Sobre el final del “período dorado” de 72 horas, hallan sobrevivientes entre los escombros en Japón
Tragedia en Ishikawa: rescatistas siguen luchando por encontrar sobrevivientes entre las ruinas de las casas derrumbadas tras el devastador terremoto que sacudió la costa oeste de Japón el lunes pasado
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WAJIMA, JAPÓN — La anciana fue rescatada y colocada delicadamente sobre una camilla, envuelta en mantas. Aturdida pero consciente, agradeció a los bomberos, con cascos y linternas en la cabeza, mientras la levantaban lentamente de los escombros de una casa derrumbada.
Esta mujer de 80 años fue hallada 72 horas después del brutal terremoto de magnitud 7,5 que golpeó a Japón el lunes pasado, que devastó la antes idílica ciudad costera de Wajima, en la duramente golpeada Prefectura de Ishikawa. En Wajima, antes un destino turístico popular famoso por su bullicioso mercado matutino, los bomberos y los equipos de rescate trabajaron incansablemente toda la noche en busca de aquellos aún atrapados o desaparecidos.
Tras 72 horas y después de una serie de potentes terremotos que sacudieron la costa oeste de Japón, todavía encuentran sobrevivientes entre los escombros de las casas derrumbadas. A pesar de los esfuerzos de los rescatistas, la cifra de fallecidos subió hoy a al menos 94 personas, mientras que la de desaparecidos se redujo a 222.
Aunque rescates como el de la mujer de 80 años ofrecieron ayer destellos de esperanza, la búsqueda se volvió cada vez más desesperada a medida que pasaba el tiempo, con al menos 242 personas aún desaparecidas, según la prefectura.
Las autoridades de Ishikawa indicaron que 55 de los fallecidos estaban en la ciudad de Wajima, otros 23 en Suzu y los demás en cinco localidades vecinas. Más de 460 personas resultaron heridas y al menos 24 de ellas están graves. El Instituto de Investigación de Terremotos de la Universidad de Tokio halló que la arenosa costa oeste de Japón se adentró hasta 250 metros en el mar en algunos tramos.
“La situación es terriblemente desafiante, pero hasta que pasen esas 72 horas cruciales para salvar vidas, haremos todo lo posible por salvar y rescatar a tanta gente como sea posible con todo lo que tenemos sobre el terreno”, dijo el primer ministro Fumio Kishida ayer.
Las primeras 72 horas después de un desastre natural son consideradas el “período dorado” para encontrar sobrevivientes, ya que la condición de las personas atrapadas y heridas puede deteriorarse rápidamente después de pasadas esas horas.
La ciudad de Suzu es una de las más afectadas en la prefectura de Ishikawa. Aproximadamente una hora en auto desde Wajima, cruzando la golpeada península de Noto, un video del miércoles pasado mostraba a rescatistas removiendo entre los escombros de una casa derrumbada y rescatando a un hombre de 79 años cubierto de polvo y tierra.
Según TV Asahi, cuando ocurrió el terremoto él estaba solo en su casa y quedó atrapado durante 48 horas. Finalmente, los rescatistas pudieron sacarlo el miércoles después de una operación de dos horas. En el video, el personal médico atendió rápidamente al hombre mientras su hija lo llamaba llorando desde un lado. “Papá, papá”, gritaba la hija, mientras un grupo de bomberos lo sacaba en camilla, elogiándolo por haber resistido tanto tiempo. Estaba consciente y lo llevaron al hospital, según TV Asahi.
Destrucción
La búsqueda se vio obstaculizada por la enorme destrucción en Ishikawa, así como por el mal tiempo y constantes terremotos réplica (aftershock, en inglés). Comunidades enteras quedaron incomunicadas por deslizamientos de tierra y rutas intransitables; las telecomunicaciones también representaron un problema, con líneas telefónicas, antenas móviles e internet caídos en muchas áreas.
Cuando CNN visitó Wajima ayer, el viaje, normalmente de 2 a 3 horas a través de la península, tomó todo el día: ambulancias, camiones de bomberos y vehículos militares intentaban abrirse paso entre el tráfico paralizado. A medida que se acercaban a la ciudad las condiciones empeoraban.
Las rutas estaban agrietadas y había escombros del tamaño de grandes rocas, mientras que la falta de señal implicó la incapacidad de acceder a aplicaciones de navegación o comunicación externa. Hacia la noche, empezó a llover, estaba neblinoso y oscuro, con poca visibilidad, lo que planteó aún más desafíos para los rescatistas que se apuraban por encontrar sobrevivientes.
