¿Supercontagio? Tras un año de tregua reabren el Everest, pero hay controversia
Temen que se puedan producir infecciones masivas de coronavirus en los campamentos; la economía de Nepal sufrió en la pandemia por la falta de escaladores
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WASHINGTON.- Hace un año, por primera vez en décadas, en el monte Everest no se produjeron “embotellamientos” de aspirantes a cumbristas. Con los permisos de ascenso cancelados y las fronteras internacionales cerradas, la montaña más alta del mundo tuvo un respiro temporario de esas perturbadoras escenas de escaladores que en su camino hacia la cumbre pasaban por encima de los cuerpos de sus antecesores menos afortunados.
Pero la tregua terminó: Nepal acaba de reabrirse al turismo extranjero, previo hisopado negativo y una semana de cuarentena, habilitando de ese modo que la temporada alta de escalada se inicie como todos los años, en abril, y en condiciones casi normales.
Según Mira Acharya, funcionario de turismo del gobierno nepalés, está previsto que más de 300 escaladores extranjeros intenten el ascenso esta temporada, apenas por debajo del récord de 381 escaladores que intentaron hacer cumbre en 2019. Ese año, al menos 11 personas murieron cerca de la cima, y el largo descenso hasta el campamento base se habría cobrado varias víctimas más.
Pero la decisión de reabrir el pico resultó ser controvertida, y hay por lo menos una empresa turística que canceló sus expediciones de esta temporada por razones de seguridad. Mientras tanto, algunos nepaleses quieren incluso menos restricciones, ya que muchos cocineros, changadores y guías de montaña que se ganan la vida como personal de apoyo de las expediciones perdieron súbitamente el sustento de sus familias.
Técnicamente, Nepal permite las expediciones al Everest desde el otoño boreal del año pasado, pero la enorme mayoría de los escaladores intentan el ascenso entre abril y junio, meses de la primavera en el hemisferio norte, cuando las condiciones para hacer cumbre son más favorables. Las laderas tibetanas del Everest, reclamadas por China, siguen cerradas.
La mayoría de las aglomeraciones de los últimos años se produjeron en el lado nepalí del monte, considerada la ruta más fácil hacia la cumbre. Turistas y guías suelen dormir apiñados en verdaderas ciudades de carpas que se arman en la ladera para ascender al pico: un caldo de cultivo perfecto para que se desate un “evento de supercontagio”.
Aunque los viajeros extranjeros deben presentar un hisopado negativo de las 72 horas previas a su arribo a Nepal y someterse a otro testeo de PCR en el quinto día de su cuarentena en un hotel, eso no cancela la posibilidad de que se enfermen ya dentro de Nepal. Y ya que la gran altitud dificulta la respiración incluso en las mejores condiciones meteorológicas posibles, un brote del mortal virus respiratorio en ese entorno sería devastador.
En enero, la empresa turística Alpenglow Expeditions, con sede en California, anunció que planeaba cancelar sus expediciones al Everest por segundo año consecutivo. “No nos da confianza la apertura de Tíbet en esta primavera, y no creemos poder garantizar la seguridad de una escalada al Everest desde el lado nepalés en las actuales circunstancias”, escribió Adrian Ballinger en la cuenta de Instagram de la empresa.
Medidas de seguridad
Otros proveedores de servicios, como la empresa de guías Furtenbach Adventures, tienen pensado sumar nuevas medidas de seguridad, como establecer una “burbuja de cuarentena” en el campamento base.
Mientras tanto, muchos guías de montaña se preguntan cómo van a subsistir si no regresan los escaladores extranjeros. Durante la pandemia, muchos de ellos volvieron a ganarse la vida sembrando arroz y papa en el árido suelo nepalí. “A veces pienso que me voy a morir hambre antes que me mate el virus”, dice Upendra Lama, uno de los changadores desempleados.
El turismo en Nepal mueve unos 2000 millones de dólares al año, y muchos quieren que el gobierno flexibilice aún más los viajes, sobre todo para la llegada de extranjeros que ya han sido vacunados contra el coronavirus.
“Para que el turismo se recupere, el gobierno tiene que tomar medidas drásticas”, dice Deepak Raj Joshi, exdirigente del Consejo de Turismo de Nepal, que nuclea a empresas del sector.
The Washington Post
Traducción de Jaime Arrambide
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