Síntomas graves: tuvieron Covid-19 leve, pero lo peor vino después
Los expertos investigan cientos de casos en EE.UU. de personas que superaron con facilidad la enfermedad para verse luego afectados por continuos malestares físicos y distorsiones cognitivas
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NUEVA YORK.- Hace unos seis meses, después de cursar un cuadro leve de Covid-19, Samar Khan supuso que reanudaría su activa vida en Chicago. Al fin y al cabo, era una joven saludable de apenas 25 años. Semanas después, sin embargo, “empezó a manifestarse una rarísima constelación de síntomas”, dice Samar.
Se le nublaba la vista: veía todo rodeado de un extraño halo. Le zumbaban los oídos y de pronto le parecía que todo tenía olor a cigarrillo, o a desinfectante. Empezó a tener hormigueos en una pierna, y cuando intentaba maquillarse le temblaban las manos.
También desarrolló “un cuadro muy fuerte de niebla mental”: no lograba concentrarse en su trabajo y cuando volvía en sí, era como haber tenido amnesia. Durante una charla de política con su esposo, Zayd Hayani, “de repente perdía el hilo de lo que iba a decir, no sabía adónde quería llegar”, cuenta Samar.
Hacia fines de año, Samar fue derivada a una clínica especial para síntomas neurológicos vinculados al Covid-19 dentro del Hospital Memorial Northwestern de Chicago, que viene evaluando y asistiendo a cientos de personas de todo Estados Unidos que experimentan síntomas similares.
La clínica atiende actualmente a 600 pacientes por mes, de manera presencial o por teleconsulta, y acaba de publicar el primer estudio sobre los síntomas neurológicos a largo plazo en personas que nunca estuvieron tan enfermas de Covid como para ser internadas, como Samar.
El estudio sobre 100 pacientes de 21 estados del país fue publicado este martes en la revista The Annals of Clinical and Translational Neurology, revela que el 85% de ellos experimentaron cuatro o más problemas neurológicos, como niebla mental, dolor de cabeza, hormigueos, dolor muscular y mareos.
“Estamos viendo casos de individuos sumamente funcionales y competitivos, acostumbrados a realizar multitareas todo el tiempo, a quienes de pronto todo les cuesta muchísimo”, dice el doctor Igor Koralnik, jefe de neuroinfectología del Northwestern y uno de los autores del estudio.
El promedio de edad de los pacientes estudiados fue de 43 años y el informe parece confirmar que para muchos pacientes, el “Covid-19 largo” puede ser mucho peor que la infección original, y que incluye un complejo abanico de síntomas difíciles de erradicar.
Sin internación
Un estudio difundido este mes en base al análisis de las historias clínicas electrónicas de California reveló que casi un tercio de los que tienen síntomas de “Covid-19 largo” —falta de aire, tos, dolor abdominal— no tuvieron ningún síntoma de la enfermedad en los primeros diez días después de haber dado positivo de coronavirus. Las encuestas realizadas por los propios grupos de pacientes también muestran que muchos sobrevivientes de Covid con síntomas a largo plazo nunca estuvieron internados por la enfermedad.
En el estudio del Northwestern, muchos experimentaron síntomas que fluctuaron o persistieron durante meses. La mayoría de ellos mejoraron con el tiempo, pero con enormes variaciones.
“Algunos están recuperados en un 95% a los dos meses, mientras que hay otros que después de nueve meses se recuperaron apenas un 10%”, dice Koralnik. Las encuestas de los propios pacientes revelan que cinco meses después de contraer el virus, se sentían recuperados en un 64% promedio.
En todo el país, los médicos que tratan a pacientes con síntomas neurológicos post-Covid dicen que el flamante informe confirma lo que se ve en los consultorios. “Hay que tomarlo muy en serio”, dice la doctora Katheleen Bell, jefa del departamento de medicina física y rehabilitación del Northwestern. “O dejamos que todo empeore y se complique, o reconocemos que estamos frente a una crisis”.
Bell y Koralnik dicen que muchos de los síntomas se parecen a los de personas que sufren contusiones o lesiones traumáticas en el cerebro, o a la niebla mental de algunos pacientes tras recibir quimioterapia.
En el caso del Covid-19, dice Bell, los expertos creen que los síntomas son causados “por una reacción inflamatoria al virus” que puede afectar tanto al cerebro como a cualquier otra parte del cuerpo. Y Bell agrega que tiene lógica que algunas personas experimenten múltiples síntomas neurológicos simultáneamente o de manera encadenada, “porque en el cerebro no sobra el espacio, y hay mucha superposición en las regiones responsables de las distintas funciones cerebrales”.
“Los problemas inflamatorios bien pueden tener efectos cognitivos o incluso emocionales”, dice Bell. “Es raro que los síntomas neurológicos se presenten aisladamente, ya que suelen ser múltiples.”
Koralnik dice que al comienzo de la pandemia no era fácil hisoparse, y que por lo tanto solo la mitad de los participantes del estudio del Northwestern habían sido positivos confirmados de coronavirus, pero que todos habían tenido los síntomas físicos iniciales de Covid-19. Samar Khan fue una de las participantes que había dado negativo para el virus, pero que más tarde dio positivo de anticuerpos, prueba de que había estado infectada.
En el estudio de Northwestern, el 43% de los pacientes sufría de depresión antes de tener Covid-19, el 16% tenía enfermedades autoinmunes previas, el mismo porcentaje tenía una enfermedad pulmonar previa o venía luchando contra el insomnio. Los expertos advierten que al tratarse de un estudio sobre un grupo relativamente reducido, estas enfermedades preexistentes podrían o no ser representativas de todos los pacientes con síntomas de “Covid-19 largo”.
The New York Times
Traducción de Jaime Arrambide
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