Tensión en Bolivia: Luis Fernando Camacho, el conservador que protagonizó la revuelta contra Evo Morales y se convirtió en un líder opositor
Saltó a la fama cuando se puso al frente del movimiento que derivó en la renuncia del mandatario socialista en medio de una controversia por el resultado de las elecciones presidenciales
- 4 minutos de lectura'
LA PAZ.- El nombre de Luis Fernando Camacho, un histriónico dirigente civil de la rica región boliviana de Santa Cruz, se dio a conocer al país a fines de 2019 cuando fue uno de los líderes de la revuelta contra el entonces presidente Evo Morales, al ponerse al frente del movimiento opositor que condujo a la caída y salida del país del presidente, tras unas controvertidas elecciones en las que hubo “manipulación y parcialidad”, según organismos internacionales.
Abogado de profesión y empresario, Camacho nació en 1979 en la ciudad de Santa Cruz, integró la organización Unión Juvenil Cruceñista y luego pasó a liderar el Comité Cívico de la región más próspera de Bolivia y bastión histórico de la oposición contra el gobierno de Morales.
Los comités cívicos en Bolivia reúnen a diferentes sectores de las principales ciudades del país, entre ellos empresariales, gremiales y barriales. El bloque de Santa Cruz fue uno de los mayores dolores de cabeza para Morales en sus más de 13 años de mandato.
Camacho no había sido candidato en las elecciones del 20 de octubre de 2019, señaladas por la oposición y por la OEA de fraudulentas. Sin embargo, se dio el lujo de ingresar al viejo Palacio de Gobierno de La Paz y depositar allí una Biblia pocos minutos antes de la renuncia de Morales.
Este dirigente conservador que proviene de las élites empresariales hace gala de un discurso carismático para quienes se identifican con esa tendencia. Entre sus expresivas alusiones religiosas, cada vez que se dirige a las multitudes que lo apoyan los invita a elevar todos juntos una oración al “todopoderoso”.
Simbología cristiana
Siempre aferrado a la simbología cristiana, en una presentación en su ciudad durante uno de los varios cabildos contra Morales camino a su caída final, Camacho irrumpió en escena acompañado de una imagen de la Virgen María y con una cruz como telón de fondo.
Gestos como esos y sus constantes menciones al “poder de Dios” no pasaron desapercibidos en el país, y en medio de esa enorme crisis política fue tildado como el “Bolsonaro boliviano”, en referencia al líder ultraderechista brasileño, quien había asumido ese mismo año y que tuvo entre sus aliados al movimiento evangelista.
La revuelta opositora que puso a Camacho en el candelero, con su veloz irrupción en la escena nacional, no lo tenía de entrada en primera fila. Era un actor secundario que seguía el conflicto a la distancia. Quien parecía conducir la acusación opositora era el candidato y expresidente Carlos Mesa. Segundo en la cuestionada votación, Mesa denunció fraude y pidió un ballottage.
En un primer momento, toda la oposición boliviana y grupos detractores de Morales se alinearon al pedido de una segunda vuelta para sellar la controversia. Sin embargo, Camacho entró en escena y aumentó la apuesta: reclamó e incluso dio un ultimátum al presidente para que renunciara.
Desmesura
Más de un referente opositor, entre ellos muchos del bloque alineado con Mesa, criticaron esa la acción y la calificaron de desmedida e imposible. Después del utimátum y la inédita redacción de una carta de renuncia “para que Evo Morales la firme”, Camacho anunció que aterrizaría en La Paz para entregar la misiva en la casa de gobierno. Casi tres días de suspenso rodearon su intento hasta que logró aterrizar en suelo paceño.
Miles de personas lo recibieron en el aeropuerto y un día después protagonizó escenas muy pocas veces vistas en la historia de Bolivia: campesinos, indígenas y productores de coca rebeldes lo recibieron y aclamaron en La Paz.
Pese a su discurso conservador, Camacho vitoreó a voz en cuello los nombres de los viejos bastiones de Evo donde se multiplicaban las protestas. Abrazó a mujeres de pollera y aceptó un collar hecho con hojas de coca.
No demoró en expandirse el apelativo con el que se bautizó al opositor, “Macho Camacho”, ante la incredulidad y el repudio de organizaciones sociales y colectivos feministas que lo tildaban de misógino y ultraderechista.
Camacho fue elegido en 2021 gobernador de Santa Cruz por Creemos, la tercera fuerza política en el Parlamento boliviano, detrás del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS, de Morales), y el centrista Comunidad Ciudadana.
Agencias AFP, AP, Reuters y ANSA
Otras noticias de Bolivia
Cambio climático. Entidades rurales del Mercosur destacaron sus políticas para mitigar los fenómenos extremos
Provoca la muerte de un cultivo. Declararon el alerta fitosanitaria por una temible maleza que ya llegó a Bolivia
Tensión en Bolivia. Evo Morales propone una mesa de diálogo y el gobierno de Luis Arce denuncia el secuestro de 200 soldados
Más leídas de El Mundo
Nueva fase. El juego político en las potencias mundiales que explica la última escalada en la guerra de Ucrania
Tensión en Ucrania. EE.UU. y países europeos cierran sus embajadas en Kiev ante el riesgo de un “ataque aéreo significativo” de Rusia
Quién es Carlo Acutis. El “influencer de Dios” al que el Vaticano hará santo tras atribuirle el milagro de curar a una joven costarricense
Derrumbe. Es uno de los hombres más ricos del mundo y perdió 12.500 millones de dólares en un día por una trama de sobornos