Una vez en la ciudad de Wajima, el equipo de CNN vio un edificio de siete pisos que se había inclinado hacia un lado; los equipos de rescate en el lugar intentaron durante horas rescatar a una mujer atrapada allí dentro, pero sus esfuerzos se vieron continuamente interrumpidos por pequeños terremotos réplica que sacudían el suelo.
Después del terremoto inicial, también se desató un incendio masivo en Wajima, dejando cientos de edificios quemados y ennegrecidos. Además, el famoso mercado matutino quedó prácticamente reducido a escombros.
La magnitud de la operación de rescate implicó que el personal de rescate fuera desplazado desde todo el país a Ishikawa, desde funcionarios locales y policías hasta tropas militares. Miles de soldados japoneses están colaborando para intentar llegar a las zonas más afectadas de la península de Noto, donde se registró el epicentro del temblor, conectada por un estrecho istmo a la isla principal de Honshu.
Estados Unidos anunció hoy un paquete de 100.000 dólares en ayuda, incluyendo mantas, agua y suministros médicos. Shohei Ohtani, la restrella de los Dodgers de Los Ángeles de la MLB, anunció también que aportará ayuda para la zona de Noto, pero no reveló la cantidad de dinero.
La mujer de 80 años rescatada ayer había sido sacada de los escombros por bomberos enviados desde la prefectura de Osaka, a cientos de kilómetros de Wajima. En la misma casa derrumbada encontraron antes a un hombre que fue rescatado, pero declarado muerto en el lugar.
Según la prefectura de Ishikawa, el terremoto ya se cobró la vida de al menos 92 personas hasta hoy por la mañana. Y la poca ayuda que logra llegar está lejos de ser suficiente, sumado a la escasez de agua, alimentos y mantas. Los expertos advirtieron sobre posibles brotes de enfermedades e incluso decesos en los centros de evacuación que albergan a unas 34.000 personas que perdieron sus casas, en su mayoría ancianos.
En una breve conferencia de prensa ayer, funcionarios de Wajima advirtieron que hay informes de personas falleciendo en centros de evacuación, aunque agregaron que la falta de comunicación no permite confirmar la magnitud de los daños y la cantidad de ayuda necesaria en algunas ubicaciones incomunicadas.
Algunos evacuados se están refugiando en edificios gubernamentales, durmiendo sobre cartones y esteras. La falta de agua corriente está generando problemas de saneamiento, y el edificio de cuatro pisos se está quedando sin espacio, con familias, mascotas y niños concentrados en cada piso.
Estos sobrevivientes ahora se enfrentan a las secuelas del terremoto, lamentando sus pérdidas y tratando de recuperar lo que pueden.
“Es un infierno, nunca vi algo así. Es la primera vez que experimento algo así”, dijo Kyoko Izumi, propietaria de una licorería en Wajima. “Las réplicas son realmente aterradoras. Ocurrieron varias veces durante la noche... sentí como si todo el suelo se estuviera levantando debajo de mí”.
En diálogo con CNN ayer, dijo que solo podía esperar que todos sus amigos estuvieran vivos, ya que las líneas telefónicas caídas significan que no hay manera de contactarlos. Además, su local fue destruido, por lo que el futuro de su sustento es incierto. “Viendo el estado de este mercado matutino, no sé si se podrá trabajar o no, y llevará tiempo reconstruirlo”, dijo mientras observaba a su alrededor los escombros y edificios en ruina.
Masashi Tomari, un criador de ostras de 67 años que vive en la ciudad de Anamizu, en Ishikawa, dijo que era duro dormir sobre el piso con apenas una manta. No tuvieron calefacción hasta ayer. “Este es un lugar terrible y frío”, aclaró. Tomari no sabía qué hacer en su casa, porque el piso estaba lleno de vidrios rotos y objetos caídos. A la noche, la oscuridad era total porque seguían sin electricidad. Pero Tomari y otros ya estaban pensando en la reconstrucción.
Sachiko Kato, propietaria de una tienda de ropa en Anamizu que quedó en ruinas, añadió: “En esta calle había muchos locales. Ahora, todos desaparecieron. Quizás podamos trabajar duro para reconstruirlas”. Hasta hoy todavía no se había restablecido el suministro de agua corriente y Kato tenía que buscar agua en un río próximo para usar el inodoro.
Docenas de réplicas del terremoto sacudieron Ishikawa y la región vecina en los últimos días. Japón es una nación muy propensa a los terremotos y la previsión meteorológica prevé lluvias y nevadas para el fin de semana. Además, los expertos advirtieron sobre posibles nuevas réplicas.
Agencia AP
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