Strauss-Kahn contraataca con un polémico libro

PARIS.- Siete meses después de la funesta jornada del 14 de mayo de 2011, que lo llevó a la cárcel y terminó con sus esperanzas de ser presidente de Francia, Dominique Strauss-Kahn contraataca a través de un libro donde, por primera vez, evoca extensamente su agitada vida sexual.

En un nuevo opúsculo publicado ayer y firmado por su biógrafo oficial, el periodista Michel Taubmann, el ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI) evoca una relación "consentida pero estúpida" con la mucama del Sofitel, Nafissatou Diallo, y afirma tener "horror" de la prostitución y el proxenetismo.

En Affaires DSK, la contre-enquête , Taubmann se basa en confidencias del ex ministro de Economía francés. Strauss-Kahn, que figuraba como gran favorito para la elección presidencial de 2012 y se preparaba para lanzar su candidatura cuando estalló el escándalo, reconoce haber llevado siempre "una vida sexual libre", pero señala que semejante comportamiento no tiene nada de excepcional en el mundo de la política o los negocios internacionales. DSK afirma además "no haber hecho jamás nada ilegal".

Por primera vez, Strauss-Kahn da detalles sobre lo que sucedió en la suite 2806 del hotel neoyorquino y sobre las veladas libertinas en las que participó, evocadas actualmente en la investigación de una red de prostitución cuyo epicentro fue el hotel Carlton de Lille.

"Nada de todo esto habría sucedido si no hubiese tenido esa relación consentida pero estúpida con Nafissatou Diallo", confía DSK en el libro, publicado por la editorial Moment. "Aquel día abrí la puerta a todos los demás escándalos", precisa.

Según Taubmann, el 14 de mayo Diallo no se sorprendió ni se escandalizó cuando vio a Strauss-Kahn salir desnudo del baño. La mujer se habría dirigido hacia la puerta de la habitación sin apurarse, mirándolo fijamente.

Según Taubmann (que ya había publicado una biografía autorizada sobre DSK) cuando Diallo entró en la suite y se encontró al director del FMI completamente desnudo, se mostró "sorprendida pero no aterrorizada", según extractos del libro recogidos por Le Figaro.

"Ella lo miró directamente a los ojos. Después miró ostensiblemente a sus genitales. La carne es débil", prosigue. "DSK vio en esa mirada una invitación y no resistió a la tentación de un acto sexual precipitado, pero consentido", escribe el biógrafo.

Y es que DSK "raras veces en su vida" ha rechazado "la posibilidad de un momento de placer", prosigue el autor, que dice haber reconstruido los hechos con el testimonio de Strauss-Kahn y una amiga de Diallo. Además, el periodista recurre a "las leyes de la física" para desautorizar la acusación de violación de la mujer.

"Es absurdo que esa mujer, grande y fuerte, haya podido ser obligada por DSK a permanecer arrodillada frente a él", agrega Taubmann. El biógrafo incluso evoca la posibilidad de que la mucama haya permanecido en la suite con el fin de apoderarse de uno de los siete teléfonos celulares que siempre llevaba DSK, precisamente el llamado "Blackberry FMI", que el ex director de esa institución afirma haber perdido en aquel momento.

También relata una conversación de Strauss-Kahn con su mujer, Anne Sinclair, en la cual evoca el "pirateo" de su mensajería y el hecho de que algunos de los mails intercambiados con su esposa hayan caído en manos de la Unión para una Mayoría Popular (UMP), el partido de Nicolas Sarkozy. Ese episodio fue relatado por el periodista estadounidense Edward Epstein, que, tras meses de investigación, sugirió la semana pasada la teoría de una maniobra política contra el ex favorito a la presidencia por el socialismo.

Durante una entrevista concedida ayer en París, Taubmann afirmó, justamente, que el día después de haber sido detenido por la policía Strauss-Kahn estaba a punto de ser liberado tras el pago de una fianza de 250.000 dólares, cuando algo inesperado sucedió: "Ya estaba por partir cuando el procurador -víctima de presiones- se arrepintió", relató. "No se vaya. Ha sucedido algo nuevo", le dijeron.

Según Taubmann, ese cambio repentino se debió a la transmisión desde Francia del caso de Tristane Banon, una joven periodista que lo acusa de intento de violación, y de la investigación sobre la red de proxenetismo de Lille. En el libro, Taubmann se detiene en esas veladas pasadas por Strauss-Kahn en compañía de prostitutas. En ese escándalo, DSK fue mencionado con tanta frecuencia que él mismo solicitó prestar declaración.

"En esas ocasiones, DSK jamás desembolsa un centavo", afirma Taubmann. "Nunca se pregunta si sus compañías de una noche son remuneradas, algo que no es sistemático", agrega. El ex director del FMI considera que la mención repetida de su participación en este último escándalo degradó mucho más su imagen que el escándalo neoyorquino.

Es verdad que desde que la prensa comenzó a escribir sobre ese sórdido episodio, donde policías, hombres de negocios y proxenetas viajaban a Washington y se reunían en París o en otras capitales con DSK para organizar agitadas veladas libertinas, incluso sus amigos más incondicionales tomaron distancia.

"En la prensa, se asocia mi nombre a la prostitución, y eso es insoportable -dice DSK en el libro-. He sido protagonista de veladas libertinas, es verdad. Pero habitualmente las mujeres que participan no son prostitutas."

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