Sin perspectivas, casi la mitad de los jóvenes quieren irse de Brasil

BRASILIA.- Casi la mitad de los jóvenes brasileños (el 47%) se iría del país, una cifra récord que representa una juventud desmotivada por la falta de perspectivas educativas y laborales, tras el aumento del desempleo gracias al coronavirus, e insatisfechas con la conducta de Brasil.

Nuevos estudios en los que participaron miles de brasileños entre 15 y 29 años revelaron que el 70% de los jóvenes tiene dificultades para encontrar trabajo, mientras la proporción de los que ni trabajan ni estudian alcanzó cifras máximas, con un 27,1% de los llamados “ni-ni”.

El desempleo saltó del 49,4% al 56,3% en este rango de edad ante la caída de la actividad económica del 4,1% en 2020 por el coronavirus, según el Atlas de las Juventudes y los Nuevos Estudios elaborados por la Fundación Getulio Vargas. Es una de las razones por las cuales el 47% de los jóvenes expresó su deseo de irse del país.

Según un informe citado hoy por el diario Folha de Sao Pablo, el 51,9% de los jóvenes ve a Brasil como un país pobre, donde las posibilidades de progresar trabajando son cada vez menores en comparación la mayoría de los países latinoamericanos.

En el plano educativo hubo un recorte de los programas de estímulo económico para que los estudiantes de bajos recursos puedan matricularse en universidades privadas.

Además, el Estado redujo el presupuesto de las universidades públicas afectando el ingreso de estudiantes con derecho a “cupo” como ocurre con los jóvenes afrodescendientes e indígenas.

La participación de los brasileños en la educación es de por sí baja. Según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), el 51,2% de las personas de 25 años o más no completaron una de las etapas escolares, ya sea jardín de infantes, primaria o secundaria.

Los jóvenes ya vivían un revés laboral sin precedentes, según Folha, en el período entre 2014 y 2019, cuando Brasil se hundió en una recesión a la que le siguió bajo crecimiento económico.

“Según estas encuestas y otros estudios de especialistas en trabajo y educación, la pandemia sólo agravó un escenario previo de pérdidas consecutivas, profundizando las cicatrices de la actual ¨generación Covid¨, como se ha llamado a los jóvenes afectados en el período”, aseguró el diario.

Analistas coinciden en que la educación fue el sector donde se notaron mayores consecuencias por la pandemia en el país, en especial por los efectos negativos en el sector público.

Los gobiernos al mando del país con 212 millones de habitantes tampoco han generado una buena impresión entre la población joven a lo largo de los años. La Encuesta Mundial Gallup arrojó que la aprobación de este grupo de brasileños sobre cómo se gobierna el país bajó del 60,6% hasta mediados de los últimos diez años al 12,1%.

El economista Naercio Menezes, investigador del Centro de Gestión y Políticas Públicas del Insper, explicó a Folha que mientras no haya políticas estatales para el mercado laboral, los jóvenes menos calificados están destinados a enfrentar un futuro peor.

Frente a un escenario con bajas perspectivas de futuro sumado a un crecimiento económico mediocre, Menezes confesó al medio brasileño que entiende “perfectamente” el fuerte deseo de los jóvenes de salir de Brasil.

Agencia ANSA

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