurso retumbaba contra las montañas y la Ciudad Sagrada de los Incas.
No puede compararse el clima que dominó ayer durante esta ceremonia andina, emotivo y de profunda reivindicación cultural, con la atmósfera fría y descreída de anteayer en Lima, cuando el economista Alejandro Toledo Manrique asumió ante el Congreso la presidencia de Perú para los próximos cinco años. Ayer fue distinto.
Frente a la plaza principal de la Ciudad Sagrada, Toledo juró ante las divinidades incas restituir el Pachacuti, que significa tiempo de cambio. Se entiende el apuro de Toledo por visitar Cuzco; aquí obtuvo el 70% de los votos de la segunda vuelta del 3 de junio, cuando derrotó a Alan García (APRA) por 53 de cada 100 sufragios.
Sin embargo, ayer prevalecía otra cosa, otro espíritu, uno alejado de lo político. Los sacerdotes andinos, de coloridos trajes típicos, invocaron a la divinidad en la ceremonia ritual del pago a la tierra, lo que valió como reafirmación de su juramento presidencial ante los antepasados incas. También agradecieron a las deidades andinas y a la Pachamama.
Los días previos habían sido lluviosos, pero ayer salió el Dios Sol. Toledo prefirió suponer: "Dios es andino". Y fue aplaudido.
El alcalde de Aguas Calientes y Machu Picchu, José Soto, le obsequió el Cetro del Poder; la Cruz Andina y la Llave con el Ombligo del Mundo, a través del que se conectan los hombres con los espíritus de las montañas.
El primero
La ocasión tuvo un carácter especial, no sólo porque fue la primera vez que se celebraba una asunción presidencial en este sitio, sino también porque ningún presidente en la historia peruana vino aquí en su primer día de mandato. Esto agigantó la emoción de un pueblo castigado por la pobreza, que vive en la aridez de 3400 metros sobre el nivel del mar.
Toledo, en rigor, completó la fiesta. Bajó de Machu Picchu cuando el sol caía y el viento se levantaba y reforzó su juramento inca en la imponente Fortaleza de Sacsayhuaman, donde juramentaban los incas, y donde cada 24 de junio se celebra la fiesta del Inti Raymi, de adoración al Dios Sol.
En la fortaleza lo esperaban unas 2000 personas, en medio de danzas y destrezas folklóricas. Unas 25 comunidades llegaron a caballo y en camiones para saludarlo, con banderas de Perú y del Imperio de Tahuantinsuyo, con los colores del arco iris.
La Fortaleza de Sacsayhuaman -en Cuzco- se veía imponente."Nos sentimos orgullosos de ser peruanos: es la resurrección del espíritu inca", dijo a LA NACION Isabel Velázquez, de piel curtida, con su bebe en una bolsa tejida en colores vivos.
Pedido al Cuzco
"Llegó el momento de reencontrar nuestras culturas", dijo Toledo en la fortaleza, cuando caía el crepúsculo. "No podemos caminar hacia el futuro con exclusiones y marginación; sé que puede haber resistencia, pero aprendí que para hacer tortillas hay que romper los huevos. Y los huevos cuestan", dijo el nuevo presidente.
"Vengo a pedirte, Cuzco milenario, fuerzas para tumbar el desempleo y la pobreza en el Perú, ya no para tumbar una dictadura", añadió, con tono solemne y con recogimiento. "Tú y yo podemos juntos; somos grandes y podemos; tú eres grande, eres fuerte, tú mueves las rocas, te invito a soñar con los ojos abiertos", agregó.
Toledo tomó con fuerza el pedido que hizo anteayer ante sus congresistas. "Quiero pedirles a los presidentes sudamericanos, de la comunidad andina, a los líderes del mundo entero, que volquemos nuestras mentes a la sensatez; llegó el momento de un acuerdo para congelar la compra de armamentos ofensivos para invertir en los pobres, la salud y la educación."
Sólo se quedaron a la ceremonia andina, de las 30 delegaciones internacionales que llegaron a Lima, los presidentes de Chile, Ricardo Lagos, y de Costa Rica, Miguel Angel Rodríguez; el príncipe de Asturias, Felipe de Borbón (España); el primer ministro de Israel, Shimon Peres, y los ministros del gabinete de Toledo.
El canciller peruano, Diego García Sayán, leyó el Acta del Machu Picchu, firmada por todos ellos, que reafirmó el valor de la democracia, los derechos humanos, los de los pueblos indígenas y la lucha contra la pobreza.
Tanto en Machu Picchu como en el Sacsayhuaman, Toledo fue saludado con honores incas, al son de los pututus , una suerte de caracoles marinos de sonido monocorde y ronco.
Era el sonido que acompañaba una fotografía inmortal, en la que Toledo y la primera dama, Eliane Karp, posaban con sus visitantes ante el recinto sagrado de Machu Picchu.
Enseñanza del quechua y el aymará
- CUZCO (AFP).- El nuevo presidente de Perú, Alejandro Toledo, anunció ayer que introducirá en el sistema educativo nacional el quechua y el aymará como una opción en la enseñanza de los peruanos. "¿Por qué tenemos sólo el inglés como una opción de idioma extranjero y no tenemos la oportunidad de que las personas del Perú profundo puedan tener el derecho a reivindicar su cultura a través del idioma, sus raíces?", preguntó. Previamente, la primera dama, Eliane Karp, había comenzado su discurso en un perfecto quechua.
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