Sondeo de la ONU: los desafíos pendientes en su 75° aniversario
Las cosas ya andaban mal a principios de año, cuando la ONU lanzó la encuesta más grande de la historia sobre los grandes desafíos globales y sobre cómo superarlos. Debía ser un tema central en la Asamblea General que comienza este martes, cuando se cumplen 75 años de la organización, y que esta vez no será en Nueva York sino en forma remota.
¿Cuáles son las grandes amenazas, esperanzas y soluciones que percibe la comunidad internacional?, se preguntó la ONU en su encuesta. ¿Cuáles son las prioridades, lo que debe resolverse de inmediato, y cuáles los problemas que vienen de lejos, nunca se toman demasiado en serio y siempre se patean para adelante?
La idea era reunir toda la inteligencia posible. No de especialistas sino de gente del llano. Se trataba de empezar a descubrir juntos las maneras de evitar, en fin, que los humanos nos matemos entre nosotros, a la corta o la larga. Dañarnos con fenómenos tan naturalizados como el cambio climático, las desigualdades y las armas nucleares, entre otros demonios.
Son esas inquietudes las que recogió la ONU en su relevamiento, un sondeo con colaboraciones de más de un millón de personas de 193 países que respondieron a la consigna a través de una masiva encuesta digital. Al lanzar su botella al mar, la ONU también se puso al frente de más de mil mesas de diálogo, con representantes de la sociedad civil, así como de análisis de contenidos de redes sociales y medios tradicionales.
"Ése es el espíritu con el que se concibió el 75 aniversario de la ONU: no como una celebración, sino como un momento de reflexión y de escuchar a los pueblos. Es vital que el público global tenga voz sobre las decisiones que se toman y que tendrán consecuencias duraderas para el futuro de la humanidad", dice el documento.
Siempre estuvo la duda de ver qué estallaba primero: si el clima, el hambre o las bombas. En algún momento, se decía, el débil tinglado se iba a caer por su propio peso. Pero lo que estalló fue el coronavirus, que se incorporó como el más serio factor de riesgo, según la encuesta, donde escaló posiciones al número uno de la emergencia global. Tanto que será también el tema convocante de los líderes mundiales durante la Asamblea General.
Servicios básicos
En medio de esta crisis viral, las prioridades pasan, según destacó el sondeo, por el acceso universal a la salud y otros servicios básicos, como el agua, el saneamiento y la educación. También subrayó la lucha contra la pobreza, las desigualdades y el desempleo. Y todo en el marco imprescindible de la acción multilateral y en repensar la economía global.
Como una bomba de tiempo, la preocupación abrumadora a mediano plazo se enfocó en el cambio climático . Pero hubo más, mucho más entre las consignas más repetidas del informe, una especie de grito unánime y coral que trascendió las fronteras.
"Es llamativo ver como la mayoría de los encuestados coincide en resaltar la importancia de temáticas como la pobreza, el acceso a los servicios básicos, el respeto a los derechos humanos, el cambio climático, la seguridad que garantice una vida libre de violencia y de actos terroristas, la erradicación del racismo y la discriminación", dijo a LA NACION el coordinador residente de la ONU en la Argentina, Roberto Valent.
La enumeración confirma como nunca las flaquezas y limitaciones del sistema económico y político que dirige el mundo. El 87% de los encuestados señalaron que la cooperación multilateral es vital para enfrentar estos desafíos, contrariamente a las tendencias nacionalistas y a otras fuerzas e inercias sistémicas que juegan en contra.
"Las agencias, fondos y programas de la ONU tienen experiencia y resultados ejemplares a raíz del trabajo coordinado y mancomunado que han logrado realizar a lo largo de estos 75 años en colaboración con una multitud de actores de la sociedad civil, del sector privado y de los Estados", destacó Valent.
"Sin embargo, en ocasiones la falta de consenso, compromiso y voluntad política impiden que se pueda avanzar en ciertos temas. Cuando eso ocurre es frustrante porque en definitiva pierden quienes más necesitan soluciones y los más vulnerables de la sociedad", añadió.
El coronavirus deshizo la ilusión, ya desdibujada, de cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en los plazos que se planteó la ONU a comienzos de siglo. Según destacó Valent, la pandemia volverá a empujar este año a 71 millones de personas a la pobreza extrema, lo que sería el primer aumento de la pobreza mundial desde 1998.
Mirando hacia atrás, seis de cada diez encuestados sostuvieron que la ONU hizo del mundo un lugar mejor desde su fundación, cuando se erigió sobre las cenizas que dejó la Segunda Guerra Mundial para evitar una tercera. Y, mirando hacia adelante, el 74% de la gente señaló que la ONU es "esencial" para superar los desafíos del día.
Pero ningún elogio es gratuito: dijeron que debe ponerse a la altura. Le pidieron, por ejemplo, más firmeza para hacer cumplir los principios de su Carta, más transparencia, menos burocracia, y mejorar su trabajo con las comunidades y la ejecución de programas y operaciones. Son muchas exigencias. Pero la ONU no esperaba menos.
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