"Todos los periodistas de Ecuador sienten miedo"

La justicia de Ecuador, muy alineada con el presidente Rafael Correa, no le da tregua a la prensa independiente: no bastó con que el diario El Universo fuera condenado a pagar 40 millones de dólares por una columna que enfureció al mandatario y que el autor del artículo en cuestión, Emilio Palacio, dejara hace unos meses el país en forma intempestiva.

Como si todo esto fuera poco, la semana pasada un fallo condenó a tres meses de prisión el director del diario Hoy y vicepresidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Jaime Mantilla, por una serie de notas escritas en 2009 en las que revelaba el gran poder del primo de Correa, Pedro Delgado, que preside el Banco Central de ese país.

Antes del fallo -que según la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) atenta contra la libertad de expresión porque utiliza el derecho penal para sancionar puntos de vista sobre un funcionario-, Mantilla se había negado a revelar las fuentes de los artículos sobre Delgado y también preservó, ante la requisitoria de la justicia, la identidad de los periodistas que los escribieron.

La seguidilla de medidas contra la prensa no termina ahí: incluye la demanda de diez millones de dólares a los autores de un libro que reveló presuntos negociados de Fabricio Correa, el hermano del presidente, y la condena a pagar 100.000 dólares a una activista social por haber llamado "nuevo rico" a un funcionario en una entrevista publicada en el diario ecuatoriano El Comercio.

"Todos los periodistas de Ecuador están muy atemorizados", dijo Mantilla desde Quito, al ser consultado por LA NACION sobre cuál es el impacto de estas medidas judiciales contra las empresas periodísticas. "Existe una presión inmensa contra la prensa independiente. El gobierno ya controla la televisión y la radio, pero no logra controlar todavía a los medios escritos", añadió.

-¿Cómo fue que una causa que le inició un funcionario cercano a Correa termina con su condena a prisión?

-Lo interesante es que este juicio prescribía el 10 de enero. El 20 de diciembre, el juez admite una recusación del querellante [Delgado] y se retira. Al día siguiente, toma otra resolución diciendo que el querellante ha retirado la recusación y dicta la sentencia. Entonces pasan unas horas y el querellante hace unos anuncios, y dice: «Dado que Mantilla ya ha sido sancionado y viendo que estamos en época de Navidad, lo perdono». Dice que retirará la acusación. Por eso nosotros hemos solicitado una aclaración y una ampliación de la sentencia.

-Es decir que a usted lo condenaron penalmente y luego lo perdonaron...

-Claro. El gobierno presiona para la condena y luego perdona. Hay jurisprudencia al respecto. Una ex secretaria de Comunicación del actual gobierno cometió la "barbaridad" de decir que el secretario de Administración es un "nuevo rico". Tan pronto salió la sentencia en su contra, el secretario la perdonó y cuando ella apeló, le dijeron que no hay razón de apelación. Se retiró la demanda y quedó condenada. Ellos perdonan, pero la condena queda.

-¿Entonces usted teme que la condena a prisión se active a posteriori?

-Yo no tengo temor. Y no puedo aceptar ser perdonado por una falta que no he cometido. Me quieren perdonar por haber injuriado y yo no sé dónde está la injuria. Tampoco tengo que recibir perdón por haber reservado la identidad de la fuente.

-¿Es un proceso motivado políticamente?

-Claramente, la justicia pertenece al gobierno. El gobierno controla todos los poderes: el Judicial y el Legislativo. Todo controlado por Rafael Correa.

-¿Qué es lo que molestó tanto de las notas de su diario?

-No creo que las notas molestaran. Lo que molestó es una prensa independiente capaz de denunciar los abusos de poder; el primo del presidente ejerce una fuerza muy grande en la banca confiscada por el gobierno.

-¿La existencia de su diario está amenazada?

-Totalmente. Y hace mucho tiempo. Existe una prohibición del secretario de Comunicaciones para que toda entidad estatal o relacionada con el Estado anuncie en el diario Hoy. He soportado ya cinco juicios. El problema no es sólo el diario, sino que todos los periodistas de Ecuador están muy atemorizados. Temen que los directores de los diarios comiencen a aceptar presiones. El problema no es en sí la condena a prisión, sino que periodistas que hacen bien su trabajo y lo necesitan tienen miedo de desarrollarlo por el terror que le tienen a este tipo de poder.

-¿Cree que le puede pasar lo del columnista Palacio, que decidió abandonar el país?

-Yo no saldré de Ecuador, bajo ningún concepto.

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