Tabaré, el oncólogo que ahora enfrenta el mayor desafío: la lucha contra su propia enfermedad
MONTEVIDEO.– Lleva una vida dedicada a erradicar el cáncer de sus pacientes. Escribió un libro para contar cómo se puede "combatir y curar" esa enfermedad, y libró una feroz batalla contra el tabaco para que los fumadores pierdan el vicio y eviten el cáncer de pulmón.
Y ahora, cuando faltan dos meses para la elección que definirá a su sucesor, el presidente Tabaré Vázquez sorprendió a Uruguay con un anuncio que conmovió al país: le fue "detectado un nódulo" en su "pulmón derecho" con "características de un proceso maligno".
Apenas tres semanas después de la sorpresiva muerte de su esposa, compañera de casi seis décadas, el mandatario convocó hoy de urgencia a su gabinete ministerial para transmitirle la noticia y luego hizo un anuncio en conferencia de prensa.
Vázquez es uno de los principales oncólogos del país y su pasión en el combate contra esa enfermedad tuvo la influencia del dolor generado por la muerte de sus padres, su madre y una hermana mayor, todos por cáncer.
En 2011, en el período intermedio entre sus dos presidencias, Vázquez publicó el libro Crónica de un mal amigo, en el que relata la lucha de varios de sus pacientes oncológicos. Es una enfermedad que se puede "combatir y curar", afirmó en la presentación del libro, el 5 de febrero de ese año.
En aquel acto dijo algo que repitió hoy: que si eventualmente tuviera un diagnóstico de cáncer, se trataría en Uruguay.
Hoy recordó que en Uruguay hay "un cuerpo médico de excelencia, y tecnología médica de avanzada" que coloca al país "dentro de los primeros países del mundo".
En la reunión estuvo la vicepresidenta Lucía Topolansky, una exguerrillera del Movimiento Tupamaros, esposa del expresidente José Mujica. Topolansky está en el cargo luego de la caída de Raúl Sendic, procesado en la Justicia por hechos de corrupción.
Vázquez dijo que el síntoma surgió en "un examen tomográfico rutinario" y que en los próximos días se someterá a estudios complementarios para conocer "el diagnóstico definitivo", para lo que deberá ser internado.
El jefe de Estado, que desde el otoño de 1990 ocupa el primer o segundo lugar de popularidad entre los dirigentes políticos (alternando con Mujica), tiene 79 años.
En su mensaje desde la Casa de Gobierno, se desdobló entre presidente, paciente y médico, y recomendó a la población la realización de estudios periódicos: "Es bueno que todos los ciudadanos se hagan exámenes para lograr prevenir o avanzar en los diagnósticos de las enfermedades", dijo.
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