Strauss-Kahn busca un retorno triunfal lejos de Francia

PARÍS.- Dominique Strauss-Kahn, el ex jefe del FMI cuyas aspiraciones a la presidencia de Francia se hicieron trizas tras el escándalo sexual que lo tuvo como protagonista el año pasado, está de vuelta.

En mayo de 2011, el francés de 63 años fue acusado del intento de violación de la mucama de un hotel de Nueva York . Strauss-Kahn se declaró inocente y los cargos penales en su contra fueron retirados, aunque la demanda civil sigue en curso.

Ahora, Strauss-Kahn se ofrece como consultor y orador en los más remotos puntos del mundo del circuito de conferencias, cuyos intervinientes llegan a pedir 100.000 dólares o más por una hora de charla, cifra que se quintuplica si hablamos de invitados estrella, como el ex presidente Bill Clinton.

Aunque por el momento el itinerario de Strauss-Kahn lo mantendrá alejado de las capitales financieras que solía frecuentar, los expertos dicen que podrá sacar gran provecho de su experiencia en política económica y de su agenda de contactos, que muchos jefes de Estado le envidiarían. "Tiene todo el potencial para ser enormemente exitoso", dice Roy Cohen, un tutor de profesionales que vive en Nueva York, autor del libro Manual de supervivencia para profesionales de Wall Street .

"Hay que probarlo en la cancha. Si puede demostrar que sus intervenciones y el trabajo de asesoría que está haciendo son potentes y efectivos, despertará gran interés", agregó.

A Strauss-Kahn se lo ha visto poco en público en su Francia natal, donde hasta hace poco los medios locales hablaban de su actual vida de ostracismo y soledad . Sin embargo, en el último año, fue el orador principal de conferencias en China, Ucrania, Marruecos y Corea del Sur. En septiembre, fue aplaudido con entusiasmo cuando habló de las perspectivas para la economía global frente a estudiantes y ejecutivos en Marruecos. Strauss-Kahn tiene agendada otra presentación en Marruecos, durante el congreso de la banca árabe, a mediados de noviembre en Casablanca.

El operativo retorno avanzó un paso más el mes pasado, cuando radicó los estatutos fundacionales de una consultora, llamada Parnasse, en París. Los estatutos de Parnasse muestran que Strauss-Kahn se propone extender su actividad al mundo de las finanzas, el mercado inmobiliario y los servicios políticos.

Este mes, Strauss-Kahn también le concedió una inusual entrevista a la revista francesa Le Point, donde aparece fotografiado en su nuevo departamento del barrio de Montparnasse, relajado y con una tablet en su mano.

Un franco contraste con la imagen que recorrió el mundo en mayo de 2011, cuando se lo vio comparecer esposado y exhausto frente a un tribunal de Nueva York, para luego ser encarcelado brevemente, acusado de querer violar a la mucama Nafissatou Diallo.

Pero los inconvenientes que podría enfrentar Strauss-Kahn en un futuro quedaron en evidencia en marzo, cuando tuvo que escapar en un auto policial de una manifestación de estudiantes que chocó con los guardias de seguridad, tras su discurso sobre la economía global en la Universidad de Cambridge.

El caso seguirá pesando sobre su cabeza. Aunque los fiscales retiraron los cargos penales, queda pendiente el juicio civil que la mujer le inició a Strauss-Kahn. Y en Francia, un tribunal decidirá en noviembre si inicia una investigación sobre una red de prostitución que lo involucraría. Strauss-Kahn asegura que no ha hecho nada ilegal y que se lo persigue por su estilo de vida libertino.

Sin embargo, Cohen dice que si el economista logra dejar atrás estas denuncias, el tiempo jugará a su favor, y señaló otros grandes nombres del circuito de conferencias que tuvieron problemas de imagen.

A fines de la década de 1990, por ejemplo, Bill Clinton sobrevivió a escándalos sexuales y a un juicio político, y actualmente embolsa millones de dólares al año por su asistencia a eventos de alto perfil.

Según las declaraciones juradas de su esposa, Hillary Clinton, en tanto secretaria de Estado, Bill cobró 750.000 dólares por hablar en un evento de telecomunicaciones en Hong Kong y 500.000 por su presencia en una conferencia en Abu Dhabi sobre medio ambiente.

Sylvie Audibert, una consultora que entrena a los ejecutivos de las grandes empresas en temas que van del manejo del estrés a la decisión de una cambio de vida, dijo que la crisis europea podría convertirse en una excelente tribuna para que Strauss-Kahn despliegue sus talentos.

Recientemente, el economista sacó a flote una idea según la cual Francia y Alemania, que pagan poco interés para endeudarse porque los inversores consideran que son deudas seguras, podrían dedicar parte de sus ahorros a ayudar a los países débiles de la eurozona.

Pero Audibert dijo que, al igual que otros que han ocupado altos cargos en la política o el manejo económico global, Strauss-Kahn todavía puede albergar esperanzas de ocupar algún día un cargo público, tal vez en la Unión Europea.

"Estamos hablando de personas con un ego y una ambición enormes -dijo Audibert-. No creo que vaya a conformarse con ser una eminencia gris."

Ascenso y caída de un animal político

Strauss-Kahn es uno de los barones del socialismo

• Ascenso
  
  Fue ministro de Economía de Lionel Jospin en la década del 90 y uno de los barones socialistas.
• Pináculo y caída
  
  En 2007 lidera el FMI y se convierte en la esperanza socialista para recuperar el Elíseo, hasta el estallido del caso Diallo en 2011.
• El regreso
  
  Desde entonces lo amenazan nuevas denuncias de acoso sexual. Ahora se vuelca a las conferencias y a la consultoría.

Traducción de Jaime Arrambide

Brian Love

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