Tensión en Irán: un mal manejo que amenaza con una crisis de legitimidad
DUBAI (Reuters).- Los gobernantes religiosos de Irán corren el riesgo de enfrentar una crisis de legitimidad, a medida que crece el descontento popular por el modo en que el Estado manejó el desastre del avión de pasajeros ucraniano. Los militares iraníes tardaron tres días en admitir que el avión fue derribado por error por un misil iraní.
Mientras crece la indignación de la opinión pública y llueven las críticas internacionales, la tardía admisión de responsabilidad de la Guardia Revolucionaria iraní echó por tierra el sentimiento de unidad nacional que se vivió tras el asesinato del máximo líder militar iraní por un ataque con drones de Estados Unidos en Irak el 3 de enero.
Para despedir los restos de Qassem Soleimani, miles de personas habían ganado las calles de las principales ciudades de Irán al grito de "¡Muerte a Estados Unidos!".
Pero desde el siniestro del vuelo752 de Ukraine Airlines que despegó el miércoles de Teherán con rumbo a Kiev -un incidente que tanto Canadá como Estados Unidos aseguraron desde un principio que se debió a un misil iraní, aunque lanzado por error-, las redes sociales estallaron con críticas contra el régimen de Teherán.
El hecho ensombrece los ánimos de cara a las elecciones parlamentarias de febrero, ya que los gobernantes iraníes siempre esperan una nutrida concurrencia que confirme su legitimidad, por más que el resultado de las elecciones no modifique ninguna política de fondo.
Pero ahora cunde el descontento, poco después de las manifestaciones contra el gobierno que se desataron en noviembre y en las que murieron cientos de personas.
"Es un momento muy delicado para el régimen, porque enfrenta un serio problema de credibilidad", dijo un exfuncionario norteamericano de alto rango, que prefirió preservar su identidad.
Desde la Revolución Islámica de 1979, los clérigos iraníes lograron sortear todos los obstáculos para mantenerse en el poder. Pero esa desconfianza que hizo eclosión entre gobernantes y gobernados en las protestas del año pasado tal vez se esté profundizando.
"En el corto plazo, la credibilidad del régimen se resentirá y aumentarán las presiones que ya sufría antes de este enfrentamiento con Estados Unidos por la situación política y económica interna del país", dice Daniel Byman, del Centro de Políticas de Medio Oriente de la Brookings Institution.
En Twitter circularon videos de las protestas de ayer en Teherán, donde los manifestantes gritaron "¡Muerte al dictador!", en referencia al líder supremo, Ali Khamenei. Las protestas llegaron después de una jornada de críticas en todo el país.
La Guardia Revolucionaria emitió una disculpa por el derribo del avión, donde dice que las defensas aéreas fueron disparadas por error durante un estado de alerta máxima. Tras el ataque con misiles contra bases de tropas norteamericanas en Irak como represalia por el asesinato de Soleimani, Irán estaba en alerta máxima a la espera de una respuesta militar de Estados Unidos.
Un funcionario de la línea dura del gobierno iraní dijo que el error no debía ser utilizado políticamente contra el régimen y la Guardia Revolucionaria, una fuerza paralela al ejército convencional, que responde directamente a las órdenes de Khamenei y que funciona como custodia del sistema teocrático.
"No hay que ser tan duros. Era un momento sensible y todo el mundo estaba nervioso. Nadie puede ignorar lo que la Guardia ha hecho para proteger a la nación desde la revolución", le dijo un funcionario de seguridad iraní a la agencia Reuters.
Pero Khamenei, que siempre exhibió los resultados de las elecciones como un signo de legitimidad del sistema, tal vez ahora descubra que los iraníes no están tan dispuestos a mostrarle su apoyo.
Desconfianza
"¿Por qué debería votar por este régimen?", se pregunta Hesham Ghanbari, un estudiante universitario de 27 años de Teherán. "No les tengo la menor confianza. Nos mintieron sobre el avión. ¿Por qué debería confiar en ellos cuando ellos no confían en el pueblo lo suficiente como para decirnos la verdad?"
El gobierno ya tiene problemas para mantener a flote la economía debido al recrudecimiento de las sanciones impuestas por Washington en 2018, cuando Donald Trump retiró a su país del acuerdo nuclear firmado por Irán con las potencias mundiales. Desde entonces, Irán vio reducirse de forma alarmante sus vitales exportaciones de crudo.
El régimen clerical sobrevivió a peores desafíos en el pasado, incluida una inhabilitante guerra de ocho años con Irak, en la década de 1980. Pero las bases de apoyo duro al régimen, las clases baja y media baja, que se beneficiaron de la generosidad del gobierno en el pasado, fueron las primeras en salir a protestar en noviembre, ante el alza del precio de la nafta, un tema sensible en un país donde muchos dependen del bajo costo del combustible.
Los reclamos rápidamente se volvieron más políticos, los manifestantes exigieron la salida del gobierno y las autoridades terminaron aplastando la protesta. Ahora, al enterarse de que el avión ucraniano fue derribado, accidentalmente o no, por fuerzas iraníes, la indignación vuelve a escalar.
Traducción de Jaime Arrambide
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