No superar un aumento de 2°C, el principal objetivo
PARÍS (El País).– El acuerdo alcanzado en París tiene como objetivo principal conseguir que el aumento de la temperatura media del planeta se quede "muy por debajo" de los 2°C con respecto a los niveles preindustriales. Se busca, además, aumentar la capacidad de los países de adaptarse al cambio climático, y se aboga por conseguir que los "flujos financieros" caminen hacia una economía baja en emisiones de gases de efecto invernadero.
Metas
Para lograr el objetivo de que el aumento de la temperatura media a finales de siglo se quede entre los 1,5 y 2°C se establece que todos los países deberán alcanzar un techo en sus emisiones de gases de efecto invernadero "lo antes posible". Los países desarrollados deberán ser los primeros. Los que no lo son tendrán más tiempo, aunque no se fija un año concreto. De lo que sí se habla es que, en la segunda mitad de este siglo, se deberá llegar a un equilibrio entre las emisiones y la capacidad de absorber esos gases.
Mitigación
El principal instrumento sobre el que se construye el acuerdo son las llamadas "contribuciones nacionales". Se estableció que esos aportes, por ahora insuficientes, se revisarán cada cinco años al alza. El primer análisis se realizará en 2018 y la primera actualización al alza, en 2020, cuando entraría en vigor el acuerdo de París. Otro de los instrumentos clave del acuerdo es la creación de inventarios para poder hacer un buen seguimiento de los programas nacionales de reducción. Se perfilan tres categorías: los desarrollados, que deberán dar completa información; los emergentes, que tendrán una menor exigencia, y los más pobres, que tendrán el nivel mínimo de obligaciones.
Vinculación
El canciller francés, Laurent Fabius, remarcó que el acuerdo será vinculante. Los que no serán legalmente vinculante son los objetivos de reducción de emisiones de cada país. Sin embargo, el texto señala que cada país firmante "deberá preparar, comunicar y mantener las contribuciones nacionales". Y deberá poner en marcha "medidas domésticas" de mitigación para cumplir con los objetivos nacionales que se haya fijado en su contribución.
Financiación
Para que los países con menos recursos puedan adaptarse a los efectos del cambio climático y para que puedan reducir también sus emisiones se establece la obligación de que exista ayuda internacional. Los países desarrollados son los que deben movilizar los fondos. Otros países podrán aportar pero de forma voluntaria. El compromiso es que hacia 2025 se movilicen 100.000 millones de dólares anuales, aunque se fija una revisión al alza para antes de esa fecha. Además, se incluye la creación de un nuevo organismo internacional dedicado a las "pérdidas y daños", es decir, para compensar a los países más afectados por las consecuencias del cambio climático.© El País, SL