Sudáfrica: quién es Julius Malema, el seguidor de Hugo Chávez que busca sacar provecho de las protestas y los saqueos
El parlamentario, surgido del partido de Mandela, pide la redistribución de tierra y una África para los africanos, entre los que los blancos no están incluidos
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JOHANNESBURGO.- Para la mayoría de los sudafricanos adultos, los saqueos y la violencia que se está viendo en las calles de las grandes ciudades del país esta semana trae a colación los momentos más oscuros vividos bajo el régimen del apartheid.
Y, aunque muchos quieran suponer que esto es cosa del pasado, la fatal combinación de factores económicos y sociales que atraviesa esta joven nación en los últimos tiempos -hoy agravados por la pandemia de coronavirus- solo necesitaba de una pequeña chispa para que todo estallara por los aires. El encarcelamiento del expresidente Jacob Zuma por desacato fue la excusa perfecta.
Con una población de 59 millones de personas y un desempleo del 32,6 por ciento, este país rico en minerales y materias primas es uno de los de mayor inequidad en el mundo. Este problema crónico, que se agravó con la pandemia y sus devastadoras consecuencias económicas, llevó a la población a un nivel de desamparo pocas veces visto.
El descontento con el ANC (Congreso Nacional Africano, según sus siglas en inglés) -el partido del abuelo de la Nación, Nelson Mandela- y la clase gobernante que no ha sabido cumplir con las promesas de progreso, educación y bienestar para todos, se vio agravado por los grandes procesos de corrupción estatal que desde hace tiempo vienen contribuyendo a la gran insatisfacción de gran parte de la población.
El mayor cultor de este descontento es Julius Malema, miembro del Parlamento, joven promesa surgido del corazón del ANC que hoy lidera el EFF (Luchadores por la Libertad Económica, según su sigla en inglés). Seguidor de Hugo Chávez, visitó Venezuela en 2010, y sus partidarios visten las emblemáticas boinas y overalls rojos de los trabajadores.
— Economic Freedom Fighters (@EFFSouthAfrica) July 13, 2021
Para los amantes de la democracia y la Sudáfrica moderna, Malema representa lo peor del populismo de izquierda. Dueño de una retórica recalcitrante y confrontativa, entre otros temas pide la redistribución de tierra y una África para los africanos, entre los que los blancos no están incluidos.
Se dice que una de sus frases favoritas cuando formaba parte de la Liga Juvenil del ANC era “la naturaleza aborrece el vacío”. Fiel a ese estilo, no perdió la ocasión de dirigirse a sus seguidores en Twitter el lunes por la noche, luego del tímido discurso del presidente Cyril Ramaphosa en el que se dirigió al país, intentando llevar tranquilidad a la población.
“Ningún soldado en nuestras calles. Si no, nosotros también seremos parte. Todos los luchadores deberán estar listos…no podrán matarnos a todos. Necesitamos una solución política a un problema político, no soldados” dijo en Twitter, junto al hashtag #NoToSoldiers (no a los soldados).
No soldiers on our streets! Otherwise, we are joining. All fighters must be ready... they won't kill us all. We need a political solution to a political problem, not soldiers.#NoToSoldiers
— Julius Sello Malema (@Julius_S_Malema) July 12, 2021
El problema político al que se refirió fue el encarcelamiento del expresidente Jacob Zuma a 15 meses de prisión por desacato. Zuma, también del ANC, está siendo investigado por hechos de corrupción durante su gobierno.
Malema tenía el poder de llamar a la calma pero en vez utilizó su cuenta para cuestionar el accionar del Presidente y tener nuevamente relevancia, ya que la larga cuarentena por el Covid-19 le impidió hacer campaña como a él le gusta: cerca de la gente, hablando ante grupos multitudinarios.
Pero muchos de sus seguidores no respondieron como Malema esperaba y le contestaron que saldrían sólo si él salía junto a su familia primero, preocupados por el grado de violencia que sacude a las dos grandes provincias de Guateng y KwaZulu-Natal, en las que se encuentran Johannesburgo y Durban, respectivamente.
Porque aunque gran parte de la población está muy insatisfecha con su realidad, para muchos, los saqueos no son la solución. Para ellos, los saqueos nada tienen que ver con Zuma. La policía y la mayoría de la población cree que los saqueos son por parte de “delincuentes e individuos oportunistas”.
Esta semana, los periodistas que seguían los disturbios desde las zonas de conflicto estaban vestidos con cascos y chalecos antibalas. Muchos de los entrevistados por la SABC -señal estatal de televisión- en la localidad de Diepkloof, en el famoso barrio de Soweto de Johannesburgo, expresaron su desazón ante una plaza de compras completamente devastada. No quedó ni un negocio en pie, todos fueron completamente saqueados y arruinados.
Muchos de los que se encontraban en la calle en las zonas destruidas saben que llevará meses poder restituir los negocios y la mercadería y mientras tanto estarán desempleados.
“Si no fuese por Zuma, no estaríamos en esta situación”, reclamó un trabajador de 30 años ante las cámaras. “Solo por una persona… tanta gente sufre por ello”, concluyó casi entre lágrimas de frustración, mientras señalaba la plaza saqueada.
El fantasma del miedo
Cuatro días después del inicio de la violencia, gran parte de Johannesburgo está desierta. Los que pueden, se quedan en sus casas. Muchos ya lo hacían porque el país está atravesando la tercera ola de la pandemia y hace dos semanas se volvió a limitar la circulación de las personas.
Mientras tanto, las imágenes provenientes de KwaZulu-Natal, de donde es oriundo Zuma, son devastadoras. Entre lágrimas una mujer afrikáner firma un video de la destrucción total de la zona, equiparable a la producida por una guerra civil. Inclusive hay grupos de autoconvocados armados dispuestos a defenderse y proteger lo suyo.
Mientras tanto, la policía arrestó a más de 700 personas y 72 han perdido la vida en los disturbios de los últimos días.
Los mensajes no paran, internet estalla y la gente no sabe qué es real y qué no lo es, ya que hay mucho fake news circulando por las redes.
El lunes a la tarde, cerraron los supermercados, los gimnasios, las farmacias, los shoppings en los barrios más pudientes de Johannesburgo debido al rumor de que la multitud estaba cerca. No fue el caso pero por las dudas, y como consecuencia del posible desabastecimiento producto de los saqueos, la gente está yendo a los supermercados a comprar alimentos y está llenando el tanque de sus autos.
Mientras tanto, la ministra de Seguridad, Ayanda Dlodlo, en una conferencia de prensa este martes dijo: “Hicimos mucho para evitar la violencia y los ataques planificados contra Sandton y Johannesburg, o la prisión de Westville o las oficinas de ANC’s provincial en eThekwini (Durban). Los que ven es sólo parte de lo que pudo haber pasado”.
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